[ p e r i o d i s t a s ]

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Día 2: Periodistas

Cantidad de palabras: 569

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En primera plana

Harry avanzó a toda velocidad por el Ministerio de Magia. Sus pasos resonaban con la fuerza de sus pisadas. Cualquiera diría que estaba furioso, ya que, ese tipo de pisadas de parte del treintañero Jefe del Departamento de Aurores, solo podía determinar la furia. Una furia un poco más allá de un mal trabajo, o una redada que se les salió de control. Ese era el tipo de furia criminal de alguien que ha hecho algo horrible, y que el Auror Potter usará hasta la última gota de su magia para que pagara por lo que había hecho.

—¿Dónde está? —preguntó a Rohwle, uno de los miembros de seguridad del primer piso. El hombre, brevemente intimidado por la furia ácida de sus ojos verdes, solo señaló a un lado.

—Está en el despacho de la señorita Granger, jefe —murmuró—. Ella lo dejó pasar allí. Los periodistas...

—Voy a matarlo —fue lo único que gruñó Harry, para lanzarse a la dirección que Rohwle le había indicado. Un pasillo y tres puertas más allá, Harry empujó la puerta cerrada casi descolocándola de sus goznes, observando los ojos azules embebidos en diversión.

—Hola, padre —dijo el muchacho. Los cabellos rizados y oscuros enmarcaban su perfecto rostro de pómulos altos y nariz delgada. Aunque su cuerpo tenía diecisiete años, su mente jamás había sido la típica mente de un niño, ni su alma. 

Tom —siseó Harry, avanzando, cerrando la puerta con lentitud homicida tras él—. ¿Te has vuelto loco?

—¿Yo, loco? —el adolescente parpadeó, los ojos azules siendo lo único que brillaban en esa oscura habitación. Se veía joven, bello, peligroso y aterrador, y Harry deseaba apretar su cuello hasta quitarle el aire—. ¿Quién ha sido en primer lugar el que decidió que las personas no son malas por nacimiento? . Tú eres el loco.

Harry rebuscó en el bolsillo de su túnica. Dejó frente a su rostro el periódico, las palabras del Profeta, enseñando su rostro y comparándolo con una antigua foto de Tom Marvolo Riddle, el Heredero de Slytherin, y el Señor Oscuro Lord Voldemort. "Mi padre siempre me ha dicho que su conexión con Lord Voldemort ha sido algo que nunca podría explicarme, y al fin he entendido por qué". Dejándolo en el ridículo más hondo ante el mundo mágico por entero.

—Esto es más que una locura —siseó—, es una estupidez. ¿Qué ganas haciendo esto, Tom, más que ponernos en riesgo a ambos?

El antiguo señor oscuro sonrió, con una sonrisa tan cargada de malicia que incluso la furia de Harry Potter menguó con su ira contenida.

—Venganza —susurró, antes de sonreír ampliamente—. Olvidaste mi cumpleaños.

—¡Tu cumpleaños es el 31 de Diciembre, te envié un obsequio! —gruñó. Tom negó.

—Mi otro cumpleaños —gruñó, bastante receloso—. ¿Cómo crees que quedé ante la maldita Victoire Weasley cuando ella recibió un regalo días antes y yo esperé y esperé sin nada? ¡Mantén las malditas apariencias, maldito!

Harry apretó el puente de su nariz, inhalando con fuerza y tratando de contener sus absolutas ganas de lanzarle un Crucio tras otro a su maldita alma gemela. Por ahora, debía enfrentarse a una horda de periodistas ansiosos de comprender cómo era ese chisme de que su "hijo" que tuvo nada más acabar la guerra era su hijo con Lord Voldemort, y luego vería como de duro castigar al antiguo señor oscuro que desde hacia 17 años hacía su vida un infierno bajo su cuidado.

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Gracias por leer!

Érase una vez en octubre [TOMARRY]×[#FICTOBER2020]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora