Crystal estaba lista para ir a la disquera en compañía de Mía para no estar nerviosa, pero está la dejaría en la entrada para poder seguir con los proyectos de su institución. Mientras ellas estaban listas para todo lo que pasaba no sabían que Plous estaba checando su gran y feliz vida, estaba más que enojado por enterarse que aún estaba tratando de encontrar el humano perdido que necesitaban para salvar la tierra, pero el no lo quería, sabía que ello podría ser su fin y más que nunca estaba enojado al darse cuenta que ella era feliz, él quería que tuviera que salir poco a poco y se diera cuenta que son difíciles los humanos, pero al ser una diosa y en la tierra no se dio cuenta que sería diferente, pero se equivocó con ella ya que parecía que radiaba luz y estaba rodeada de personas razonables y buenas. Pero el no lo permitiría y se puso en marcha para mirar lo que pasaba y las siguió.°°°°°°°°
*C*
Había llegado a la disquera y a recepción para decir mi nombre como cualquier persona como me lo había recomendado Mía. Pero en cuanto lo escucho se quedo mirándome extraño él muchacho que estaba ahí.
- Disculpa, estás bien.
El aún estaba mudo y estaba poniéndome algo nerviosa de nuevo, creo que jamás me acostumbraré, parece que a visto a una estrella y eso que son emocionantes de ver.
Con una sonrisa le volví a preguntar- Aquí es donde tenía que venir, verdad- aún no me respondía, creo que era mudo, aunque no lo creo y empecé a decir su nombre que sobresalía de la camisa- Arturh Jones, ¿me escuchas? soy Crystal Collins
Parpadeo un par de veces- Si claro que si- me miró tímido y sonrió- H..ola... Am... Tuuu... Eres la Chica
- Creo que si- y me di cuenta que estaba nervioso y me hizo sonreír más mostrando mis dientes.
- Bueno.... Am.. te pasaré en un mo.. momento -Al decírmelo me permití sentarme en las sillas que estaban replegadas a la pared de enfrente.
Al cabo de unos minutos me dijo con la mirada baja que pasará al elevador y oprimiera el tercer piso. Cuando las puertas se abrieron tenía a muchas personas rodeándome unas poniéndome cosas en la cara y otras dirigiéndome rápidas por unas puertas para después cerrarlas detrás de mi, dejándome con 5 chicos frente a mi sonriendo en cuanto entre.
El primero en voltear la cara fue la reencarnación de mi amigo, se levantó y me abrazo para después hacer lo mismo todos y los últimos Harry y Louis, juntos se quedaron frente a mi.Harry: Bienvenida a la disquera en Inglaterra de One Direction Crystal.. ¿te puedo decir Crys?- me dijo para mirarme de reojo
Mis manos se unieron en nerviosismo- Claro puedes hacerlo. Me alegro de saber que querían verme.
Louis: Crys, te dije que te esperaras en el escenario, pero te fuiste.
-Lo siento no te había entendido bien y preferí seguir a las demás hacia la salida.
Niall: Crys se que me conoces soy Niall, te quedarás con nosotros un rato ¿verdad?- el rubio me dijo con una expresión linda.
-Claro, si ustedes me dejan.
Si -dijeron todos.
Pronto nos empezamos a conocer y hablé muy poco con Louis y me di cuenta que era una persona en la cual podría confiar y era súper imperativo ya que de la nada se empezó a reír de una travesura que hizo en el baño, cuando fue Liam y salió con el cabello de color rojo y mojado de tinta en la camisa, empezaron a correr los dos y yo entre medio de ellos riendo.
Después de una hora u dos estábamos subiendo a un carro algo alargado color negro que estaba súper rodeado de fans y personas con cámaras preguntando muchas cosas.Después de subir mi teléfono empezó a sonar con el tono de Mía por todo el interior de la cabina, pero me dejó un mensaje al no atender el móvil rápido de la llamada.
Mía:
Ayúdame, No estoy sola
Los chicos estaban hablando entre ellos y no me ponían atención. Al leerlo marque a su celular y me contestó al instante pero no era ella, sino una voz que no había escuchado desde que estaba aquí con odio y llena de amargura.
- Crystal, veo que eres tú.
- Plous
- ¿Sabes con quien estoy?
- Con Mía.
- Has acertado, imagínate cómo es ella tendida en el suelo de su habitación con su sangre al rededor de su cabeza.
Los chicos ya me miraban para ese entonces preocupados por el agua que se escurría por mis mejillas y que no podía detener para ese entonces.
- No -grite tan fuerte que los chicos estaban espantados- detente por....
- Lo aria, pero está es una de muchas cosas que puedo hacer y tu no puedes evitar.......... Ríndete Crystal.
Y colgó dejándome saber que tenía a mi amiga en su poder para que fuera, con voces a mi alrededor de los chicos preguntando que era lo que pasaba y más.
°°°°°°°°°
La limosina paro en un hotel de gran tamaño y abrieron la puerta para bajar, Crystal salió como una loca por ella y corrió como nunca y sobrenatural que los chicos ni le vieron el rastro cuando miraron lo que hacía y gritando, ella ya estaba pérdida entre edificios y personas tratando de llegar al lado de Mía que no se dio cuenta de lo que había hecho.
°°°°°°°°°°
*C*
No sabía a qué velocidad contaba pero sabía que las personas a mi alrededor casi ni me sentían y que no podía parar mi recorrido hasta que estuve en frente a su puerta blanca. Con mi mano hormigueando hice que la cerradura se abriera y pude ver un destello blanco de está dejándome entrar.
El lugar estaba obscuro sin señal de su familia al rededor y como jamás había entrado mucho a su casa pude ver por su angosto pasillo 4 puertas y empecé a abrirlas de manera rápida dejándome ver dos habitaciones y un baño, la última puerta fue la que más me apresure a abrir, mire rápido por está dejándome ver la silueta de Mía al centro de un charco rojo. De un momento a otro ya estaba con ella agarrándola y poniéndola en mi regazo, me agache para saber si aún respiraba, y aunque lo hacía, era muy leve. Sabía lo que pasaría si no hacia algo rápido, a como pude la levanté y pose mi mano en la herida mientras que salía con ella hacia la calle de nuevo corriendo sin moverla mucho en mis brazos.
Mía abría y cerraba los ojos de ves en cuando susurrando mi nombre muchas veces, al llegar a un hospital haciendo lo mismo que todos pidiendo a gritos la ayuda de alguien, para que enfermeras y enfermeros me trajeran una camilla donde recostarla y que sea atendida, cuando lo hice caí al suelo empapada de sangre de mi única amiga dejándome caer en el cansancio del brillante frío suelo.
Sentía que me agarraban, mi cuerpo no se movía, mis ojos se cerraban dejándome ver personas a mi alrededor. Las sentía por todos lados y más sus emociones, ya no sabía de mi misma si no de las demás personas, tal vez a esto se refería mi padre con sentir a todos al mismo tiempo como una gran avalancha, mis ojos se llenaron y empecé a gritar por el dolor que sentía de las heridas abiertas en cada alma llorando por sus seres queridos cuando me llevaban. Escuchando también al final el cielo que tronaba, como mi interior, sintiendo mis ojos cada ves más pesados, mojados cerrándose sin apreciar la lluvia del dolor que estaba fuera ya por mi causa. Mi corazón parecía desbocado como ninguno y el dolor aún deambulaba como un tornado llevándome hacia el.
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Little White Lies
PertualanganTodos pensamos que la tierra tenía las oportunidades de amar porque teniamos como atentado que éran los únicos seres vivos. Pero ellos ni nadie sabía lo que había más aya de las puertas de las nubes.... Y nada era lo suficientemente fuerte como para...