T2-Capítulo 2

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Las llamas convertía las casas en simples cenizas que brotaba hasta crear una lluvia gris que cubría todo con un manto del mismo color. Juguetes rotos, pequeñas brasas que se negaban a consumirse ante la vista de cuerpos negros y algunas capas de humo repartidas por la ciudad.

O por lo menos lo que quedaba de ella. Una persona descalza caminaba entre la ceniza como si nada, no sentía dolor por algo tan simple. Cubierto con su capa negra y su larga cabellera del mismo color que la ceniza, este mago contemplaba orgulloso su obra.

—Si...destrucción...no hay nada mejor—soltó una carcajada.

Ni siquiera tuvo que transformarse en dragón para destruir la ciudad. Al mirar detenidamente, pudo ver cuerpos carbonizados de madres con sus retoños en brazos, queriendo protegerlos de manera inútil ante su poder. Alzo su pierna y le dio una patada a una de las figuras carbonizadas, estas al recibir el golpe se deshicieron en una capa de polvo.

Adoraba aquello, matar, destruir, contemplar el miedo en los ojos de la gente y sobretodo, ver como eran incapaces de hacerle un rasguño.

Aquel era el poder de la misma muerte en persona.

Kana se tomaba muy en serio su entrenamiento, supervisado por su padre, estaba en posición de meditación tratando de aumentar sus poderes. Resultaba muy complejo, pero notaba que iba logrando las cosas poco a poco. Se preguntaba si Natsu se esforzaba lo mismo.

De hecho, se estaba esforzando mucho más. Levantando rocas enormes tomando a estas como pesas. Por la mañana, un duro ejercicio físico, luego comer y dormir dos horas antes de volver al entrenamiento que consistía en sacar todo el poder de su interior.

Lo que a Natsu le llamaba la atención, era ver como el mago oscuro, inmortal, temido y considerado como el mago con mayor talento de la historia, estaba con un delantal blanco cocinando alegremente como si fuera una persona corriente.

Él por su parte continuaba fortaleciéndose para poder vencer a Acnologia. Aunque añoraba a sus amigos, sentía que ellos eran su fuerza para seguir adelante. Y también en Kana.

—¡A entrenar!.

Pasaron los días y sentía que todo iba como la seda. Hasta cierto día. Zeref salió de la casa con el gesto serio, mirando al horizonte y sin decir nada.

—Natsu

—¿Es él?

—Si, se dirige a Magnolia, no hay duda—había usado su magia para poder ver desde tan lejos.

—¡Entonces mis amigos corren peligro!—dijo asustado.

—Tu deber es hacerte fuerte, tus amigos...serán un precio a pagar por esta victoria—dijo calmado.

—¡No voy a permitir que les haga daño, iré y lo mataré!—dijo apretando los puños.

—¿Realmente crees que puedes parar a la muerte?

—Fairy Tail...puede con todo—esbozó una sonrisa confiada.

Este también sonrió.

—Muy bien, vamos pues

—¡Espera!

—¿Qué ocurre?

—¿Puedes hacerme algo de comer primero?, me muero de hambre—un ruido de su tripa salió a escena.

Zeref se cayó al suelo.

—¡Toma, no hay tiempo!—creó unas llamas y este se las zampó para recuperar energías.

—¡Estoy encendido!—apretó el puño con la palma de su mano.

Kana que estaba descansando un poco del entrenamiento bebiendo agua, sintió el poder de Acnologia. Se le cayó el vaso al suelo derramando todo el líquido. Aquello era peor de lo que esperaba, era como la magia de todos los magos del reino multiplicado por 100 y aún así no resultaría suficiente para igualarlo.

—Ya viene...—se metió dentro del gremio y vio que todos estaban igual.

Lucy les había contado su plan para poder arrebatarle parte de su poder. Aunque fuera difícil, era su única esperanza para derrotarlo. Los más jóvenes como Romeo estaban asustados, sus manos temblaban...aunque también la de los adultos.

Erza afilaba su espada para que pudiera cortar bien y encima, estaba  envuelta en magia de cazadragones gracias a una piedra mágica que contenía un poder similar al de los dragon slayer. Gray no había podido encontrar la magia para encerrarlo, pero había mejorado mucho su magia de hielo para contener grandes enemigos sin consumir tanto poder como antes.

Gajeel repasaba el plan con Levy y Wendy, todo debía estar perfecto, de lo contrario, el resultado en esta ocasión podría resultar desastroso. Pero sin duda, el más fortalecido después de Natsu, era Laxus.

—Ya estoy—apareció con su típica ropa de siempre.

Sin embargo, se veía muy diferente. Su nivel de poder se había incrementado hasta niveles muy superiores al resto. Gajeel sentía incluso miedo de su presencia.

—Laxus, te noto diferente—comentó Makarov.

—He estado entrenando hasta dejarme el alma. No puedo quedarme atrás y mi gremio, mi familia, esta en un gran peligro. Además...no voy a perdonar a ese bastardo lo que hizo en la Isla Tenrou—unos rayos salieron de él.

—Si pero solo con entrenamiento...no basta

—Lo sé abuelo. Es por eso que tengo un as bajo la manga, vamos a derrotar a Acnologia—apretó los puños—¡Vamos a por ese cabrón!—dijo alzando el puño con rabia y gritando.

El resto del gremio se contagiaron de su entusiasmo y gritaron dejándose la voz. Enrabietados, salieron despacio del gremio, yendo todos juntos a esperarle en la misma puerta. No iban a dejarle el paso a la ciudad, de lo contrario, muchas personas correrían peligro.

Y allí lo encontraron, caminando lentamente hacia la ciudad. Sin prisa, mirando por donde iba a atacar primero cuando se topó con todos los magos.

—¿Eh?, me suena vuestra olor...¿sois lo de esa isla?, pensé que os había eliminado—dijo.

—No, aquí quien va a morir eres tú—dijo Laxus apretando el puño.

Continuara...

Mejor que el alcohol(KanaxNatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora