El poder era un estimulador muy potente. Incluso me atrevo a decir que es una de las drogas más peligrosas en el mundo, y los seres vivos son sus víctimas más constantes.
Pero... estaba vez fue un poco diferente.
Las cosas se tornaron un poco... ¿extrañas? ¿inesperadas? ¿locas? No sabría como definirlo.Los dos seres que pasean alrededor de todo el subsuelo buscando imponer su voluntad sobre el otro. Buscando vencer en esa batalla que parecía no tener fin para ninguno.
Se podía sentir el odio y la locura en el ambiente. El miedo era ya normal en los habitantes que poco a poco iban siendo cazados por dos depredadores que hace tiempo habían perdido los escrúpulos.
Sin embargo está vez algo había cambiado en uno de ellos. Su misma locura había buscado una solución completamente diferente a las que venía aplicando para sobrepasar a lo que él consideraba un demonio desalmado. Algo que a pesar de que lo había negado todo este tiempo, él deseaba hacer con muchas ganas...Narra Sans:
Sólo tenía que esperar unas horas más y su plan por fin se pondría en marcha.
¿Cuantas veces había fantaseado con ello? Los diez dedos de sus manos definitivamente quedaban cortos. Aunque eso ya daba igual, pronto podría pobrar una de sus teorías y quería ver que tan bien funcionaría. Porque si... él sabía que lo haría.Pronto esa niñata desquiciada iba arrodillarse ante él... se encargaría de eso.
Desde que comenzó a recordar cada reseteo, se dio cuenta de que Frisk seguía envejeciendo. Al parecer el tiempo seguía corriendo para ella.
Algo inusual, pero muy conveniente para lo que tenia en mente. Después de todo el hecho de que ya sea toda una mujer le había favorecido físicamente y ahora era todo un espectáculo a la vista con esos short que cada vez le cubrían menos y esa remera le quedaba más apretada con el tiempo. El hecho de que nunca comenzase a usar corpiño era algo que lo enloquecia cada vez que se encontraban. Si bien no estaba tan familiarizado con la anatomía humana, no podia negar que le resultaba atrayente. Algo en ella fue cambiando a lo largo de cada reseteo, algo que confirmaba que había dejado de ser una niña.
Si... definitivamente ya no era ninguna niña, su esencia había cambiado a la vez que sus actitudes.
No era ningún experto, pero sabía que estaba provocándole, quería algo de él. Probablemente algo que ni ella sabía que era, pero yo si.
Aún así, él se encargaría de hacerla gritar como la niña que ella piensa que sigue siendo. La haría darse cuenta de su equivocación. Pagaría cada cosa que hizo, aunque le llevase toda la eternidad lograrlo. Y si llevaba toda la eternidad... mejor que mejor.
Había estado planeando desde hace algun tiempo lo que pensaba hacer en unos instantes. Se había encargado de no dejar nada al azar. Ella no podría hacer nada contra él.
Se encontraba esperándola en el corredor, en el lugar donde habían pasado más tiempo ambos a lo largo de los reseteos. Aquí si que el tiempo dejaba de significar algo cuando se encontraban. Pensar en todas las veces que su dulce sangre le cubrió... Ja, hacía que rompiera varias normas de la lógica humana. Su entrepierna era la perfecta prueba de ello.
Ante el pensamiento no pudo evitar sonreír. Estaba tan cerca de conseguirlo...
De pronto se escucharon unos pasos acercándose en la distancia. El eco de cada pisada haciéndose cada vez más cercana provocaba que su sonrisa creciera cada vez más.
Tan cerca...-Sansy, Sansy, Sansy... ¡¿Cómo has podido dejarme sin diversión en toda esta ronda?! Todos en este maldito lugar estaban muertos antes de que siquiera los viera ¿Cómo diablos lo has hecho?- se notaba que el enojo era fingido, aunque había una nota de reproche en su tono infantil.
- Seguro se tomaron el día libre- mi sarcasmo pareció no gustarle mucho por la expresión de su rostro- ¿Qué pasa? ¿Te enoja haberte vuelto más lenta?- dije mientras reía suavemente. Podía ver como su rostro enrojecia de enojo.
- ¡Cierra la boca! Seguro usaste tu magia para adelantarme- dijo acusándome con su dedo- Eso no es justo...- dijo un poco más bajo mientras se cruzaba de brazos con enojo.
El hecho de que lo hiciese con fuerza y resaltase sus pechos todavía más provocó que no pudiese apartar mi vista de ellos ¿Cómo serían?
Debo decirlo, la curiosidad siempre fue uno de mis más grandes pecados.
- ¡Ugh! ¡No te quedes ahí callado, di algo!- su voz me saco de mis pensamientos y me hizo mirarla a la cara de nuevo. Su rostro tenia un encanto que no podria explicar, es un poco... siniestro. La locura pura se veia reflejada en su suave rostro- Estas muy raro últimamente. No me digas que están volviendo los remordimientos- su tono burlón sólo logró irritarme.
-¿Y que si es eso?- dije mirándola desafiante a pesar de no sentir ninguno. Hace tiempo que deje de sentir culpa. Además Paps siempre apoya mis desiciones, el piensa que esto está bien. Aunque lo único que le molesta es que no la haya matado aún, pero no quiero que esto se detenga tan pronto. No está vez por lo menos.
- Ay Sansy... ¿Acaso quieres que te recuerde como son las cosas ahora?- dijo mostrando esa maldita sonrisa psicótica. La mire sin expresar ninguna emoción en mi rostro- Sabes como funciona esto. O estas conmigo... o te conviertes en una dulce presa- su sonrisa se extendió aún más y su voz se volvía cada vez más melosa, como si intentase ser paciente y agradable. Aún así en sus ojos se veia clara la amenaza.
Nunca le gustó que le lleven la contraria.
- Lo sé perfectamente- dije manteniéndo mi tono distante y mi rostro aburrido.
- ¡Perfecto! Odiaria tener que recordarte quién está al mando aquí- dijo con fingida pena. Era consciente que lo que decía era cierto, lo que me hizo odiarla aun más.
Pero eso cambiaría muy pronto...
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Let's sin
FanfictionLibro de one-shots Frans. Si no les gusta lo kinky y lo que es un poco "fuerte", este no es su libro. Si buscan algo más light fíjense en mi otro libro "Let's make lemonade" que es más tirando a lo romanticon y vainilla😉 Y si buscan sin ningún tipo...