Sonrisas eternas

585 43 4
                                    

LISBON:

No me quería girar, quería aparentar que no estaba desesperada porque el FBI me diese un trabajo ya me daba igual de que. Pero no pude aguantarme, cuando los pasos estaban ya muy cerca de mi decidí darme la vuelta sin imaginarme por un momento lo que mis ojos encontrarían.

Me costó un poco reconocer su cara, hubo un par de segundos que no sabía quien era, supongo que mi mente no era capaz a asumir que Patrick Jane estuviese justo enfrente de mi, que le estuviese mirando su cara que después de tanto tiempo no se me había olvidado. Cuando por fin caí en quien era mi cuerpo se quedo paralizado, abrí y cerré los ojos pensando que igual lo que veía era fruto de mi imaginación , pero no. Una sonrisa deslumbrante se formo en su rostro, sus ojos azules me volvían a mirar y yo seguía congelada.

Jane abrió sus brazos pidiéndome con la mirada que le abrazase, su cara seguía teniendo esa sonrisa de tanta felicidad. Sin pensármelo dos veces me levanté de un salto para caer otra vez en sus brazos, esos brazos que me creaban esa sensación de que siempre estaría bien, que con él nuca me pasaría nada. Estuvieron a punto de saltarme las lagrimas, no quería separarme de él nunca más, no era consciente de lo mucho que lo necesario hasta que se fue a México y mi vida se vino abajo, noches que había pasado en vela pensando en que algo horrible le había pasado o pensando en que nunca más lo volvería a ver. Pero todo eso se esfumo cuando sus brazos me rodearon y sentí mi cara en su pecho.

Mis ojos empezaron a mojarse, mi boca no dejaba de sonreír y cada vez se me aceleraba más el pulso, me alejé de él por mucho que me costase, pero si seguía abrazada a él empezaría a llorar y no podría parar. Le mire a los ojos y los instantáneamente sonreímos.


JANE:

Nada más abrir la puerta el corazón se me acelero, no podía creérmelo, era imposible, dos años asimilando que no la volvería a ver y aquí está, delante de mí. Me acerqué poco a poco hacía ella, tenía miedo de que estuviera molesta conmigo, le había enviado cartas prácticamente cada semana, pero ¿ y si nunca las recibió? o ¿ y si nunca quiso abrirlas?

Cuando vi su cabello negro una sonrisa gigante apareció en mi cara, no era consciente de que la estaba poniendo, solo era capaz a fijarme en ella. La quiero, enserio que la quiero, no se si como compañera, amiga o como pareja pero la quiero y este tiempo sin ella se me ha hecho eterno.

Lisbon me miró y mi cara empezó a quemarme, mis ojos empezaron a pedir llorar y mi cuerpo solo abrazarla, abrí los brazos y Teresa enseguida se me tiro encima. Nuestro abrazo duro lo suficiente para que no me pusiese a llorar, era incapaz de despegarme de ella. Todos mis sentimientos quisieron unirse en nuestras miradas, era perfecta.

- Hola Lisbon - dije sin quitar la enorme sonrisa que se había tatuado en mi cara nada más verla.

- Hola Jane - me dijo con los ojos brillantes y su sonrisa medio torcida - Veo que has cambiado un poco de estilo - me miro detalladamente. Si es verdad que durante mi estancia por México dejé de llevar chaleco y camisas azules claritas a unas camisas un poco mas playeras.

- Yo te veo igual, puede que un poco más guapa-

- ¿ Qué hago aquí Jane? , ¿ qué haces tú aquí? - la mire un poco más serio pero sin quitar mi sonrisa de la cara.

_ Será mejor que te sientes Lisbon _ dijo firme Abott. Con todos los nervios se me había olvidado completamente que Abott estaba detrás y que yo estaba a punto de trabajar para el FBI.

Lisbon se sentó, acto seguido me senté yo y luego Abott, me intente sentar enfrente de Lisbon para ir viendo sus expresiones a medida que Abott le explicaba mi "plan" para volver a trabajar juntos.

Poco a poco la expresión se la cara de Lisbon iba cambiando, y yo no sabía que pensar, estaba tan nervioso que no era capaz a identificar si Lisbon estaba enfadada o contenta.
Abott acabó de explicar y le enseñó el "contrato" se servilleta que habian firmado. Entonces un silencio se hizo en la sala, era el momento de que hablara Lisbon.

- Y bueno, que piensas Lisbon? - pregunté sin quitar mi sonrisa de felicidad.
- Pues no se Jane, tengo que pensarlo yo ya tengo mi vida - me miro a los ojos - Han pasado 2 años Jane, he seguido con mi vida -

De repente mi corazón dio un vuelco y mi sonrisa cayó.
- Lo entiendo Teresa , lo entiendo - mire a la mesa y la volvi a mirar.
- Por lo menos te he podido ver - entonces mire a Abott - Bueno Denis puedes llevarme a la cárcel, por favor que tenga una buena cama - y una mueca que intentaba ser una sonrisa apareció en mi cara.
- Lisbon, te había echado de menos - le dí un abrazo y me fuí.

LISBON:

Mi corazón no para, siento que se me va a salir del pecho. No entiendo por qué le he dicho que no podia quedarme o que no quería, ansiaba con todo mi ser quedarme en Texas con él y en el FBI. Mi vida dejó de tener sentido cuando el CBI se disolvió y Jane se fue, el se había convertido en uno de los motores de mi vida y de un día para otro se esfumó. Verle hoy ha sacado de mi sentimientos que crei que nunca tendría, una rabia que me pedía romperle la nariz y otra no parar de abrazarle, esos brazos rodeándome y sintiéndole en mí, hacía mucho que no me sentía tan segura.

Me quede sentada en la sala pensando en lo que tenia que haber dicho y no dije. Después de 10 minutos me levante decidida a no irme de Texas y hablar con Patrick.

Encontré un hotel barato pero bonito en el centro y me fui a dormir.
Al día siguiente salí ha hacer unos recados y después de comer fui a la cárcel donde se encontraba Jane.

- Hola - dije cuando me abrieron la puerta y le vi de espaldas, aun así no conseguir detener mis ganas y nervios que tenia de verle.

- Lisbon! - dijo él girándose rápidamente y dibujando una sonrisa preciosa.

Me senté en su cama donde también estaba él y saqué algo de mi bolso.

- Jane antes de nada, necesitaba decirte que... dije que no al trato porque es verdad, tengo mi vida, no la que me gustaría pero la tengo y que vengas así de repente después de 2 años totalmente desaparecido - cuando dije eso supe que Patrick me lo discutiría pero era mi momento de hablar asique le mande callar - Vale si me enviaste cartas pero no pude hablar contigo ni verte ni... - mi voz empezó a romperse, carraspee y cogi aire - Patrick lo pasé mal, estaba intentando supera todo lo que pasó, quiero trabajar en el FBI pero no se si quiero que sea solo para complacerte a ti - acabé de decir casi temblando.

- Ya puedo? - pregunto Jane mientras buscaba mis ojos. Yo asentí.

- Lisbon, yo solo te necesito a ti para volver a trabajar, quería que tuvieses la opción de poder trabajar en lo que siempre soñaste. Si no quieres lo acepto, te dejo que decidas - dijo con su voz calmada que tanto extrañaba.
En mi cara se dibujo esa sonrisa tímida que me caracterizaba y cogí lo que anteriormente había sacado de mi bolso.

- Toma - le entregué unos calcetines de lana color marron grisáceo , la verdad es que eran preciosos.

A Patrick se le escapo una lagrima de felicidad porque iba acompañada de una gran y hermosa sonrisa. Sin articular palabra me miro a los ojos y me abrazó con todas sus fuerzas.
Sin ninguna duda, estos 2 años sin él han sido muy duros y estar a su lado por fin me hacía sentir plena y feliz. Le quiero, no se de que forma pero le quiero.

•••••••
He tardado un poco pero bueno hahahah Espero que os guste mucho. Ha partir de ahora igual me invento un poco más la historia y le pongo más cosas emocionantes y sentimentales para que no se haga aburrido💖

Nunca va a haber un ADIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora