La Deuda. [Yoonmin]

Un día juntos

Min Yoongi:

No me di cuenta cuando quede dormido, pero desperté al sentir caricias en mí rostro.
Abrí los ojos y lo primero que vi, fueron los ojos de jimin entrecerrados.

— ¿Donde estamos? – dije notando que estábamos acostados –

— en mí cuarto – susurró con la voz suave –

— ¿Fue difícil traerme hasta aquí? Soy gordo... debió ser difícil – dije sintiendo vergüenza y baje mí mirada –

— ¿Gordo? – soltó una carcajada y se acercó más a mí – Yoongi no eres gordo – susurró y acarició mí mejilla –

— tengo kilos demás – dije tocando mí estómago – estoy algo redondo, debería dejar de comer – di un salto cuando su mano precionó mí estómago –

— ¿Quieres ser delgado y morir de debilidad? – dijo molesto –

— no pero... – gruñó y subió su mano hasta mí mejilla –

— pero nada Yoongi, eres precioso – sentí mis mejillas arder y me gire para quedar boca arriba –

Sentía vergüenza, nadie me había dicho algo así.
¿Soy precioso? Pero tengo una panza enorme, además parezco un zombie.

— eres hermoso – deje mis pensamientos en el aire cuando sus labios aplastaron los míos y apoyó su mano en mí pecho –

Temble levemente, aún sentía miedo de él.
Pero está vez era suave, succionó mí labio inferior y pasó su lengua por el borde para pedir permiso.
Abrí mí boca y adentró su lengua profundizando el beso.
Con las manos temblorosas lo tome del cabello y él gimió, un calor me inundó y se separó para besar mí barbilla.

— n-no quiero seguir – susurró dejando su cabeza entre mí cuello y mí mandíbula –

— ¿Porque? – dije con la respiración agitada –

Se quitó de encima mío y se acostó a mí lado, me coloque de costado y levanté mí cabeza para verlo.
Tenía los ojos cerrados con fuerza, su rostro estaba neutro.

— no quiero que cada vez que te bese, terminemos teniendo sexo, no quiero eso para nosotros – susurró y lo mire sorprendido –

¿Nosotros? ¿A que se refiere?
Mordí mí labio inferior nervioso y acaricié su mejilla.

— ¿Nosotros? No entiendo bien a que te refieres – dije confundido y abrió sus ojos –

— tu eres mío – dijo serio y trague saliva – te hice una promesa y no la pienso romper – sonrió ampliamente y me jaló hacia él – ¿Me besas? – susurró y sonreí –

— ¿Tengo opción? – dije divertido y él frunció el ceño –

— si no quieres no lo... – lo callé con un beso –

Succioné sus labios con más ganas que hace rato, tomándolo del cabello y sus manos me tomaron de la cintura haciendo que quede encima suyo.
Aunque estuve sobre él, no pasó a más.
Solo nos besamos varias veces entre sonrisas y caricias suaves.

(...)

Sentí cosquillas en mis mejillas y abrí los ojos, jimin estaba repartiendo besos en mí rostro y me hizo reír.

— buenos días pequeño – dijo sonriendo y amplíe mí sonrisa –

— buenos días – dije sentándome y él se levantó –

— date un baño, haré el desayuno – se fue del cuarto y frunci mí ceño –

¿Dijo que hará el desayuno? Si no sabe cocinar.
Reí al darme cuenta y fui al baño, me bañé con tranquilidad.
Después de darme un buen baño, salí de la ducha y seque mí cuerpo.
Salí del baño y fui al armario para buscar ropa, me coloque un boxer y elegí entre todas las prendas.

Tome una remera negra que se ajustaba a mí cuerpo, un jean azul ajustado y rasgado en las rodillas. Zapatillas con calcetines y estaba listo.

Salí del cuarto de jimin, baje las escaleras rápidamente y me adentre a la cocina.

— ¿Cocinaste? – pregunté cuando lo vi acomodando platos en una bandeja –

— si – dijo sirviendo el desayuno –

— que extraño ¿Y esos paquetes? – dije riendo y él comió una dona sin hablar –

Sus mejillas se tornaron rojas y sonreí ampliamente, fui dónde él y lo abrace desde atrás.

— la intención es lo que vale – susurre y bese su mejilla –

— gracias por valorarlo – dijo sonriendo y me senté a su lado –

Ambos comimos en silencio, pero era un silencio cómodo.
Cuando terminamos de comer, yo lave los platos y él se quedó mirandome.

— quiero pasar un día contigo – soltó de repente y seque mis manos –

— ¿Cómo? – dije confundido –

— un día juntos – me jaló de la cintura y me pegó a su cuerpo –

— por mí está bien – sonreí y besó mis labios cortamente –

El timbre de la casa sonó y él frunció el ceño, me miró confundido y luego se fue de la cocina.
Decidí seguirlo y cuando abrió la puerta, un hombre más alto que él lo abrazó.

— mí amor... Te extrañe – dijo el desconocido para mí –

— ¿Que haces aquí Seokjin? – preguntó jimin molesto y el otro hombre lo besó –

Abrí mis ojos de par a par sorprendido y supe quien rayos era.

Kim Seokjin el ex de jimin.