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Anteriormente:

V: (acercandose sensualmente a César) Y qué vamos a hacer ahora señor Evora?...

C: (cargandola en brazos) Vamos a concluir lo que dejamos pendiente en el camerino.

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César recostó a Victoria en la sábana que tenía tendida en el suelo, rápidamente empezaron los besos que fueron subiendo de tono a medida que la temperatura de sus cuerpos también.

Dicen que cuando las almas gemelas por fin se unen en una sola, el mundo danza al compás de una melodía que solo escuchan los enamorados.

Y eso justamente pasaba esa noche, 24 de agosto de 2020, esa fecha debiera ser incluida en las fechas históricas de México.

V: (respirando agitada) César, no sabes cuanto tiempo llevo esperando esto..

C: (mirandola con ternura) Esta noche te daré todos los orgasmos que te han faltado todos estos años.

Dicho esto empezó una batalla campal que nunca iba a finalizar. César besaba el cuello femenino apasionadamente, esparcía besos por doquier mientras que a momentos se detenía para observar la cara de placer de su mujer, sí, ya era su mujer. Victoria se restregaba bajo el cuerpo robusto de César, como podía lo besaba en la cara ya que él estaba muy ocupado jugando con su cuerpo.

César decidió ir más allá y mirando fijamente a Victoria, empezó suavemente a quitarle la chamarra negra que ella llevaba, Vicky soltó un gemido ahogado cuando sintió la tibieza de los labios masculinos sobre su piel, le sostenía la cabeza a César llevandola hasta sus pechos, él no esperó un segundo y como un niño chiquito fue succionando los senos de su mujer.

Victoria se arqueaba, pero quería más, así que condujo a César hacia su intimidad y abrió las piernas aún más incitandolo a ir más allá de aquellos ardientes besos. Él le quitó con destreza las bragas y sin piedad hundió su boca en la intimidad femenina, arrancandole a Victoria sonoros gemidos.

V: (restregandose en el suelo) Ahhh...César...así...

César paró un momento para respirar y subió a la boca de Victoria haciendola probar su propio sabor, allí danzaron un rato sus lenguas, César seguía propiciandole placer a su mujer ya que seguía estimulandola con sus dedos, ella convulsionaba sin parar, mientras se aferraba al cuerpo masculino como si fuera su tabla de salvación.

C: (mirandola fijamente) Te gusta?...quieres ya tu primer orgasmo?...

Victoria solo asentía con la cabeza, él entendió entonces que ella estaba más que lista, asi que volvió a recorrer el cuerpo femenino con calientes besos y se detuvo allí en la entrepierna de aquella mujer que se mordía las manos para ahogar sus gemidos. César lentamente pasaba su lengua por el clitoris mientras la miraba directamente a los ojos.

V: (agitada) No me tortures de esa manera...hazlo más rápido por favor.

César obedeció y empezó a mover su lengua con destreza y a un ritmo salvaje que pronto hizo que Victoria enloqueciera, se tensó su cuerpo y sintió como una corriente bajaba hacia su vagina y entonces fue inevitable lo que tanto ella soñaba .

V: (convulsionando de placer) Ahhh....Césaaar....

Tomaron unos minutos para recobrar el aire, hasta que Victoria le dijo a César que lo necesitaba dentro de ella.

Él la penetró lentamente, pero una vez dentro de ella no pudo esconder sus instintos salvajes y empezó a embestirla con una fuerza brutal. Eran dos perfectas piezas acopladas, así estuvieron una hora hasta que ambos convulsionaron juntos presos de un orgasmo intenso y maravilloso.

TÚ Y YO NACIMOS PARA MORIR IGUALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora