"Todos lo piensan, nadie se atreve a preguntar; todos lo saben, solo que nadie quiere fijarse; como en cada historia un cuento diferente, en cada persona una imperfección."
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Horas antes
Narra Dante:
Recién llegábamos a la casa del nuevo socio de la empresa. Siendo que no veníamos en un horario éticamente correcto, no nos importaba. Uno de los empleados de la casa abrió la puerta con una mirada suspicaz.
Buenos días, jóvenes ¿que se les ofrece? – pregunto intentando ser educado, cosa que no le salió.
Buscamos al dueño de esta casa, dígale que lo busca Dante López. – respondí breve. Él se fue rápidamente a buscar a mi socio. Quien llego rápidamente.
Buenos días, lamento no haberlos recibido, no sabia que llegaban tan pronto. – se disculpó apenado.
No se preocupe. Ahora ¿podemos hablar del contrato? – pregunte, realmente me enojaba perder tiempo. Básicamente, me gustaba contar el tiempo para cosas de la empresa y tenía una pequeña obsesión con eso.
Claro, entren; oh, ellos son mi familia, perdonen la tardanza de mi hijo menor. A el no le gusta conocer a mis socios, sino es por una razón mayor, al parecer su compromiso tampoco supone mucho para él, por mas que lo intento. – volvió a disculparse.
Realmente no me importa su familia, me importa su hijo menor, el que tengo claro que lo tratan como basura sin razón aparente. Quizás Angel no sepa quien soy, pero yo si se quien es. Además, el compromiso fue hecho, en su mayoría, para alejar a Angel de esta familia y otras ganancias pequeñas.
Que gusto poder conocerte por fin. – saludo la esposa, secundada más tarde por sus 3 hijos. Conteste su saludo de forma breve, sabia lo que pasaba y yo ahí no me iba a quedar mucho tiempo. Después de una pequeña charla donde solo ponía a sus hijas en un pedestal, decidimos que ya era tiempo de hablar.
Bien, creo que ya tenemos todo listo, solo falta que Angel deje que te lo lleves. -dijo Arcangel, mi socio. Quien al parecer estaba muy contento de cerrar el trato. Claro que yo estaba mas que satisfecho, pues además de que íbamos a manejar las empresas del otro como si fuesen nuestras, no tendríamos que preocuparnos de problemas acerca de herencias o cosas parecidas.
Minutos después salíamos de la oficina a encontrarnos con la familia y conversar un rato, dando paso a que Angel me conociera. Siendo que cuando llegamos el no estaba.
¡Angel! – grito Arcangel, asiendo que en menos de 1 minuto Angel estuviera frente a nosotros, pero una versión agitada de él.
¿Quién te dio permiso para irte así? Ahora nuestro invitado tiene una mala impresión de nosotros, por tu culpa. – regaño, aun sabiendo que eso no era así. Sabia que era solo para poner mal al chico, por eso me enojaba tanto. Yo sabia como trataban al chico por las demás veces que había venido a esta casa, tanto con mi padre, como solo, sabia que siempre le peleaban a Angel por cosas insignificantes.
