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Cuando Miya Atsumu y Sakusa Kiyoomi decidieron hacer formal cualquier cosa que tuvieran, su amor era un concepto encerrado

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Cuando Miya Atsumu y Sakusa Kiyoomi decidieron hacer formal cualquier cosa que tuvieran, su amor era un concepto encerrado. Burbujeante y alborotado, eran besos fugaces a la salida de los lugares, besar bajo la lluvia; Atsumu considera que de los múltiples besos que ha concedido los besos bajo la lluvia no tienen comparación alguna con otros besos.

A veces son toqueteos de labios tristes, una ruptura a plena madrugada y el sabor de verse obligado a plantar un cierre en la comisura de los labios ajenos, entumeciemdo los sentidos.

Vacíos, sin esperar por cualquier que haya dejado presionar. Y también son difíciles de superar, porque tal vez estén ligados a que la relación finalizó en buenos términos, hubo una conclusión halagadora de cual presumir.

A veces, son pequeñas las cosas que no funcionan. Se arremolinan en un espacio de nuestro cuerpo, dichosas por crecer cada día a base de la profundas inseguridad escondidas detrás de una fachada de dudas. A las que le tienes que implorar de rodillas para que no te derrumben, que paren de crecer y enredarse en el interior de tú cuerpo.

Agua hirviendo que escuece dentro de una tetera, con llamas flamantes que resaltan entre colores feroces. Son casi imperceptibles, alejadas del ojo ajeno y resaltan como marcatextos amarillo cegador entre líneas que no son fáciles de leer. Miya se pregunta, ¿Qué tan complejo son los textos que emana Kiyoomi y él en su relación?

Para cuando notas que la chispa se ha ido, el mar en tus pensamientos es calmado, suave y ligero. En espera de la tormenta que no sabes que se avecina.

Porque aún no sabes por qué se acabo el amor.

Entonces comienza por la lluvia que los empapa, como salir después de una cena romántica y plantar los miles de besos que estaban ansiosos por dar. Solo que está vez tiene un deje triste, esperanzador si le dejarán opinar a alguien más fuera de la relación.

¿Por qué se acabo el amor? Atsumu lo mira directo como intentando encontrar indicios de lo que le arranca el pecho, le quita el aliento conforme hipótesis surgen descabelladas y algunas otras acertadas.

Es cómo vivir una trágica comedia de amor.

Abre la boca, formando una o nítida. Sin embargo, las palabras se atascan no van más allá del nudo que instaló por algún lugar de su garganta. Queman como brasas ardientes.

Kiyoomi le dedica sus ojos negros, carbón negro. En expectativa de sus palabras, pero aún no hay qué decir, aún no sabe cómo hacerlo. Para entonces, le da una sonrisa fugaz y torpe porque aún no es lo suyo ser cariñoso en público pero Sakusa lo intenta.

Abulta sus mejillas suaves entre sus pálidas manos, entregándole un pico en sus belfos sedientos de más. Atsumu se deja llevar por la marea, un náufrago perdido en el mar sin brújula y rumbo al que dar.

Lo cálidos labios lo besan, una, dos, tres veces.

La pregunta queda en el olvido como si ningún interrogante se hubiera puesto enfrente suya en primer lugar.

¿Por qué se acabo el amor?

No lo hizo porque ya no me cortejaras.

¿POR QUÉ SE ACABÓ EL AMOR? ╱ sakuatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora