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El amor se pierde, deja de ser suficiente cuando no hay pasión, se encubre en la perdición.
El mal augurio de pensar en el amor te conlleva a cuestionarte, porque como siempre existe un lado bueno en cualquier caso. Lo malo se ata en un nudo diminuto difícil de desenredar, esperando soltarse en el punto clave.
En una triste espera, el amor siempre está en búsqueda de nuevas emociones, nuevas experiencias y sobretodo de nuevas personas a quienes amar.
Entonces, quizás el primer pensamientos que carcome el cerebro es qué he hecho mal consecuente de un no soy suficiente. Y se termina en encontró a alguien mejor. Son comparaciones que parecen estúpidas pero al final de todo crean agujeros complejos de tapar, resaltan en mareas fuertes que te atraen a la corriente.
Atsumu no estuvo enterado al cien por cierto cuando esa corriente lo llevó a rastras, sin darle la mínima oportunidad por aferrarse a la orilla.
El amor va de esperanzas y para su mala suerte, Atsumu se consume en base a ellas.
El semáforo atina a suspenderse en un escarlata, el acelerador tienta bajo la suela de su zapato desgastado.
"Nos estamos perdiendo, ¿es para siempre?"
Muele la carne de su mejilla izquierda entre sus dientes, se pierde entre el sabor metálico que despide y sus papilas gustativas lo atrapan.
"¿Esto será para siempre?"
Porque no está muy seguro de cerrar todo en un para siempre que lo encandila entre tanta oscuridad y borra ilusiones deshechas en mares de agua salada. El amor finaliza, es algo inevitable. No queda nada que hacer cuando la chispa se agota y convertirlo en obsesión le mortifica.
Es quemar una memoria, vacilante de recuerdos no entrañables y un dolor que se multiplica sin que tenga oportunidad de detenerlo.
Recarga su frente sobre su antebrazo apoyado en el volante, el motor del carro se apaga esfumandose en sólido calor. La parsimonia lo embriaga en soledad y la puesta del sol nubla su visión con antelación.
Entonces, se pregunta.
¿Cómo se acabó el amor?
El amor inaugura con entusiasmo, se liquida con la falta de ella.
No es trágico razona, es solo cuestión de aprender a soltar.
Pero el no cree que sea posible soltar cuando el amor de Sakusa se enterro como veneno entre su carne, apoderándose de su sangre y saciandose de la misma.
El amor se perdió, por la poca pasión que tu me dabas.
nota: holA, so queda un capítulo y esto fue triste perdón. anyways, muchas gracias por leer ! aaa es cortito i know pero espero les haya gustado ‹𝟹‹𝟹 (๑-﹏-๑) (por cierto, cambie las portadas omgomg)
