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Esa noche, no fue tranquila. Los recuerdos vinieron a él como tantas veces antes, aún así, fueron más dolorosos e indeseables que de costumbre.

Jiang Cheng cerró los ojos esperando que dormir calmara sus pensamientos. Grave error, fue como una invitación, una invitación para atormentarlo, dañarlo, recordarle lo solo que estaba.



Wei Ying descansaba recostado a la orilla del muelle. Su ropa aún estaba húmeda al igual que su cabello. Miraba al cielo en repentino silencio, tal vez el castigo de no salir de Muelle Loto que Madam Yu le había impuesto ya estaba acabando con su revoltoso espíritu. Jiang Cheng lo escucho suspirar para luego pronunciar su nombre casi con miedo. Jiang Cheng lo escucho con curiosidad.

—Lan Zhan... Y yo, hicimos las tres postraciones cuando estuvimos encerrados en la Cueva de Xuanwu.

Jiang Cheng sintió un repentino malestar, por un momento le faltó el aire, quizá se debía a lo molesto que repentinamente estaba.

—¡Wei Wuxian! ¡Eres un maldito descarado! Solo tu podrías haber hecho algo como eso en una situación así. ¿Acaso olvidas la situación de la Secta Gusu Lan? ¿Olvidas que el líder de secta acaba de fallecer, que Lan Xichen está desaparecido?

—Jiang Cheng... No olvidó nada de eso. Ni Lan Zhan ni yo sabíamos que su padre ya había fallecido... Los dos, sabíamos que las oportunidades de sobrevivir ahí eran mínimas por eso mismo...Lan Zhan... Quiso casarse conmigo, además yo...— Jiang Cheng se había puesto de pie dispuesto a no seguir escuchando a su molesto compañero. Wei Ying lo imitó y lo detuvo —. Escucha, Jiang Cheng. Creo que estoy esperando al hijo de Lan Zhan.

•~•~•~•~

Una semana después, Jiang Cheng y Wei Ying habían logrado escabullirse fuera de Muelle Loto. En la ciudad llegaron a la casa de un médico bastante reconocido pero ajeno a la secta Jiang, de esa forma podrían mantener su visita como algo que nunca había pasado.

Jiang Cheng esperaba del otro lado de un biombo de papel finamente decorado. Podía oír las sutiles voces tanto del médico como se Wei Ying. Si le apetecía, podría hacer uso de su arduo entrenamiento en la secta y enterarse de todo lo que Wei Wuxian y el médico decían, pero eso no era de buena educación, prefería espera a que el médico diera las noticia oficialmente.

Una vez que terminaron, Wei Ying fue a su lado y el médico se acercó listo para anunciar los resultados de chequeó.

—Bien, solo queda felicitarlos. Aun son bastante jóvenes, pero es normal que Alfas y Omegas conciban a una edad temprana.

Jiang Cheng estaba a punto de argumentar que el no era el padre de ese cachorro cuando notó el aroma que desprendía Wei Ying. Dulce, tranquilo, feliz. Lo miró detenidamente, su sonrisa lejos de ser burlona se había vuelto anhelante, sin embargo, en sus ojos aún podía persibirse un atisbo de tristeza. Un pensamiento cruzó la mente de Jiang Cheng, algo que le partió el corazón y le hizo percatarse de una vez por todas de algo que había estado evitando durante años.

“¿Si ese cachorro fuera mío, sonreirias de esa forma también?”

—Tienes un buen nivel de cultivo, muchacho, éso protege a tu cachorro y le da la fuerza necesaria para poder desarrollarse. Pero no debes ser descuidado. A partir de ahora debes cuidarte, evitar los conflictos lo más que puedas y sobre todo mantenerte cerca de tu alfa. Lo mejor sería que te marcará, así algunas molestias del embarazo podrían ser evitadas, de lo contrario ten por seguro que tendrás malos ratos durante los siguientes meses.

La calma de Wei Ying desapareció. Sabía lo básico de un embarazo Omega, tenía que saberlo por obligación. Pero ahora que comenzaba a vivirlo algo de miedo se asentó en su corazón. Muchas eran las historias que se oigan sobre los Omegas sin marca durante el embarazo, muchos caían enfermos, otros se volvían prácticamente locos, otros más morían durante o después del parto.

Añoro [MDZS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora