CAPÍTULO 30

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"La vida te empuja hasta encontrarte con la persona que no buscabas"



Narradora

Luego de conversar por un tiempo más, Tsunade se frotó las manos, dándole la impresión de que todo el asunto había terminado.

— Muy bien, tema terminado.— dijo finalmente, dejando escapar un suspiro.— Espero que disfrutes el tiempo que les queda juntos.

La Hatake se atragantó con su propia saliva.

¿Qué acaba de decir?

Parpadeó, sintiendo cómo el frío le recorría la espalda. Algo no estaba bien.

— Disculpa... ¿puedes repetir lo que dijiste?— preguntó, tratando de mantener su voz neutral.

La Senju, como si estuviera dando un reporte rutinario, sin una pizca de ironía o humor, respondió con la misma firmeza de siempre.

— Dije que disfrutes el tiempo que les queda juntos. Ya sabes, después tendrá que ir a la cárcel. Ese era el acuerdo.

¿Acuerdo? ¿Cárcel?

El mundo pareció tambalearse a su alrededor. Su mente buscaba desesperadamente una excusa, una explicación lógica que no implicara que Sasuke le había ocultado algo tan importante. Pero cuando miró de frente a la Hokage, vió en su expresión toda la seriedad que tanto temía.

No estaba bromeando. Era real.

Él lo sabía. Él había sabido todo este tiempo.

Tragó saliva y, obligándose a no derrumbarme, esbozó una leve sonrisa, una sonrisa rota, forzada, como si pudiera ocultar la punzada que le atravesaba el pecho.

— Claro que sí.— susurró.

Se puso de pie sin mirar atrás, sabiendo que si permanecía un segundo más en esa sala se quebraría frente a ella. La quinta no dijo nada más. Solo observó mientras salía, sus ojos cargados de una compasión silenciosa que no supe sabia si agradecer o maldecir.

— Cuídate, Annami.— fue todo lo que dijo antes de que la puerta se cerrara.

Cuando salió al pasillo, el sol se filtraba a través de las ventanas altas, tiñendo todo de un tono dorado.
Apoyó una mano sobre su pecho, como si así pudiera mantener intacta la resolución que acababa de formar.

Caminó a paso rápido, conteniendo la marea de emociones que amenazaba con desbordarse. Sintió el chakra de Neji a la distancia, pero no quiso molestarlo, simplemente corrió.

Saltó por los tejados, el aire frío de la tarde azotándole el rostro, la molestia empañándole la visión, haciéndole tropezar entre los tejados como si fuera una niña sin rumbo. Los puños apretados a los costados. El corazón latiendo con violencia contra sus costillas.

No podía creer que no se lo haya dicho.

Llegó al apartamento dando un portazo que retumbó en todo el edificio. Se dejó caer contra la puerta, resbalando hasta sentarse en el suelo. Quería gritar, quería llorar, quería preguntarle "¿por qué?", pero solo pudo acurrucarse allí, en la penumbra, luchando por encontrar consuelo en un silencio que se sentía brutalmente vacío.

Tenía el corazón más pesado de lo que podía soportar, se dio cuenta de algo que no había querido admitir: el espacio ya no le parecía suyo. Cada rincón, cada sombra, cada pedazo de silencio, estaba impregnado de él. De su presencia. De su promesa tácita de quedarse. Era cruel, pensó, cruel la forma en que la había llevado a confiar, a abrir las partes de sí misma que siempre había mantenido bajo llave... solo para ahora sentirse traicionada, como si el suelo bajo sus pies se hubiera resquebrajado sin previo aviso.

𝑷𝑹𝑶𝑫𝑰𝑮𝒀- Uchiha Sasuke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora