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— Hao, es hora de volver a casa para cenar...

La voz de Soonyoung irrumpió en la sala de baile, en donde se encontraba Minghao ensayando sin parar.

— Y-ya voy hyung —respondió Minghao sin dejar de bailar frente al espejo.

Soonyoung ingresó y acercándose al equipo de música, la detuvo, ganándose una queja por parte del menor.

— Estaba terminando, Hoshi hyung.

Hizo un puchero difícil de ignorar para Soonyoung que acercándose, tomó las mejillas contrarias y las apretó con cuidado.

— Y yo dije que vayamos a casa. Has estado toda la tarde aquí. Me preocup-... —apenas dicho eso, Minghao se sonrojó y Hoshi se puso nervioso, soltándolo con cuidado,— M-me refiero a q-que, con los chicos en general, nos estamos preocupando...

— E-entiendo hyung. Me adelantaré, n-nos vemos en casa.

Minghao se despidió y en un santiamén, ya estaba saliendo del estudio, dejando a Soonyoung con las palabras en la boca. Esa tarde quería declararse al chino, pero era preferible hacerlo en otra ocasión.

Antes de irse, dejó una pequeña margarita sobre el equipo de música y se retiró.

— Mañana lo haré, lo prometo...


Entre Flores y Danzas | Soonhao ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora