Una dulce respuesta

1.2K 170 253
                                    

Un año más pasó, el pequeño Tanjirou, ahora con 5 años, disfrutaba pasar tiempo con sus amigos, sobre todo con Inosuke y Zenitsu, esos chicos que eran un poco diferente a él, con cualidades especiales, jamás pensó en llegar a llevarse así de bien con alguien y más con personas ajenas a su familia.

— ¡Ey!, ¡Gonpanchiro! — Inosuke saltó sobre el pequeño quien, debido a esto cayó al suelo, era algo común en el niño de cabellos negros con puntas azules, era un poco inquieto.

— ¡Es Tanjirou! — Le corrigió mientras reía y frotaba ambas rodillas las cuales quedaros un poco lastimadas por aquel brusco movimiento.

— Kentaro, ¿Por qué tienes 2 cumpleaños? — Se atrevió a cuestionar sin siquiera una pisca de tacto.

Tanjirou se sentó en el suelo junto a Zenitsu e Inosuke pensando en cómo explicar aquella situación un tanto extraña, era así, sabía de sobra que no era algo normal, pero no era algo que le incomodara en lo absoluto.

— Mamá dijo que fui un regalo de navidad, pero nací en julio. — Comenzó tratando de explicar de la mejor manera en la que podía. — Aun no entiendo la situación, pero... creo que es así porqué en diciembre los padres de Mamá... ya saben. — Suspiró. — Jamás los conocí, Makomo-san, ha sido una madre muy dulce, luego mis hermanos mayores, Sabito y Giyuu, son muy buenas personas y ambos me quieren mucho. — A su mente llegó la imagen de ambos chicos, el mayor de los dos varones, Sabito, le sonreía en cada momento, era muy al contrario de el azabache, Giyuu, quien lo ignoraba cuando pudiera hacerlo, o sea, siempre, lo hacía sentir una molestia total, pero era su hermano, por alguna razón era el hermano que más quería y estaba dispuesto a ganárselo de una u otra manera.

— ¿Tu mamá tiene 2 hijos más? — Le cuestionó el mismo chico que le tiró las suelo.

— No, Mamá es mamá, Giyuu y Sabito son hermanos de Mamá.

— Son tíos, mamá dijo que así era. — Zenitsu habló tratando de comprender lo que decía su amigo.

— No, Sabito y Giyuu son hermanos de Okasan, mis hermanos, así los considero yo.

Los dos amigos de Tanjirou no comprendían muy bien aquello que el pequeño de orbes rojos les decía, tanta era su confusión que sobre sus cabecitas se podía ver el signo de interrogación.

— Eh, Tanjirou. — Llamó la voz de Sabito, esta vez era el turno de chico de cabello durazno ir por su hermanito al kínder.

Pero no llegó solo, Giyuu iba justo detrás de él, Tanjirou pudo verlo a pesar de que este estuviera con la cabeza en su celular ignorando lo que sucedía a su alrededor.
Últimamente era así, siempre en el celular, a veces escuchaba a Makomo preguntarle por una chica cuyo nombre no recuerda, ahora le prestaba menos atención al pequeño de la que de por sí ya era poca.

— ¡Hermanito Giyuu! — El pequeño, como de costumbre, salió corriendo a abrazar a ambos, primero al que le saludó y por último a aquel joven de cabellos azabaches quien le recibió con un pequeño gruñido y una mala mirada.

— Parece que quieres más a este insensible que a mí, Tanjirou. — Sabito no podía evitar sentirse mal con aquello, el pequeño era como una abeja en la miel, en definitiva, Giyuu era la miel.

— No, yo también quiero mucho a Sabito. — Estiró sus brazos en espera de que uno de los dos lo cargara.

Y como era costumbre y normal, quien lo hizo fue Sabito.

Giyuu ignoró esto y camino por delante de los dos aun con la mirada en su celular, ese que tenía un pequeño colgante de un pez que Dios sabe de donde lo pudo haber sacado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

A little secret [Reescribiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora