• c a r e •

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> no habrá contenido adulto.
> soft
> probablemente corto

> Kiri's p.o.v <
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A Eijirou muy frecuentemente le decían que era un sol, y que su sonrisa realmente era brillante, él simplemente se avergonzaba y sonreía aún más, porque el único sol en la tierra que él conocía era su novio durante las escasas ocasiones en las que...

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A Eijirou muy frecuentemente le decían que era un sol, y que su sonrisa realmente era brillante, él simplemente se avergonzaba y sonreía aún más, porque el único sol en la tierra que él conocía era su novio durante las escasas ocasiones en las que reía o hacía algo similar, su mundo entero era esa bonita cabellera rubia que de alguna manera encajaba perfectamente con una cara que no podía creer que existiera... Los ojos rojos de Bakugo parecían rubíes, y su nariz y labios no podían verse mejor, ¿Y su personalidad explosiva? ¡Kirishima moría por eso! Era adorable y varonil al mismo tiempo. Le encantaba... por eso mismo, cuando la mirada del rubio se volvía sombría y melancólica, un pedacito de su corazón se rompía. Esos días existían, hoy era uno de ellos.

Bakugo se encontraba gentilmente recostado sobre el regazo de Kirishima, su mejilla apoyada en el hombro de este mientras era gentilmente mimado con caricias en su cabello.
Esto sucedía a menudo, luego del incidente con los villanos y del secuestro, del retiro de All Might y de las peleas, sucedía con frecuencia que Bakugo se nublaba, se perdía y pasaba el día entero dubitativo y meditabundo, triste, decaído, sin siquiera insultar al pelirrojo, a quien de hecho le rompía el corazón ver a su novio en ese estado, dejándose hacer, siendo un maldito trapo.
En esos momentos, Kirishima debía estar para él y hacerlo sentir mejor, ser el más atento del mundo y tener más paciencia que nunca. Así que habló.

Amor, ¿No tienes sed? ¿Hambre? No has comido nada... Estás pálido —Acarició gentilmente la mejilla de Bakugo, quién correspondió de manera sumisa— Pareces un gatito, cariño mírame, dime qué hacer.

Bakugo levantó la cabeza y miró a Kirishima, sus ojos estaban cristalizados, ambos, iris y pupila más grandes de lo normal, obviando el hecho de que no estaba bien, no estaba atento a nada y su normal rechazo al mundo, en este día era simplemente triste indiferencia. Aún así le respondió, porque el pelirrojo estaba siendo muy lindo con él.

No quiero nada. Eijirou, sigue haciendo lo que estabas haciendo hasta ahora, no me dejes sólo, por un carajo.

Está bien, no te preocupes —Depositó un dulce beso en su frente y le sonrió al rubio de manera resplandeciente. Por un momento la habitación entera se iluminó a la vista de Bakugo— Estás pensando en algo, dime en qué... Puedo ayudarte si te preocupa. ¿O quieres jugar videojuegos?

Quiero dormir, tendré que hacer toda la tarea de hoy más tarde y necesito tener energía para eso, pero quédate conmigo mientras duermo. ¿Entiendes?

Kirishima se perdió un segundo mirándolo; esto sucedía a menudo, porque le costaba creer que existiera alguien tan lindo como Bakugo, tan único.
Cuando se conocieron, lo primero que ambos notaron que tenían en común fue sus inseguridades, Eijirou se mostraba positivo y alegre pero fue Katsuki quién descubrió cómo realmente se sentía, que muchas veces se veía a sí mismo inferior a lo que era, y lo desmotivado que se sentía al ver cómo otros prosperaban. Al mismo tiempo, el pelirrojo notó cómo desesperadamente Bakugo necesitaba saber que era el mejor, que era lo suficientemente bueno, y que se sentía inseguro de esto incluso cuando alguien lo elogiaba...

"Si yo no logro reconocerme, no vale que los demás lo hagan... Sólo da pena.",

Eso le había dicho el rubio una vez.
Kirishima salió de su pequeña nube y volvió a sonreírle al lindo chico que tenía frente a él.

¿Quieres que me quede despierto...? —Gentilmente rodeó al menor con sus brazos, y ambos terminaron recostados en el colchón, abrazados— ¿Prefieres que duerma contigo?

Si quieres dormir hazlo, pero duérmete después de mí. Me quedaré más tranquilo, por si sucede algo.

Ese "algo" definitivamente significaba un ataque sorpresa, era imposible que sucediera, los dormitorios y la escuela en general tenían máxima seguridad, pero el monstruo de la ansiedad y paranoia venía acechando a Bakugo desde un buen tiempo, así que no dudó en hacer lo que este le pidió.
En momentos así agradecía que los directivos y superiores les dieran un día libre, sabiendo que Kirishima era el único capacitado para acompañar al rubio en aquella situación. Fue el rubio quien lo solicitó, de una manera más que especial.

"Y una mierda que alguien más va a venir conmigo. ¡Si no es Kirishima no quiero nada! Ustedes la cagaron, por su puta culpa tengo ansiedad, ustedes me pagan la terapia y si yo quiero a mi estúpido novio conmigo cuando no me sienta bien lo tendré. No voy a discutirlo."

De esa manera lograron estar juntos cuando las cosas iban mal, y Katsuki estaba en lo correcto, fue culpa de la escuela que lo secuestraran, lo expusieron frente a una multitud, humillándolo en TV nacional y el jodido enfermo de Shigaraki Tomura se fijó en él. A Eijirou le hervía la sangre de sólo pensar que una persona tan retorcida se haya interesado en su novio, lo ponía colérico. ¿Y una multitud de gente fijándose en Bakugo y ríendo? ¿Mientras estaba atado y amordazado? Una mierda, el único con permiso de humillar al bonito rubio era él, y sólo en esas ocasiones, Estaba enojado, de verdad quería golpear a todos esos hijos de puta...

Oi, pelos de mierda. ¿Por qué estás enojado? ¿Ha? Si no quieres dormir conmigo puedes ir a tu maldita habitación. Nadie te puto obliga a estar aquí...

No es eso. —Eso sonó más autoritario de lo que debería, vio preocupación y dudas en la mirada de Bakugo, inmediatamente sonrió— Me distraje pensando en algo, bebé. Lo siento, no estoy enojado contigo... —Finalmente le dio un pequeño beso en los labios y lo acercó aún más a él. Ya no quedaba ni un milímetro de distancia entre ambos, estaban cómodamente acostados— Duerme, ¿Sí? ¡Buscaremos comida cuando despiertes!

Sintió al rubio asentir y acomodar la cabeza en su pecho. Dormir abrazando a Bakugo era reconfortante, sentía que estaba protegiendo al mundo entero entre sus brazos y que todo iría bien. Jamás le diría esto a su novio en voz alta, porque era increíblemente cursi y patético, pero Kirishima de verdad sentía algo de desesperación cuando no estaba literalmente al lado de Bakugo.

Kirishima.

¿Qué sucede? —Bakugo no solía llamarlo así, desde que comenzaron a salir simplemente lo llamaba por su nombre— ¿Necesitas algo?

Dime... —La voz del rubio se fue apagando y convirtiendo lentamente en un susurro— Dime que me amas.

Eso se sintió como un disparo de arcoiris y dulces en su corazón, Katsuki iba a matarlo un día...

¡Te amo! Lo hago, de verdad. ¡Pídeme otra vez que lo diga! ¿Sí?

Jódete, tengo sueño. Déjame dormir.

Bien, al parecer su novio ya se estaba sintiendo un poco mejor.

babie •️ kiribaku •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora