Capítulo 26

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Jin GuangYao siempre se había considerado así mismo como una persona precavida. ¿Astuta e inteligente? Seguro. Pero, sobre todo, precavida. Está precaución le había válido de mucho durante toda su vida. Siempre le aseguraba el estar un paso delante de los otros, era lo que lo mantenía como la cabeza de una familia tan poderosa y espinosa como lo era la Jin. Estaba acostumbrado a no recibir la ayuda de otros, sino a obtener lo que quería de los otros por medio de su minuciosa preparación. Tratar con la gente era pan comido. Bueno, con casi todos, pero también sabía que esas relaciones, enrolladas en las puntas de sus dedos gracias a su cuidadosa planeación, eran, en el mejor de los casos, tan frágiles como el cristal.

Era consciente de que para dirigir la familia Jin, necesitaba más que sus manos y pies. Y sin embargo, no podía verse en la posición de confiar del todo en los codiciosos miembros restantes del clan Jin. Por ello tuvo que conseguir a sus propios aliados de confianza, especialmente si quería asegurar el ascenso seguro de su sobrino.

Xue Yang era uno de esos aliados y probablemente en el que más confiaba. Por supuesto, podía contar a Jiang Cheng, Lan XiChen y Nie MingJue como aliados poderosos y de confianza, pero la realidad era que, sus alcances en la casa Jin eran limitado y sus manejos en las áreas grises de su familia eran, por decir lo menos, inexistente.

Por eso el alcance y las habilidades de Xue Yang eran tan valiosas para él, y estaba seguro que también sería una gran ayuda para Jin Ling en el futuro. Después de todo, no podía dejar que su sobrino lidiar a con las partes más problemáticas de la familia solo. Aunque, su sobrino había hecho bien en tener a la inteligente y capaz señorita Xue Qing, eso no sería suficiente debido a la juventud de la misma.

Además, más que gente que lo apoyará en las zona grises u oscuras, necesitaba miembros de la familia Jin que lo apoyarán públicamente y lo ayudarán a consolidar su poder. Era una lástima que no hubiese nadie adecuado entre las vastas ramas familiares secundarias, tan hambrientas de ocupar el lugar de la rama principal. Por ello, la adición de un miembro externo y con tanta posible influencia moldeable, era sumamente alentadora. Y sin embargo, no podía negar que todo le resultaba algo incómodo.

El hecho de que su padre tuviera más hijos ilegítimos no podía ser nada sorprendente, pero. Había una sensación especialmente incomoda en el saber que su padre había, de hecho, cuidado a este hijo en especial. ¿Qué lo había motivado a ello, cuando sólo se había preocupado por Jin ZiXuan antes? Tal vez fuera porque era el más joven de sus hijos, tal vez era que ya era bastante mayor y blando para entonces, o que la madre del joven había sido bastante favorecida por su belleza.

En realidad, nunca lo sabría, pero, fuera como fuera, la realidad era que no lo dejó abandonado y en el olvido como al resto de sus hijos ilegítimos. Incluso hubo intenciones de traer al joven Mo a la casa Jin cuando era más joven, algo sumamente anormal en su padre. Pero por supuesto, eso no era culpa de su medio hermano, era cosa de la basura de su padre. Y aun así...

Bueno, sus sentimientos no eran relevantes ahora. Lo único que importaba era averiguar si Mo XuanYu era lo suficientemente confiable para ser un apoyo para Jin Ling. Y para ello, no existía nadie mejor que Xue Yang, quién había estado investigando al hombre más joven y debía llegar a su oficina en cualquier momento a informarle. Por tanto, no podía perder más el tiempo, se recompuso de cualquier pensamiento inútil y se aseguró de que todo estuviera en orden. Desde la postura en su asiento, hasta cada detalle y objeto de su magnífico escritorio de caoba tallado a mano; todo estaba en la posición correcta cuando tocaron levemente la puerta. Hablando del diablo.

"Puedes entrar".

Como si apenas pudiera esperar su señal, un hombre joven entró sin ceremonias a su oficina, tumbandose inmediatamente uno de los sillones frente a él. Cualquier otra persona que viera su aire problemático y actitud arrogante enmarcada en esa sonrisa astuta y engreída, pensaría en el devenir de problemas. Sin embargo, después de tantos años sabía que, en realidad, esa expresión sólo podría traer buenas nuevas para él.

De errores y cosas no dichasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora