Adiós

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Wang Yibo vió la puerta cerrarse tras Xiao Zhan. Y fue como si se llevará consigo todo el oxígeno de la habitación, impidiéndole respirar con facilidad.

Solo se sentó y cubrió su rostro con sus manos tratando de buscar la calma.

Lo sabía, Xiao Zhan lo sabía.

Estúpido de él en dejar en evidencia sus sentimientos. ¿Fue acaso la forma en que lo miraba lo que lo delató? O quizá... ¿Dijo algo de más? ¿Actuó de manera inconsciente?

No podía realmente encontrar respuestas a sus preguntas, pero sabía que la única razón por la cual Xiao Zhan estuviese enojado,o al menos así lo sentía, debía de ser a sabiendas de sus sentimientos.

Fue feliz. Cuando lo vió entrar a su camerino fue feliz. Parte en su interior saltaba de alegría, realmente había venido luego de haberlo tratado como lo hizo horas antes, pero no fue hasta que lo llevó al baño y lo besó que se dió cuenta lo estúpido que estaba siendo.

"Satisfacer mis necesidades" le había dicho una vez Xiao Zhan. Para él solo era físico, se dijo, no buscaba nada más  él que esto. Y a pesar de que siempre fue así desde el inicio, algo dentro suyo se rompía al reafirmarlas.

Y por esa misma razón, aún cuando su cuerpo gritaba su nombre lo apartó. Aún cuando su corazón rogaba por su cercanía decidió tomar el camino del enojo y atreverse a sentirse utilizado. No debía, pero así se sentía.

Pero era débil.  Quizá hayan sido las palabras que utilizó, o el tono con las que las dijo, o la mirada que sus ojos le ofrecieron… los que le hicieron olvidar cuanto pesar causaba este amor en su interior.

Era Xiao Zhan después de todo, no podía definir cuando, pero solo él tenía el poder de hacer y deshacer las cosas en su interior.

Aunque sea una parte, se dijo, aunque sea una pequeña parte, quiero eso de ti Xiao Zhan.

Pero fue un error y no se dió cuenta de ello hasta que terminaron y el ambiente se densificó. Xiao Zhan ya no era él mismo.

Lo sabía. Él lo sabía. 

Se separaron y él lo dejó ahí con su corazón ultrajado y con sus sentimientos sangrantes por el piso...
La puerta se cerró tras de él y se fue como un terremoto que llegó y con lo que solo bastaron pocos minutos para sacudirlo y arrasar con toda estabilidad que tenía.

Aún tenía pendiente las grabaciones de Day Day Up. Agradeció tener a sus geges lo suficientemente habladores para cubrir la falta de la suya. Sonreía cuando debía de hacerlo y se dedicaba a mantener la compostura durante todo el tiempo.

Cuando finalmente terminaron con él trabajo, fue a cenar con su manager y asistentes a un local cercano. A pesar de no haber comido nada desde el almuerzo su falta de apetito era latente. Deseaba poder sacarse a Xiao Zhan de la cabeza.

"Tenemos que hablar" había dicho. Y Wang Yibo sabía que sí. No podía posponerlo.

Cuando recibió un mensaje suyo tuvo que inventar una de las mejores escusas para que su manager no sospechara. Podría pedirle un aventón hasta el hotel de Xiao Zhan pero no podía hacerlo sin dar explicaciones, por los que le tocó conducir hasta allí.

Era imposible calmar su corazón cuando llegó al lugar. Trató lo máximo posible de subir al ascensor sin ser notado, aunque al quitarse su mascarilla la recepcionista claramente lo reconoció. Con un simple asentimiento y las puertas del ascensor cerrándose, subió.

Llegando frente a la puerta, dudó. Podía huir, pensó, podía evitar esto y resolverlo otro día. 

O podía también… afrontar las cosas de una vez.

Stress Out: Prohibido Enamorarse [YIZHAN +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora