one

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Todavía recuerdo cómo nos conocimos, esa vez, hace cinco años, vez que aún perdura en mi memoria como si realmente hubiera corrido ayer. La recuerdo con emociones variadas, de amor, de nostalgia, aunque también con emociones como el odio o la tristeza.

Se preguntan por qué lo último, pues claro, ¿Quien podría sentir amor y odio a la vez? Son totalmente contrarios, pero a la vez similares, ambos pueden ser más o menos intensos según la situación o la persona, y eso es exactamente lo que sucede aquí.

Amo a la persona, pero odio la situación en la cual la conocí.

¿Y como la conocí? Fue algo bastante peculiar, creo que se podrían contar con los dedos de la mano las personas que han pasado por lo mismo y han salido con vida de aquella situación, claro, para con el tiempo tener secuelas y pesadillas que les atormenten.

Recuerdo haber estado caminando en dirección al parque, mi mejor amiga me había invitado ya que las demás también estarían ahí y quizás podríamos habernos divertido como las adolescentes de quince años acostumbraban a hacer, pero lamentablemente aquello no sucedió así.

¿Recuerdan que las madres siempre nos advierten sobre no hablar con extraños? ¿Sobre no recibir nada que venga de parte de ellos ya sean hombres o mujeres, incluso si no sabes cual es el género simplemente ignorarlos y seguir con tu camino? Nos advierten y enseñan desde pequeñas a cuidar de nosotras mismas cuando salimos a la calle, pero parece que yo no presté la suficiente atención a esas lecciones de mi infancia.

Cuando me encontraba ya a unas dos cuadras del parque en donde mis amigas me esperaban, sentí una gran y firme mano tapar mi boca desde atrás, mi primer instinto fue gritar pero esa mano me lo impedía, intenté patalear cuando sentí como me arrastraban hacia un auto y me lanzaban hacia la cajuela con total brusquedad. A penas y logre ver el rostro de mi secuestrador porque si, era obvio que me estaban secuestrando.

—¡Sáquenme de aquí! ¡Auxilio!—Gritaba respirando con dificultad, me comenzaba a hiperventilar y para una persona asmática es una de las peores situaciones posibles.

—¡Cállate!—Escuché como golpeaban la cajuela desde afuera con bastante fuerza, lleve mis manos a mi cabeza en busca de cubrirme los oídos—Vamos, el jefe nos espera—Dijo comenzando a caminar, escuche sus pisadas.

Sentí como abrían alguna de las puertas para después notar como el auto se amortiguaba debido al nuevo peso, de un momento a otro ya estábamos moviéndonos. A pesar de la oscuridad, traté de buscar mi inhalador en el pequeño bolso que llevaba, cuando lo encontré lo inhalé lentamente, controlando mi respiración. Todo se iluminó cuando la pantalla de mi celular se encendió, dejando ver como alguien me llamaba.

Yerim me estaba llamando, supongo que para preguntarme porqué tardaba tanto.

Temblando, tomé mi celular entre mis manos, agradeciendo a quien sea el hecho de que el dispositivo estuviera en silencio.

—¿Chae? ¿Donde estas? Las demás ya llegaron—Preguntó, noté la clara preocupación en su voz, ya no era animada como de costumbre.

—Y-Yerim...—Susurré casi inaudible—Un tipo m-me subió a un auto y no tengo ni la menor idea de donde estoy—Hablé precipitadamente, posiblemente ni siquiera logró entenderme—Ayúdame.

—¡¿Qué?!—Exclamó, por lo que aleje el celular de mi oído—M-Mándame tú dirección a tiempo real Chae—Pidió—Te pondré en alta voz.

"¿Qué sucedió?" "¿Esa es Chae?" Escuché un poco bajo, seguramente aquellas dos voces fueron Jiwoo y Sooyoung, las demás no las logré distinguir.

Tal y como pidió, envíe mi dirección lo más rápido que pude, pero sentí el auto detenerse.

—Y-Yerim apresura—Me silencie cuando oí la puerta abrirse sumado a las fuertes pisadas de mi secuestrador.

Just The Two Of Us | hyewon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora