5. Reencuentro sorpresa

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Oigo unos golpes en la ventana y ya sé perfectamente quién es él que está llamando, antes de ir hacia la ventana me miro en el espejo y me fijo en que aun tengo muy mala cara. Mi pelo castaño y largo lo tenía enredado en un moño que a estas alturas está muy desecho de dar tantas vueltas en la cama, vuelvo a escuchar mas golpes a en la ventana y voy vagamente a donde él.

-Hola Mario-le digo haciendo un esfuerzo por sorneir pero estaba aún muy dormida

-Vaya, que mala cara tienes hoy, vas a ir al instituto?

-Sí, no puedo faltar los dos primeros días, además tampoco estoy tan mal

-¿Quieres venir conmigo al instituto?-me pregunta Mario -tengo una moto y si quieres te puedo llevar

-Claro! me encanta ir en moto, quedamos en 15 minutos afuera?-le digo muy entusiasmada, de siempre me han gustado las motos, me hacen sentir libre

-Claro, voy a desayunar que me muero del hambre y tu deberías hacer lo mismo, hasta ahora

-Hasta ahora -le digo guiñandole un ojo, creo que me está empezando a gustar un poco y sinceramente no me importaría nada, él es perfecto.

Termino de desayunar mi cola cao con galletas y corro hacia arriba para vestirme y arreglarme un poco la cara. Cuando termino salgo a la calle y él ya está allí, me da un beso en la mejilla y me coloca uno de los cascos, en unos 10 minutos ya nos encontramos en el aparcamiento del instituto.

-¿Que Mario? ¿Con nueva novia? -le dice algún amigo suyo de bromas, a Mario no parece afectarle sin embargo

-Es solo mi amiga y bueno, mi nueva vecina y no me hagas parecer que cada semana estoy con una tía diferente que ya sabes que no soy así Bruno -le dice sin quitar su sonrisa de la cara, yo en cambio no paraba de pensar en Joey, ¿quién sería? podría estar aquí ahora mismo, pero no creo que nos reconozcamos de todos modos, a pasado mucho tiempo desde aquello, de pronto escucho una voz conocida que hace ponerme alerta y recordar todo lo que ocurrió ayer

-Ey Mario! ¿Qué tal amigo? has estado algo distante estos dos días, ¿no sera por tu vecina no? -de repente se da cuenta que yo también estoy y se me queda mirando muy fríamente -ah, ¿que esta otra vez contigo?

-Eh amigo tranquilízate, no pasa nada, no te pongas celosiillo que seguirás siendo mi mejor amigo -le dice burlonamente y todos sus amigos que estaban ahí se empiezan reir del comentario, enseguida noto un cosquilleo en la oreja y me doy cuenta que alguien me está susurrando algo en el oído

-Mira niñata, no te metas con Mario, si? él es buena persona y ya le han roto el corazón una vez y no voy a permitir que eso vuelva a pasar, así que más te vale tener cuidado con lo que haces o con migo vas a tener problemas, me has entendido?

-Que sepas que yo no soy ninguna rompe corazones y tú especialmente no tienes ningún derecho para hablarme así, le hablas como te de la gana a tus putillas pero conmigo ni media, me has entendido? -le digo sonriendo triunfante y me marcho a buscar mi clase. Esta vez me ha costado menos encontrarla, al llegar la voz de una chica que me resultaba conocida me resalta y me doy la vuelta rápidamente

-Hola, soy la que ayer casi te pega por preguntarme a la clase que tenías que ir, ¿te acuerdas de mi? -me dice la chica y yo estoy algo asustada, no se que debo hacer, igual quiere acabar conmigo por haberla molestado o yo que se qué

-Emm, sí, sí me acuerdo -le digo nerviosa -lo siento si ayer te molesté, no fue mi intención

-Te estas disculpando tu? -suelta una carcajada y sigue hablando, mira que es rara la chica...- la que se tiene que disculpar soy yo, tengo un carácter de perros y bueno, yo también soy nueva por lo que tampoco encontraba mi clase y me puse muy nerviosa, lo siento enserio -se acababa de disculpar? esto si que no me lo esperaba-

El paso del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora