Capítulo 1: Kath.

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          Kath se encontraba sentada en el patio trasero del Hyfforddiant, apoyando la espalda en el tronco de un árbol, pensaba en lo extraño que le parecía el nombre “Hyfforddiant” aún le parecía nuevo y diferente, a pesar de que lo escuchaba desde que tiene memoria. 

         El viento soplaba fríamente y las nubes grises y arremolinadas  indicaban que pronto llovería. Kath alzó la vista y contempló por unos instantes el grisáceo cielo; el viento le alborotaba su negro cabello y las nubes se reflejaban en sus potentes ojos grises.

-          ¿Qué sucede, Kath? – Preguntó Dáimon mientras se sentaba a su lado.

 -          ¿En qué momento llegaste? – preguntó Kath.

         Observó a Dáimon detenidamente, sabía lo que contestaría “No contestes una pregunta con otra pregunta, Kath” 

 -          A ver, ¿Cuántas veces te he dicho que no contestes una pregunta con otra pregunta, Kath?

         Ella sólo sonrió. Sabía que diría, lo conocía demasiado, quizás incluso más de lo que ella se conocería jamás. Alzó nuevamente la vista y observo el tranquilo movimiento de las nubes, tenía la leve impresión de que Dáimon la miraba y por alguna extraña razón recordó el día que conoció a Dáimon:

            Era el día de presentación de Kath en el Hyfforddiant y había muchos demonios iguales a ella, sin experiencia, desorientados y esperando su turno para mostrar sus habilidades. Kath estaba nerviosa, sus manos estaban muy sudadas  y el corazón le golpeaba con fuerza el pecho, miraba a todos lados y en especial hacia la sala de presentación, ahí era donde mostraría sus habilidades y se deliberaría si era aceptada o no. Por alguna razón recordó el día que su hermano mayor, Path, la llevó por primera vez al Hyfforddiant. Recordó lo emocionada que estaba por entrenar ahí y lo ansiosa que estaba porque llegara el día de presentación. El recuerdo de ella por primera vez en aquel lugar hizo que se calmara y se centrara; ya se encontraba más relajada cuando lo escuchó “¿Estás más tranquila?” era una voz dentro de su cabeza, la voz de un chico. Comenzó a mirar a su alrededor buscando al dueño de aquella voz y de pronto, lo vio, apoyado contra la  pared cerca de un pasillo del Hyfforddiant; era un chico alto, delgado y de espalda ancha. Tenía unos intensos ojos verdes y el cabello color caoba. Miraba a Kath con una sonrisa de medio lado, una sonrisa demasiado sencilla para la compleja composición de su rostro y de su cuerpo. Era todo ángulo, sus  pómulos, su quijada, sus hombros, la forma en que acomodaba sus brazos y piernas, era el chico más hermoso que Kath había visto. “Sabes preciosa, puedo oír tus pensamientos  y aún no me contestas, ¿te sientes mejor?” Kath lo miró fijamente, mientras pensaba en lo mucho que destacaban sus ojos verdes  y su cabello caoba en medio de su blanca y perfecta piel, contestó “¿Cómo puedes estar dentro de mi cabeza?”  Vio al chico sonreír ampliamente y bajar la mirada unos segundos, luego volvió a fijar su intensa mirada en Kath. “No se contesta una pregunta con otra pregunta” Kath sonrió en contra de su voluntad. “Sí, estoy más tranquila, gracias. Sea lo que sea que hayas hecho”;  “Me alegro. Sólo reviví uno de tus recuerdos, es más fácil calmarte si piensas algo positivo, además, ¿por qué estás tan nerviosa? Kath notó como nuevamente su corazón volvía a golpear contra su pecho y como el sudor comenzaba a correr nuevamente. “Aún no he descubierto mi habilidad” Notó como el chico abría abruptamente los ojos, aunque sólo fue por un instante, inmediatamente recobró la compostura. “¿Qué es lo que harás entonces?” Kath miró hacia adelante, en realidad no tenía  ni la menor idea de qué haría, pero ya era su turno, debía presentarse.  “Improvisar”

El diario de Kath.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora