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Estaba en la cafetería de la universidad.

Habíamos salido temprano, así que mis amigos ya se habían ido. Yo me quedé a esperar a que Suga saliera de clases. Me dio hambre temprano, así que estaba comiendo sola y viendo el partido de fútbol que estaban pasando. 

En eso una chica se sentó frente a mi. No la miré, porque eso es muy normal. Solo seguí comiendo.

— Hola, ¿te acuerdas de mí? — dijo con un acento extranjero. La miré detenidamente hasta que me acordé.

— ¡Ah! Si, la amiga de Yoongi, ¿cierto?

— Si. No quiero interrumpir tiempo mucho — se nota que apenas está aprendiendo español. Me causo gracia y ternura.

— Esta bien, ¿qué pasó?

— Déjalo.

— ¿Qué?

— Deja a Suga — aunque su mirada era seria, no pude evitar la carcajada. Ella se molestó aún más.

— Oye, no es que quiera ser grosera ni mucho menos, pero me recuerdas a las niñas de 13 años con su primer novio. Sin ofender.

— Hablo en serio. No te ama, te utiliza — okay, esa frase se la aprendió, se nota.

— Pero no entiendo. ¿Por qué dices eso? — si de algo estaba segura es que Yoongi me ama. Lo confirme cuando dijo que quería que conociera a sus padres; sé que eso en Corea significa boda. No dudaba de él ni de sus sentimientos.

— Él iba a casarse conmigo. Y lo va a hacer — se paró enojada. Bueno no. Furiosa. Incluso su cara estaba roja.
Yo también me enojé, aunque realmente estaba confundida.

Quería que Suga saliera pronto para poder hablar con él.

No le creo mucho a ella. Pero prefiero confirmar.

Hola mi bebé, ya salí.
¿Dónde estás?
4:15 p.m.

En la cafetería
4:15 p.m.

Okay, voy.😘😘
4:15 p.m.

Llegó, me saludó y me besó. Luego fue a comprar su comida.
De mientras pensaba en como decirle. Se sentó frente a mi, donde antes estuvo su amiga y me miraba bonito sin decir nada. Con una gran sonrisa, por cierto.

— Oye, vino tu amiga y hablo conmigo.

— ¿A sí? Que raro, no le caes muy bien — dijo entre risas con la boca llena.

— Sí, me di cuenta.

— Uy ese tono. ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?

— Que te dejara. Que no me amas, solo me usas — se puso serio. Nunca lo había visto así.

— No creo, ella no es así — me le quede viendo feo. Era la primera vez que me sentía realmente enojada con él.

— A bueno, está bien. Chinga a tu madre — tengo que aceptar que si me alteré. Pero escucharle decir que le creía más a su amiga que a mí sin siquiera escucharme, me puso mal.

— Oye tranquila — su tono era de molestia. Lo mire, aunque no quería.

— ¿Acaso crees que yo me lo inventé?

— No estoy diciendo eso, solo que sé que no te cae bien. Incluso le tienes celos.

— O sea que sí. Sabes qué, olvídalo mejor. Luego hablamos— me paré, pero inmediatamente me tomo la muñeca.

— No, espera Leonora. No te enojes mi vida.

— ¿Cómo no quieres que me enoje si esa perra viene y me dice que te deje porque ustedes dos se iban a casar y crees que yo me lo inventé? — ya casi estaba gritando. Varios se nos quedaron viendo.

— ¿Qué? — su cara de súplica cambió a una de extrañeza.

— Esa es otra. Tú y ella ¿se iban a casar? — se me quedó viendo, estaba pensando. Eso no me dio mucha confianza. Es como si me escondiera algo. Me dolió. Se sentó de nuevo e hice lo mismo.

— Mira Leonora, sé que quedamos en que no nos esconderíamos nada uno al otro. Sé que te dije que te había contado todo mi pasado y que nadie sabe tanto de mí como tú. Y lo último sí es verdad. — Su confesión me dolía, creí que no me mentía y que realmente era súper honesto conmigo, como prometió. — Lo que llegó a pasar con Seung fue cosa de adolescentes. Realmente no entiendo porqué te dijo eso.

No sabía cómo sentirme. Por un lado parecía que me estaba ahogando en un vaso de agua; y por otro lado quería llorar.
Me quedé callada. Volteaba a un costado con tal de no verlo, porque sabía que si lo veía, lo más probable es que no aguantára contener las lágrimas. No permitiría que me viera así en un momento como éste.

— Mira Leo — dijo en voz baja, y tranquilo — cuando ella y yo éramos adolescentes tuvimos un romance. No fue nada serio realmente, pero en una ocasión le prometí que nos casaríamos. Nuestras mamás siempre han soñado con qué eso se vuelva realidad, aunque, en aquel tiempo, yo no sabía lo que decía.
Obviamente nuestras mamás se enteraron, y hasta el día de hoy insisten en qué ella y yo deberíamos estar juntos. Y si quieres que sea más sincero contigo, mi mamá tampoco te quiere. Mucho menos como mi esposa. Se enojó conmigo cuando le dije que eras mi novia, y desde entonces solo me ha llamado para preguntar si ya terminamos. Incluso cuando fui a Corea no me quiso ver. — Lo que me estaba diciendo hizo que llorara, ahora sí. Ni tan siquiera conozco a mi suegra y ya me quiere fuera de la vida de su hijo. Limpió delicadamente las lágrimas que resbalaban por mis mejillas. — Mi intención no era hacerte llorar bebé. El punto es que no quiero que dudes de mí, ¿sí? Incluso estoy perdiendo a mi madre por estar contigo. Quiero que vayamos a verlos para que te conozcan y vean que eres la mejor persona que pueda haber en este mundo, y que estoy perdidamente enamorado de tí. Y si no quieren entender que te amo, ni modo. Me quedaré contigo de todas maneras. Nos casaremos, formaremos una familia y viviremos juntos por el resto de nuestras vidas. Te amo Leonora. Y siempre lo haré.

Jugamos? - Min YoonGi (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora