Capítulo 10: Miedos y Curas

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Theo observaba a Shai dormir, hace mas de una hora que estaba despierto, poco después de las 2 de la madrugada la había cargado hasta su habitación, evitando que fuera a resentir el dormir en el sofá pues se había quedado dormida entre sus brazos después de hacer el amor, debía admitir que para el no había sido suficiente, pero no lo era, nunca...sonrió al considerarse un loco ninfómano, no, no lo era, bueno al menos no tanto, era un hombre perdidamente enamorado, que deseaba a su mujer, que la quería proteger y cuidar, que la adoraba, la que le daría un bebe, un hijo...su hijo, su estomago se contrajo, estaba aterrado, debía admitirlo, no sabia que hacer, el jamás se había preocupado por nadie que no fuera el...antes de que una misteriosa chica tocara su puerta y cambiara su vida por completo...su cuerpo se estremecía solo de pensar que pronto seria responsable de una personita pero jamás cambiaria nada, ningún momento con su adorada chica...

-Te amo Woodley-, murmuró bajito antes de acomodar su cabeza junto a la de ella, cerrando lo ojos un poco dejando que el calor de su cuerpo lo arrullara.

Y sin pensarlo se quedo dormido no supo cuanto tiempo...solo sabia cual era la razón por la cual había despertado de nuevo...estaba solo.

-¿Shai ?-, llamó pero no hubo respuesta...miró la habitación, la puerta del baño, nada, no hubo ningún movimiento.

-Shai -, insistió mientras se levantaba, salió de la habitación mientras oía el trastabillo de varios trastes y después un estruendo seguido de perturbador silencio, Theo corrió por las estrechas escaleras hasta llegar al umbral de la puerta de la cocina, Shai maldecía en varios idiomas diferentes, estaba recargada sobre el desayunador, casi de rodillas, Theo fue hasta ella y la atrajo a su pecho.

-¿Esta bien?-, preguntó preocupado.

-Si...fue solo que el mundo dio muchas vueltas-, murmuró ella molesta con los ojos cerrados.

-¿Qué diablos hacías?-, cuestionó el aun sosteniéndola entre sus brazos, había sentido su sangre bajar, un frío recorrerle el cuerpo, un atisbo de lo que seria si a ella le pasaba algo.

-Quería hacer una crepas James...y no me hables así-, replicó ella mientras el la miraba.

-Me asustaste-, susurró el, ella le tocó el rostro y sonrió

-Tonto-, murmuró antes de darle un beso suave, Theo bajo su cabeza y sus ojos la miraron, de pronto comenzó a reír ya mas tranquilo

-Y antes del mareo... ¿luchaste con la harina?-, preguntó el en tono burlón, Shai se miró mientras recordaba que cuando el repentino mareo la atacó sostenía la bolsa de harina, toda su playera de dormir estaba llena, sus piernas, buscó la bolsa que estaba tirada, casi vacía en el suelo, se sacudió enojada, ahora resultaba que el embarazo la haría mas patosa... ¡Genial!

Levantó la mirada para ver a su prometido sonriente, ya sin atisbo del sentimiento en sus ojos que había en ellos hace un momento, se sacudió de nuevo y luego fue hasta el y le lleno el cabello de harina.

-Eso no es jugar limpio-, murmuró el sonriente, ella rodeó los ojos y le llenó la cara, Theo la atrajo hacia si y la besó mientras ella llevaba sus manos a su cabello, Shai se perdió en sus caricias, en su boca y en la forma en que el la hacia tan feliz...solo con detalles insignificantes, Theo caminó un poco mas hasta sentarla sobre el desayunador, mientras sus ojos se encontraba con las respiraciones jadeantes, Shai lo abrazó mas y el besó su cuello suavemente.

-¿Qué tal si te quitamos toda esa harina del cuerpo?-, murmuró el divertido.

-Lo siento James esta vez yo me ensucie solita-, contestó Shai divertida, el se separó haciendo un mohín, ella sonrió mientras la ayudaba a bajar.

EL ACUERDO (SHEO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora