Yokohama. Tokio sur, Japón.
Marzo 5, año 20XX.
— ¡Que grandioso trabajo Atsushi-kun! ¿Estás cansado?
—Tiene suerte de que esté débil cómo para golpearle, Dazai-san.
—Lo siento, lo siento. ¿Pregunta fuera de lugar, cierto? Claro que estás agotado. Pero, estoy orgulloso de ti...
El joven peli blanco sonrío levemente, sintiéndose algo conmovido por el gesto amable de su superior.
Se dio el lujo de dejar escapar tan solo una pequeña lágrima. Se sentía cansado pero muy feliz. Se acomodó mejor entre las mullidas almohadas de aquella camilla de hospital, cerrando sus ojos por un momento.
— ¿Él no vino, cierto...?
Abrió los ojos por fin y miró con fijeza al alto castaño, esperando ansioso por una respuesta diferente a la que intuía; Quería escuchar a Dazai reírse y decirle que enseguida vendría él, que estaba arreglando algún papeleo seguramente, entraría molesto a la habitación por tener que pasar por tanto trabajo, se sentaría a su lado y ambos verían por primera vez el pequeñito resultado de que estuvieran juntos meses atrás.
Sin embargo, el rostro serio de Dazai le dio la respuesta.
Por supuesto que él no estaba ahí.
—Vengo a mostrarle su bebé.
La alegre llegada de la enfermera acabó enseguida con la pesadez que comenzaba a sentirse en aquella pequeña habitación.
—Ya esta limpiecito y hambriento, preferí traerle su biberón para que usted lo alimente.
Atsushi limpió enseguida las rebeldes lágrimas que escaparon de sus orbes dorados, dejando de lado todo sentimiento de tristeza. Se sentó mejor en la camilla y vio ansioso como la enfermera traía entre sus brazos un pequeño bultito envuelto en una manta blanca.
—Muchas gracias
Agradeció un alegre castaño al ver como el peliblanco estaba tan emocionado como para hacerlo el mismo. La enfermera se marchó y solo quedaban aquellos tres en esa habitación de hospital.
—Hola bebé... Solo mírate, que bonito estás...
Atsushi no quería llorar más, pero le fue inevitable; Por lo menos ésta vez eran lágrimas de felicidad.
Su bebé estaba tranquilamente dormido en sus brazos, calentito. Era tan pequeñito, su piel es blanca, sus ojitos estaban cerrados y en su cabeza sólo una pelusilla negra era la evidencia de que tendría el cabello azabache.
Atsushi sonrió al ver como su pequeño se removía aun con sus ojos cerrados, buscando seguramente el alimento que la enfermera le dijo que pedía.
Tomó el biberón a su lado y se dispuso a alimentar a su pequeño retoño, besando delicadamente su cabeza.
—Vaya Atsushi-kun, ahora luces cómo toda una mamá
— ¡Dazai-san!—Le habló con reproche y un puchero marcado— Será mejor que arregle todo para ya irnos de aquí.
—Bien, bien, que aguafiestas eres Atsushi-kun
El castaño rodó los ojos con fastidio y se acercó al bebé que estaba tomando con calma la leche de su pequeño biberón.
—El tío Dazai vuelve enseguida nene, pórtate bien
Sonrió y acarició una regordeta mejilla del bebito, antes de ser apresurado por el peliblanco nuevamente. Salió de la habitación y suspiro, cerrando los ojos por un momento, segundos después los abrió nuevamente, encarando al hombre de cabellera y vestimenta negra a su lado.
—Mide tus palabras, Akutagawa
—Sé que hacer. Es mi familia después de todo
¿¡Que tal la nueva versión!?
Ésta vez veremos un poco más del pasado AkuAtsu, así como el nacimiento de su adorable bebé; La trama ahora será un poco más nostalgica, por así decirlo, aunque habrán capítulos divertidos, lo prometo, no todo será drama.
Subiré el segundo capítulo, y si veo buena respuesta de su parte mañana seguiré subiendo♡
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¡Okaasan! [AkuAtsu]
FanfictionLo único en que quizá se había equivocado en su vida Nakajima Atsushi, era haberse enamorado y entregado a un criminal: Akutagawa Ryunosuke. ¿Se arrepentía? Para nada. [AkuAtsu] Modificación: 01/10/2020