—Bien, este es el plan...Dos días después MinGi empezaba a trabajar en el refugio. Se encargaba del mantenimiento de los aires acondicionados y la calefacción. Su padre tenía un negocio de reparaciones de electrodomésticos a domicilio por lo que, cuando el albergue subcontrató sus servicios MinGi convenció a su padre para que lo dejara ir a ayudarlo. Tendría tres días de trabajo en el lugar, el plan era aprovechar los aparatos que debían ser repados en cercanías de los animales y tomar algunas fotos mientras fingía usar su celular para cualquier otra cosa. El último día se escaquearía del resto de la brigada para colarse en las salas más privadas y allí tomaría las fotos más importantes.
Pero él era Song MinGi, desastre profesional, inepto licenciado, torpe de renombre. Las cosas no salieron como planeaba. El primer día había ido como la seda. Se entretuvo bastante reparando las máquinas y logró tomar algunas fotos de las pobres condiciones higiénicas del lugar, de algunos animales en espacios demasiado pequeños. Cuando se las había enseñado a Hongjoong este se había emocionado y había saltado a sus brazos, agradeciéndole su amistad.
Cada momento que Song pasaba con el mayor era como si se encendiera una estrella en el cielo. A veces hablaban del plan o de su familia o de la escuela, no importaba, a veces no hablaban de nada solo jugaban con los cachorros y se revolcaban en el suelo. Incluso su familia había notado su cambio.
Antes de irse a la escuela el segundo día, teniendo que ir al albergue en la tarde su padre le preguntó por que estaba tan feliz y su mamá sugirió que era porque estaba enamorado y él, recordando el abrazo con Kim se había sonrojado. —MinGi nunca ha traído a una chica a casa, ya estaba empezando a pensar que bateaba para el otro lado. —dijo su padre con sorna y la incómoda risita que MinGi dejó escapar hizo que las cabezas de sus progenitores se voltearan en su dirección. —Oh... ehh, si así es, no pasa nada hijo, solo estaba bromeando. —comentó incómodo su padre.
—Sí, eso, yo...
—MinGi, cariño, puedes decirnos lo que sea. —dijo su mamá sonriendo.
—La verdad es que no lo sé. He estado con chicas antes pero jamás me había sentido con ellas como me siento con... bueno, ustedes no lo conocen de todas formas.
—Ya veo.—dijo el mayor de los Song.
—¿Y cuando lo vamos a conocer entonces? —preguntó su madre.
—¡Mamá! Es solo un amigo de la universidad, no te emociones.
—Bueno, bueno, nunca se sabe. Invítalo aquí un día a algo y así lo conocemos.
—¡No, ni loco! Me vais a poner en evidencia.
—¿Seguro que no te has puesto ya tu solo?
—¡Papá!
—Venga hijo, no haremos nada raro, lo prometo. —dijo su madre y MinGi la miró entrecerrando los ojos, que parecían una fina línea debido a su tamañito.
—Está bien, le pediré que venga en la tarde después del trabajo. En serio, compórtense, se los ruego.
—Que sí, que sí.—dijo su madre y revisó su reloj de muñeca. —Si no te vas ahora vas a llegar tarde a clase.
—Mierda.—dijo MinGi poniéndose de pie a toda velocidad y salió corriendo de la casa.
—Saluda a tu amorcito de nuestra parte.
—¡Papá ya cállate! No me jodan o me voy a mudar al campus.
En efecto se encontró al mayor en la escuela pero, por supuesto no le dió ningún saludo, ni lo invitó a su casa, ya inventaría alguna excusa para sus padres. Según le comentó Seonghwa ya habían rumores sobre él y su mayor pero se negó a escucharlos. En su clase de inglés se le acercó un muchacho.
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𑁍┊ Rumoribus exagitatam
Fanfiction- MinGi no te acerques mucho a él, dicen que es miembro de una pandilla. - Mira, esas fachas, es un busca problemas. - Me dijeron que una vez mandó a tres tipos al hospital de una golpiza. Échale un vistazo a todas esas heridas en su cara. "Donde Ho...