Si digo por favor, ¿te quedarías?

Nuevas alianzas.

- Profesora, ¿puede salir? - preguntó Penelope Clearwater, prefecta de Ravenclaw, desde la puerta del aula.

Mire a la profesora McGonagall en espera de su respuesta y esta me miro con una sonrisa de aceptación.

- De acuerdo, de todas maneras faltan 15 minutos para que termine la clase, pero la próxima deberas convertir a Eliza en un escritorio. - dijo McGonagall con su dedo en alto.

Asentí con la cabeza, tome mis cosas y me dirigí a la salida, una vez afuera, caminando detrás de Penelope, mire por la ventana del aula a Eliza quien me estaba hablando con los labios.

- ¿Ahora que hiciste? - logre entender lo que preguntó.

Hice un gesto de "No lo se" con mis brazos en el aire y la perdí de vista. Penelope me estaba dirigiendo a la oficina del profesor Snape, empezaba a temer que me fuera a decir algo sobre mi última poción, habíamos tenido que hacer un pócima que funcionara como ácido pero que no quemara la piel humana, la mía sin embargo, no hizo nada, solo era un líquido espeso color azul, temía que me fuera a regañar nuevamente por mi incompetencia en su asignatura.

*¿Que se le va a hacer? Soy pésima en pociones, por más que trato de hacer todo bien, siempre terminó arruinando todo.

- Espera aquí un momento, ire por los profesores. - dijo Penelope dejándome afuera de la oficina de Snape.

*¿Profesores?, ¿que no solo iba a ver a Snape?

Mire a mi alrededor y el pasillo se encontraba vacío, dando un suspiro procedí a sentarme en el suelo a esperar preguntándome que clase optativa debería tomar.

- ¿Adivinación aún tendrá cupo? - pregunte en voz alta mirando hacia el techo, pérdida en mis pensamientos.

- ¿Adivinación?, ¿en serio? para eso mejor no escojas nada.

Mire hacia el frente y vi a un chico recargado en una columna que estaba doblando la esquina a unos cuantos pasos de mí. Tenia el cabello platinado, este le caía a los lados en un ángulo casi perfecto, sus ojos azules reflejaban aires de superioridad, tenia ambas manos en los bolsillos de su túnica. Al ver el escudo de esta vi que era de Slytherin, me pare de golpe para mirarlo y hablarle.

- ¿Cuanto llevas ahi parado? - le pregunté acercándome a él.

- Mas tiempo que tú es claro, esa torpe Ravenclaw me tiene aquí esperando desde hace ya 20 minutos. - dijo con cara de descontento mirando al fondo del pasillo.

*Definitivamente es de Slytherin.

- Lo siento, no escuche tu nombre. - dije al chico.

- Draco. Draco Malfoy. - dijo mirándome por encima del hombro. - ¿y tu eres?

- T/N Zaragoza. - conteste con una sonrisa amable.

- ¿Que clase de nombre es T/N? - dijo frunciendo la cara, con una expresión de confusión molesta.

- Mi abuelo fue quién me lo puso...

* Cierto... había olvidado que el abuelo fue quien eligió mi nombre... y aún así me llamaba "Florecilla".

Volví a sentir un nudo en mi garganta, cerré mis ojos con fuerza intentando evitar llegar a las lágrimas, mire hacia arriba y di un suspiro.

Draco pov

* ¿Que rayos le pasa? ¿Mi comentario le habrá ofendido tanto?, bueno que se puede esperar de una Hufflepuff.

- Y dime Draco, - volvió a mirarme, sus ojos se veían algo cristalinos y un poco rojos. - ¿el profesor Snape también te mando a llamar?