•¡puntaje perfecto!•

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¿Y bien...? —El rubio miró con una ceja levantada a su novio, que salió de la clase con el exámen en su mano— Apresúrate, dime que jodida nota sacaste imbécil.

Puntaje perfecto.

No necesitaron decir nada más. Ambos se dirigieron en silencio a los baños, con la cálida luz anaranjada del sol que entraba por los ventanales de la escuela como testigos. Estaban a punto de hacer algo malo y definitivamente muy emocionante.

~🧡✨

¡Hmp! J-joder... mierda mierda mierda, a-ah. M-más, ¡Más! Q-qué, ¿Eres una niña? ¡V-vé más rápido!

Bakugo gemía en susurros, su voz sonando aguda y débil, tenía ambas manos y su frente apoyadas en la puerta de aquél blanco y aburrido cubículo mientras era sujetado y follado por Kirishima.

¿Fetiches? Ambos tenían muchísimos, y compartidos. Nadie podría nunca haber imaginado que dos estudiantes de preparatoria serían tan aficionados y al mismo tiempo poco éticos. Pero ahí estaban, despojándose de cada ínfima gota de moral que a cada uno les quedaba, follando en el cubículo de un baño de la escuela que los educaba para ser héroes profesionales, podría considerarse un delito y si eran descubiertos en el acto sufrirían grandes consecuencias. ¡Y Katsuki Bakugo! Probablemente el futuro héroe número uno, siendo arremetido una y otra vez contra el frío mármol de la puerta, rogando y pidiendo más.
Afortunadamente los baños de la U.A eran enormes para poder adaptarse a cada tipo de particularidad, quizás realmente sea una lástima que Bakugo y Kirishima lo estén usando para hacer algo tan sucio mientras sus compañeros continúan sus clases, pero francamente en aquél momento no podían pensar en ninguna otra cosa.
Bakugo jadeaba y gemía en voz baja pidiendo más y más, agotando la paciencia de su amable novio, quién por fin estaba comenzando a ser rudo.

A-ah, cierra l-la puta boca... V-van a oírnos. —Kirishima estiro un brazo y tapó los labios del rubio, aumentando el ritmo de sus embestidas y tocando reiteradas veces la próstata de su novio, quién sólo lloraba mientras se aturdía por el sonido de la puerta siendo azotada al ritmo de las embestidas— Bebé, aprietas muchísimo, s-siento que voy a lastimarte... ¿Puedo ir más rápido? Dime, sientes como tu bonito culo se apreta alrededor de mi verga? —Besó el cuello de Bakugo y exhaló ríendo— Me contuve por una semana entera y ahora vas a caminar mal por días. Estoy jodiéndote en serio. Irás a los cambiadores y todos verán la marca de mis manos alrededor de tu pequeña cinturita... verán ematomas en tus clavículas, hombros y muslos... sabrán que te jodí fuerte. ¡Van a saberlo! El marica de Deku sabrá que le teme a nada más ni nada menos que la pequeña ramera de alguien... ¿No es así? Eres mi maldita puta rubia, Katsuki.

Mhm, sí, ¡ah! A-adentro. —Bakugo susurró. Él estaba llorando, no podía aguantarlo más, la degradación era su punto débil, podría correrse sólo con escuchar a Kirishima hablar así... Ya no aguantaba, quería que terminara dentro suyo, lo necesitaba.— Mhm, E-eijirou adentro...

¿Dijiste algo, amor? No te escucho, lo siento... —Dirigio su mano otra vez a la cintura de Katsuki mientras continuaba follándolo— El ruido de mi pene chocando una y otra vez contra tu trasero me distrae... ¿Qué dices que quieres? Pídelo bonito para mí, ¿Sí? Me lo merezco.

A-Aah, j-jodídamente termina dentro mío, e-ensúciame, por f-favor...

Kirishima apretó el redondo culo de su novio mientras terminó dentro con un gemido, sintiendo como las paredes alrededor suyo se apretaban también, respiró hondo y besó la cabeza de Bakugo, quién a penas podía moverse o hablar y tenía ambas piernas como gelatina. Él había acabado también. "Es tan bonito...", Pensó de verdad Kirishima. Salió de su interior y sus ojos fueron directo a la entrada de su novio, otra vez, que rebosaba del característico líquido blanco por el que tanto rogó... no escuchó a Bakugo hablar hasta muy tarde, no le entendió.

babie •️ kiribaku •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora