Sigo buscando tu mirada

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Sinceramente no quería ir, siempre había sido así.

Prefería estar acostado todo el verano hasta que el momento de volver a la universidad llegara y mínimo pudiera recuperar todas las horas que se la pasó madrugando para entregar algún proyecto. Pero ahí estaba Watanabe Haruto, llegando a la playa donde sus amigos estaban dando una fiesta, aún tiene fresco el recuerdo de cómo lo llamaron durante toda la última semana para recordarle de la tan esperada fiesta que daba inicio al verano.

Se bajó de su motocicleta y entró a esa casa a la orilla de la playa donde pasó tantos días de diversión con sus amigos. Una pequeña casa con estilo de cabaña tropical y que daba justo al mar ahora se encontraba decorada con luces de diferentes colores y música alta que se escuchaba desde la calle, había personas tanto fuera por dentro del lugar, algunas hablaban entre ellas, otras solo estaban ahí y uno que otro se encontraba vomitando lo que había ingerido minutos antes.

- Y solo son las nueve - dijo Haruto para si mismo antes de entrar a la casa.

Cuando entró la música se volvió ensordecedora para sus pobres tímpanos, las personas dificultaban su caminar y los diversos aromas que llegaron a sus fosas nasales casi lo hacen salir corriendo de ahí.

- ¡Hasta que llegas! - llegó Yoshi a su lado junto a su típica sonrisa.

- ¡Si no lo hacía posiblemente iban a sacarme arrastrando de mi departamento! - debía alzar la voz si quería que el otro japonés lo escuchara - ¿Por qué hay tanta gente?

- ¡¿Qué?! - preguntó gritando el mayor mientras se acercaba a Haruto en busca de escucharlo mejor.

- ¡¿Por qué...?! ¡olvídalo! - el menor se rindió al ver que si seguía gritando sus cuerdas vocales iban a doler al día siguiente en la mañana.

- ¡Ven! - Yoshinori tomó al alto del brazo y lo llevó, mientras trataban de esquivar a las personas, a un lugar más profundo de la casa donde no se escuchara tan fuerte la música - por acá están los chicos.

- ¿Por qué hay tanta gente? - preguntó Haruto en un segundo intento de obtener respuesta.

- Park Jihoon - respondió el japonés mayor con obviedad.

Haruto se rió al notar lo obvio que era la respuesta.

- ¡Hablando del rey de roma! - fue lo primero que escuchó de Jihoon al verlo llegar junto a Yoshi.

- Digo lo mismo - contestó el alto llegando a la mesa donde estaban la mayoría de sus amigos.

- Pensé que llegarías más tarde - escuchó a Hyunsuk decir.

- Pensé lo mismo - tomó asiento junto a Hyunsuk y de frente a Yedam.

- Yo ni siquiera tenía esperanzas de que vinieras - le dijo Yedam llevando el vaso entre sus manos hasta sus labios.

- Vieron, tanta insistencia sí da sus frutos - les recriminó Junkyu.

- Por favor, tú lo querías perseguir diciéndole sobre la fiesta - Hyunsuk lo vio mientras arrugada su entrecejo.

- No olvides la trompeta - le recordó Mashiho queriendo ver más avergonzado a Junkyu.

- ¡Y querías hacerlo con una trompeta! - siguió el mayor.

- Bueno, pero lo del plan de insistir sí funcionó - se excusó Junkyu - ya déjenme en paz.

Sus amigos hablaban y lo metían a las charlas, siempre era así, hacían bromas y contaban anécdotas vergonzosas. Todo iba bien para Haruto lo cual se le hizo extraño, estaba disfrutando la fiesta sin mucho problema y eso no era algo normal.

We Need To Talk About Ourselves - hajeongwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora