¿Quien diría que podría acabar así? Después de los innumerables esfuerzos por liberar a Hallownest de la terrible infección de The Radiance, que se encontrara con la buscadora de dioses era algo que no tenia planeado.
Ahora se encontraba encerrado e...
Un pequeño detalle antes: a partir de este punto lo que los vessels digan estará resaltado así, puesto que no pueden hablar pero de alguna manera de entienden entre ellos, asi como Hornet y algunos otros también pueden entender su "idioma de vacío"
Ya sin decir más comencemos
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Narra narrador
Cinco largos años pasaron desde aquel día, Hallownest había vuelto a su antigua gloria ahora con un, o mejor dicho, dos mejores gobernantes. El rey Hollow, gobernando con la ayuda de su hermana la reina Hornet, gobernante de Nido Profundo, habían logrado esto posible aun con otros nobles que querían gobernar en contra suya.
Lo que no sabían era que alguien conocido los observaba desde un lugar prácticamente inaccesible, deseando ir con ellos, pero siéndole imposible por motivos que desconocía.
En una habitación apartada en el hogar de Dioses era donde se encontraba, rodeado de unos muros con un diseño similar al vacío y sentado en el suelo donde se encontraba la imagen de una gran flor delicada, una figura completamente oscura, de cuatro brazos y ocho brillantes ojos, blancos como la flor ya mencionada. Estaba viendo hacia el techo perdido en sus pensamientos cuando el sonido de varios pasos se acercaba a aquel lugar.
Ya sabiendo quien o quienes eran volteo encontrándose a la Buscadora de Dioses acompañada de otras dos buscadoras. Cuando la más alta de las tres estaba por hablar volteo hacia otra dirección y se encamino hasta una cama que había al otro lado de la habitación.
-Oh dios de dioses, tu grandeza es incomparable, pero tus modales son de cuestionarse, así es como tratas a quien te ayudó a controlar ese poder que ahora posees?
Simplemente la ignoro dejando su aguijón a un lado mientras hacía unas señas de burla con una de sus manos, solo para después recostarse evitando verla.
-Oh vamos ¿porqué no quiere hablarme ahora, dios de dioses? *nota que en una mesa hay un plato aún con comida en el* y otra vez ha dejado de lado la comida que con tanto orgullo preparamos para ti, toda la semana has estado de la misma manera ¿Qué es lo que le molesta esta vez? -al haber dicho estas palabras se acerco al Dios quien aun no le dirigía ni una mirada.
-Cinco años Buscadora de Dioses... cinco años encerrado aquí, separado de mi familia y aun sin encontrar la forma de salir, así como ellos todavía no se dan cuenta de como liberarme -dijo con una voz suave pero algo baja, casi como un susurro.
-Otra vez con eso? No es suficiente con el verlos y saber que no están heridos? años desarrollando sentimientos además de aprender sobre su poder, desarrollando aquellas cosas que antes no tenias ni sentías, y lo único que haces es preocuparte por algo tan insignificante como eso? ¡¡Eres un Dios, por todos los altos seres!!
-Ya lo sé! Tengo sentimientos y emociones ahora, pero sabes que es lo que siento ahora?
-Hambre por no comer en días? *dijo una de las buscadoras*
