VI. Mi destino

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Llevaba varios días vigilándola, me pidió que la convenciera, pero para saber cómo, tenía que ver qué le gustaba y cómo podría llegar a ello.

Era una chica demasiado callada, nada lograba sorprenderla, tenía una rutina, pero noté que le gustaba romperla de vez en cuando, tomando un camino diferente para llegar al colegio o cambiando por un color ligeramente distinto en su broche de cabello, acostumbraba tronar sus dedos cuando se sentía aburrida o nerviosa, no la había visto molesta, pero se notaba su desesperación cuando otras personas entablaban conversaciones con ella; cualquier persona normal jamás notaría que frota sus manos, que balancea su pie derecho o que juega con los bordes de sus prendas más gruesas.

Tomaba mucho café y casi no usaba prendas para el frío aunque temblara levemente por el, dormía en todos lados, pero de noche parecía no poder hacerlo; era astuta y algo fría.

Llevaba aproximadamente semana y media, casi dos vigilándola y tratando de encontrar una oportunidad para convencerla o hacer algún movimiento, la vi llegar del colegio, al hablar con una de las trabajadoras su mirada se obscureció un poco.

Entro a una oficina, no logré escuchar muy bien, ya que estaba a un par de metros sobre la copa de un árbol, pero por lo poco que escuché de la platica al final ella logró controlar la situación, pero no pude hacer más que preocuparme, ¿la adoptarían?, ¿acaso escuche mal?, no sabía, pero tenía que preguntárselo.

Después de una corta charla y de que ella aclarara un poco la situación decidí que era momento de mi jugada, no tenía una, pero aprendí algo en estas semanas, con ella sería mejor ir al grano.

Le pedí que preguntara lo que quisiera, pero no esperaba una petición como esa.

-Dime quien eres Kakashi- dijo tranquilamente, yo no sabía que contestar, ¿quería saber mi historia?, ¿mis orígenes?, ¿quería saber quien soy ahora?.

-No entiendo tu pregunta, ¿qué es lo que quieres saber de mi?- pregunte para tener las cosas claras.

Ella me invitó a tomar asiento en su cama, después de yo situarme ahí ella me imitó.

-¿Cuantos años tienes?- preguntó.

-20- respondí fluidamente.

-¿fecha?- dijo en su turno.

-15 de Septiembre- me gustaba el juego.

-Nivel de estudios- No sabía cómo responder, no creo que ANBU sea uno.

-Amm.. ¿Pos-grado?- probablemente es lo que más se le precia en este momento.

-Solo tienes 20, ¿eres un prodigio?- preguntó con razones.

-Me lo han dicho un par de veces- conteste.

-¿Con quien vives?- se veía cada vez más intrigada.

-Vivo solo- respondí

-¿Mascotas?-

-Ocho perros bien portados-

-¿Porque la máscara?-

-Tengo un olfato excelente, así que soy alérgico a muchas cosas-

-¿Alguien ha visto tu rostro?- preguntó curiosa.

-No-

-¿De donde eres?-

No sabía cómo responder, supongo que era mejor ser sincero.

-Soy de una aldea bastante grande que está situada en un lugar bastante alejado, su nombre es Konoha- dije sin más.

Cuestión de feDonde viven las historias. Descúbrelo ahora