1 mes después...
MADELINE
─¡No utilices zapatos altos, pasarás mucho tiempo con ellos y terminarás con mal humor! ─ gritó Amanda desde mi cocina, seguro robándose las papitas fritas que siempre tengo guardadas
─¡Lo sé Mandy! No es la primera vez que hago esto ¿okay? ─ contesté llegando a ella y suspirando nerviosamente
Hoy es la tan esperada reunión, se supone que sólo me veré con el director, los de la productora y el chico con el que voy a compartir unos largos meses de trabajo.
─Oye Amanda ─toqué repetidamente su hombro─ ¿Es enserio que no sabes con quien voy a trabajar?
─No, no lo sé. Sabes como es de misterioso Mark Bowie. Escuché de alguien que ese director escogió a Staycie Frans y a Julien Walker, para una película y se lo mantuvo en secreto a ambos hasta que se conocieron en la lectura oficial del guión, ellos al verse se pelearon y Staycie casi demanda a Julian, aunque bueno ya sabes como es todo, las personas que vieron esa pelea fueran silenciadas para que los medios no hicieran el escándalo más grande. ─tomó un paquete de galletas ─Mark es un loco, como ¿De tantos talentos que hay va a escoger específicamente a los dos que están divorciados y se odian para colocarlos en una película romántica? ─masticó lentamente mirando hacia la ciudad, tal vez pensando en que ese director si era algo extraño.
─ ¿Y no crees que pueda hacer lo mismo conmigo? ─terminé de darle los últimos toques a mi cabello nerviosamente, también mirando hacia la ciudad por el ventanal de la sala de mi departamento. ─mira que yo si tengo personas que a las que les caigo terriblemente mal
─Eso lo veremos exactamente ya─ sacudió sus manos y su ropa─ tenemos que apurarnos si no quieres llegar tarde ─ rió mientras tomaba las llaves del carro de la encimera
─Espera un momento ─me dirigí de nuevo a mi habitación para tomar mi cartera, mis gafas oscuras y rociarme perfume.
En el ascensor, yo no paraba de actualizar ansiosamente Instagram. Después de un mes de básicamente no salir de mi departamento, y hablar con mamá todos los días para que me tranquilizara, me tocaba volver a los reflectores, no sabía si los paparazzis se habían cansado ya de seguirme a todas partes o si todavía seguirían esperándome y viendo cada movimiento que hacía.
En cuanto me subí a la Ranger Over de Amanda me puse los lentes oscuros, no quería ver un sólo flash de cámara y aunque era más de medio día se veían lindos.
La primera vez que me contrataron para una película recuerdo estar muy nerviosa, mis manos temblaban y sudaba frío. Yo fui escogida dentro de muchas otras chicas y ni siquiera fue para un papel principal, pero estaba tan orgullosa de mí, cuando se contactaron conmigo llamé a mamá en lágrimas de felicidad contándole la noticia y ella lloró conmigo también.
Que años aquellos donde vivía en un pequeño departamento con Amanda, sí, ella siempre estuvo conmigo. Vivíamos prácticamente en una caja de zapatos, compartíamos nuestra ropa porque no nos alcanzaba para comprarnos ropa nueva siempre ya que apenas y llegábamos a final de mes con la renta y un sin fin de gastos.
Amanda estudiaba y trabajaba al igual que yo. Éramos universitarias con problemas económicos de una persona con dos hijos y una hipoteca, o bueno, no, pero me gustaba exagerar.
Mirando por la ventanilla del auto, muchas cosas vinieron a mi mente, Los Angeles me traían muchos recuerdos, malos y dolorosos pero también algunos felices, y alocados.
Nunca pensé que fuera a llegar tan lejos, y tampoco pensé que llegar hasta donde estoy ahora me iba a costar muchas cosas.
─Madeline ─Amanda habló─ no te sientas presionada a aceptar ¿bien? ─tomó mi mano dándome un apretón─ muchos más proyectos y cosas vendrán.
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El Pasado Que Dejamos
Teen FictionCumplieron sus sueños, llegaron a la cúspide, tan apasionados fueron en lo que hacían que podría decirse, tocaron las estrellas, pero entonces comprendieron que la fama a la que les tomó tanto tiempo llegar no era más que un laberinto de terror en e...