¡Okaasan! [AkuAtsu]

[8]

Yokohama. Tokio sur, Japón.

8 meses más tarde.

— ¿Dónde está el bebé más lindo de Japón?

Para fortuna de todos, Ryuu continúo creciendo de manera saludable; Ahora era un nenito cerca de cumplir sus dos años, era la viva imagen de Akutagawa Ryunosuke pero en miniatura, lleno de baba y balbuceando a cada momento.

— ¿Ryuu-Ryuu?

Atsushi continuaba gateando por todo el lugar, jugando con su bebé a las escondidillas. Tenían alrededor de seis o siete meses que se habían mudado gracias a Dazai, quien les consiguió aquella casa, sin duda mucho más grande y espaciosa que el departamento en el que estaban meses atrás.

De Akutagawa nuevamente se quedaron sin saber su paradero, tenían mucho tiempo sin verle, y aún así estaban perfectamente, Dazai y Gin les visitaban regularmente.

— ¡Te encontré tesoro!

El pequeño cuerpecillo río de manera adorable, intentando levantarse, lográndolo tan solo un par de segundos para luego caer sentado y comenzar a gatear rápidamente, alejándose de un divertido peliblanco que le perseguía haciendo ruidos de monstruo o algo parecido.

Su diversión se vio interrumpida por el sonido del timbre. Atsushi fue al intercomunicador que tenía vista de afuera gracias a una cámara en la entrada; Sonrió al ver a Gin y enseguida fue por su retoño, tomándolo en brazos.

— ¡Mira nene, es tía Gin!

—Hola pequeño Ryuu

Saludó algo avergonzada la pelinegra, cargando enseguida al bebito, pidiendo a sus ayudantes que metieran unas cuantas cajas que estaban en la acera.

— ¿Qué es todo esto, Gin?

—Un par de regalos para Ryuu, y unas cuantas cosas que quizá te sirvan

—No te hubieras molestado, pero vamos, pasa

Ambos jóvenes caminaron a la sala principal, charlando amenamente, aunque Gin tenía aún el remordimiento de ocultarle a Nakajima que todo aquello eran cosas que su hermano mandaba para el peliblanco y su hijo.

Todo estaría bien; Quizá Akutagawa no estaba con ellos, pero tenían personas que les querían y siempre estarían para apoyarlos.