Capitulo 5

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Por fin llegando al auto, Harry saco el control para habilitar las puertas y entraron en este..., se colocaron los cinturones y cuando el rizado introdujo la llave para encender el auto, Niall saco un mapa enorme fijándose dónde quedaba el lugar y empezó a guiar el camino.

En lo que iba del viaje se habían perdido dos veces, había que admitir que el rubio era pésimo para esas cosas, hasta que se cansó del mapa donde decidió abrir la ventana y tirarlo.

—¡NIALL! —dijeron todos los que estában en el auto.

—¿Que? Ni que nos estuviera sirviendo de algo, los voy a guiar yo a base de mí memoria... Que dios este de nuestro lado, porque no se volver —había empezado a reír para calmar la tensión, pero no les hizo gracia a ninguno.

—Rubia, amor, por casualidad ¿vos conectas las neuronas? —pregunto la pelinegra sarcásticamente.

La ignoro por completo y siguió viendo la ventana, hasta que después de un largo tiempo sin rumbo reconoció el cartel, eso implicaba que ya estaban a punto de llegar.

—Ey estamos cerca... Hazza dobla hacia la derecha y después sigue dos cuadras para adelante —el rizado obedeció y siguió sus indicaciones.

Habían por fin llegado al lugar, era hermoso, la entrada era un camino de tierra rodeado de puros árboles, parecía un bosque encantado...

—Okey ya llegamos, muevan sus lindos traseros del asiento que tenemos que caminar mucho —dijo el rubio abriendo la puerta del vehículo.

Todos sin rechistar copiaron las acciones y se bajaron, el rubio estaba adelante lo que significaba que debían seguirlo y así fue.

El lugar simplemente era hermoso podías ver cómo la luz del sol quería traspasar las hojas del árbol, el viento era cálido y los pajaritos hacían un tono encantador; entonces fue cuando al pasar por unos arbustos había una cascada no tan grande haciendo vista hacia un río azulado precioso.

Todos habían quedado boquiabiertos de tan hermosa vista, simplemente volver no iba a ser la primer idea que se les ocurriera.

—Esto es... Hermoso —el castaño seguía alucinado.

—Y tu que no querías venir —dijo la pelinegra.

Se empezaron adentrar más y más en el lugar, cuando no se dieron cuenta que el rizado no estaba.

—¿Y Hazza?

—Aca..., ¡Chicos aca! —grito al ver qué ninguno podía verlo.

Todos se dieron vuelta y levantaron su vista hacia arriba, viendo al chico rizado sobre una piedra, a nada de tirarse del mini precipicio.

—No te vas animar, el agua está congelada —el rubio lo desafío.

El oji-verde al escuchar que Niall lo veía incapaz de tirarse, se deshizo rápido de su camisa blanca dejándola a un costado. Pero antes de hacer la acción para lanzarse, pudo notar la mirada de unos ojos azules provenientes del castaño, que no paraban de mirar su pecho y abdomen; el oji-azul a los segundos levantó su vista encontrándose con unos ojos verde esmeralda que lo estaban observando y ese contacto visual los hizo ruborizar ambos, logrando que el castaño ladee su cabeza rápidamente y provocar una risita tímida por parte del rizado.

—JA, yo te di... —el rubio trato de burlarse otra vez, pero no pudo terminar ya que Harry había saltado, cayendo al lado aproposito de este para mojarlo.

—Ah, ¡yo te mato!

La pelinegra vio que los dos chicos estaban muy cerca de la orilla del agua y decidió empujarlos por detrás, consiguiendo como devolución que la empapen.

ᴇɴ ᴜɴ ᴇᴛᴇʀɴᴏ ᴘʀᴇꜱᴇɴᴛᴇ [Larry y Ziam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora