Capítulo 9

272 31 10
                                    

Maratón 3/3




Pasó uno de sus dedos por sus labios deslizando el bálsamo de un lado a otro. Barrió el labial entre ellos y sonrió al espejo, observando detalladamente que no hubiera ninguna imperfección, arreglando su cabello y vestimenta.

Christopher le había dicho que irían a un restaurante, no le había dicho si debería vestir formal o casual, pero pensó que sería correcto solo ir con una camiseta simple y un suéter, junto a unos pantalones negros. Erick se volvió a mirar al espejo y frunció su ceño, no se terminaba de convencer, no quería llegar y ver a Christopher en traje o a mujeres cenando por igual con vestidos costosos. Quedaría en ridículo.

-Wow. -exclamó Aris mirándolo de espaldas. Erick se volteó y le sonrió-¿Hoy no vas a trabajar a la cafetería y por cómo vas vestido, parece que vas a salir con alguien ¿O me equivoco?

Erick asintió buscando su celular y guardándolo en su bolsillo-Tengo una cita con alguien, y no te interesa.

-¡Oh vamos! Erick, ¿Es linda? Nunca he conocido a alguna novia tuya por lo que no sé tus gustos, pero sé que tienes buenos. Además, eres lo suficientemente apuesto para merecer a una hermosa chica. -Erick negó y dio un par de golpecitos a su cabeza.

-Es un hombre. -Aris abrió la boca a sombrado, encogiendo sus hombros-Te lo he dicho, no me gustan las chicas.

-Lo siento, se me había olvidado. -dijo riendo, luego posó su brazo sobre el hombro de Erick y lo miró sin borrar su inmensa sonrisa-¿Cuéntame de él? ¿Es mayor, menor, con dinero o sin dinero? ¿Es guapo o feo?

Erick soltó una carcajada y lo empujó-Eso no es de tu incumbencia. Y déjame que me tengo que ir.

-Bien, pero deberías traerlo a casa, mamá se emocionaría al verte por fin tomando en cuenta tu vida amorosa. Casi pensé que eras un robot sin sentimientos. Anda, diviértete. -el mayor tomó a su hermano y depositó un beso sobre su frente, haciéndolo quejarse y darle un empujón.

Erick escuchó el timbre y no pudo evitar sonreír como un bobo.

Christopher sabía que era peligroso que él mismo fuera buscarlo, así que había mandado a uno de sus choferes a buscarlo, entonces lo llevarían al restaurante donde ambos se encontrarían.

-El señor Vélez lo está esperando. -Erick agradeció y lo siguió hacia el auto, subiéndose y observando la vista mientras se dirigían al centro de la ciudad donde los mejores restaurantes se encontraban.

Pasaron por varios de ellos, muchos eran de alta gama, demasiada, tan costosos que gastarías con lo que sobrevivías en un año, claro, dependiendo si escogías los platillos más caros del lugar. Pero como siempre los que asistían eran personas que podían permitírselo, no importaba en lo más mínimo.

El auto se estacionó en un pequeño estacionamiento al lado de -por igual- un pequeño restaurante. Lo conocía, era tan costosos como los demás, solo que aquel restaurante era reconocido por su temática de dos, siendo un restaurante solo para un par de personas que querían pasar un rato cálido y cómodo a solas, viendo los alrededores y disfrutando de un buen vino.

Erick casi se hacía pequeño cuando pudo ver a Christopher por una de las entradas del restaurante hablando por teléfono. Como era de esperarse, usaba un traje elegante, su porte era el foco de atención, su mandíbula y su seriedad mientras hablaba.

Erick mordió su labio inferior y agradeció al chofer, caminando hacia el mayor. Christopher pudo sentir la presencia del menor y sonrió a penas lo miró, su sonrisa apareció y rápidamente cortó a la persona con la que hablaba, diciendo que luego terminarían la charla. Entonces apenas colgó, Christopher posó su mano en la nuca de Erick, acercando su rostro para besarlo en forma de saludo.

Bonsoir Monsieur 《ChrisErick》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora