Las manos de Christopher impulsaban a Erick y aportaban fuerza a sus dulces movimientos de caderas. Sus labios viajaban por su barbilla y la mordía suavemente mientras Erick jalaba fuertemente los cabellos de Christopher, jadeando sobre su mejilla.
Llevaban alrededor de media hora fundidos en uno solo, con sus manos pasando desesperadamente por el cuerpo del otro y tocando todo a su paso. Erick se sentía en el cielo con cada beso que Christopher le proporcionada en la zona erógena entre su cuello y clavículas, casi sintiendo su desesperación rasgando su interior en busca de más contacto y una debida liberación, pero era imposible cuando el techo del auto no era lo suficientemente alto y el asiento no estaba tan inclinado como debería.
—Esto es jodidamente incómodo. —dijo Erick deteniendo a Christopher quien empezaba a desabrochar sus propios pantalones—Por dios, no, detente. —se quejó Erick bajando al instante del regazo de Christopher y acomodó su playera arrugada y su cabello alborotado.
Christopher lo miró y apoyó su cabeza en el asiento del auto, respirando hondo y dándose cuenta que de nuevo la estaba cagando. No se supone que volverían a ni siquiera besarse y a pesar de ello estuvieron a punto de mandar la carajo el hecho de que estaban en su auto a las nueve de la noche estacionados en el estacionamiento de un parque desolado a punto de tener sexo una vez más.
—Se supone que acepté venir contigo para hablar y ponerle fin a esto y míranos.
Christopher miró a Erick de reojo y asintió acomodándose en el asiento.
—Lo siento. —el menor rió y apoyó su cabeza en una de sus manos, buscado las palabras correctas, tratando de enfocarse en terminar esto y no en volverá lanzarse a Christopher como un desesperado como minutos antes lo había hecho.
—No eres el único que no está aportando nada, los dos estamos igual. —talló su frente y pensó tratando de buscar una total solución a la situación.
Desde la comida que había sido horas atrás, Erick había notado y pensado lo suficiente para darse cuenta que Christopher y él estaban en grandes problemas, sus familias estaban unidas, por lo cual ellos igual, de una u otra forma, los dos perdían todo sin piedad.
¿El amor y calor eterno de la familia o el deseo de un par de amantes la cual en algún momento acabaría?
Erick claramente escogería a su familia.
Por más que Erick deseara que Christopher nunca se alejara de su lado y siempre estuviera para él, para mimarlo y darle todo lo que quisiese, no iba a negar que temía por la reacción de todos si se llegaban a enterar que el magnífico y angelical hijo de la señora Daysi trabajaba en un burdel y aún peor, era el amante de Christopher Vélez el padre del mejor amigo de su hermano.
—Me mentiste. —dijo Erick luego de un eterno e incómodo momento de silencio.
—Lo sé, pero querías que fueras a casa para hablar...
Erick negó y se volteó para mirar al mayor a los ojos con su ceño fruncido—Me dijiste que no tenías pareja, por lo que mucho menos tendrías un hijo, un hijo de la misma edad de mi hermano.
—Bonne Nuit te permite mantenerte en anonimato o proteger tus datos personales, y no añadí nada sobre mi vida diaria, solo mi nombre, no te lo dije porque no quise. ¡Nunca pensé que tu hermano sería Aris! Ni siquiera sabía que tenía un hermano hasta que Thiago me dijo hace dos semanas.
—¿Pero cómo...?—Fuiste a dejar a Aris a la escuela y yo fui a dejar a Thiago normalmente Wendy es quien se encarga de eso pero ese día en especial yo lo llevé. Thiago te señaló y entonces supe que debía alejarme.
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Bonsoir Monsieur 《ChrisErick》
DiversosSi el dinero no compra la felicidad, ¿por que Christopher se sentía en el cielo cada vez que pagaba por una noche con aquel hermoso muchacho? ⇢ Christopher top ⇢ Erick bottom ⇢ Adaptación nota: esta historia no es mía, todos los créditos a ©nattxn...