¿Un Cafecito?

Capítulo 2

- ¡Hey! Vegeta, ¿estas prestándome atención? - la joven de ojos azules claros chasqueo sus dos dedos frente a él peli-flama.

- Eh... Te seré sincero, no lo hice, perdona - se disculpó, moviendo su cabeza de modo de volver a caer en la realidad.- vuelve a contarme te pondré atención esta vez.

La chica sonrió de forma tierna, - Es que al parecer me darán la plaza de trabajo que tanto he anhelado, si me dan la oportunidad, trabajaré mucho más así subiré de rango.

- Muy bien mujer, me enorgullece mucho que estás cumpliendo tus metas. - el depósito un suave beso en su mejilla, causando una risita, acompañado de un leve sonrojo.- Al menos tú no pasas vergüenza como yo en una estúpida cafetería.

- Cariño, sabes que es para que valores el esfuerzo de tus padres. - la chica estaba dándole ánimos a su pareja. - No me... - un sonido interrumpió su conversación, el cual venía de su teléfono - Cariño voy a contestar.

- No te preocupes, hazlo- metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

(....)

¿Otra vez está aquí este idiota?

Sentí mi sangre hervir, cuando vi pasar a aquel chico que se sentó en la mesa de siempre, me sorprende que no le haya visto antes...

18 días seguidos se ha aparecido el gran imbécil, espero que ahora se digne a responderme.

- Yo atenderé a la mesa 5 - tome rápidamente mi libreta y me acerque - Bienvenido a... - no me dejó terminar porque puso la mano enfrente haciéndome callar.

Se me quedó viendo unos momentos y sentí algo sumamente extraño pero agradable, su mirada intensa me causo embobarme.

Puse demasiada atención a su próximo movimiento, el solo se dispuso a escribir en un papel, acto seguido me lo entregó.

"Hola, ¿Puedes darme un vaso de agua? Gracias :)"

Volví a la cocina y serví el agua en el vaso de cristal, antes de regresar tome mi lapicero y escribí algo en el papel, entregué el vaso a este joven sin más.

Seguí mi turno normal, como si nada estuviera fuera de lo cotidiano.

Dieron las 7:00 PM significa que mi turno ha finalizado, le entregué las órdenes pendientes a Milk para que pudiera continuar con la atención de los clientes que se quedaron allí.

Me quité mi gabacha, la guardé en mi casillero, tome mi chaqueta y me la coloqué, me despedí de todos y salí a las frías calles de Japón.

Al comenzar a caminar para emprender rumbo a casa, note que afuera de la cafetería había un hombre vagabundo, se notaba que tenía frío... Mi corazón se llenó de angustia al ver a ese pobre hombre allí, desahuciado, tome la iniciativa, me quité la chaqueta y se la puse.

- ¿Está bien? - pregunte al vagabundo.  - vamos lo llevaré a un lugar mejor.

- ¡No me puedo ir! ¡No la quiero dejar sola! - el hombre se resistió a que yo me lo llevará. - no podemos dejarla aquí, morirá de frío. - pensé que estaba alucinando.

- ¿De que me está hablando? - pregunté cuando lo ví fijamente a los ojos supe que algo no estaba bien.

- Mírala, está allí... - el hombre dirigió la mirada hacia donde estaba acostado hace un momento.

Sin dudar, imite su acción y me alarme al escuchar el llanto de un bebé, rápidamente me acerque a una caja que se encontraba allí y definitivamente se hallaba un indefenso ser humano.

Entre en pánico así que trate de envolverlo lo mejor que pude. - vamos Señor, los llevaré a un lugar mejor.

Saque mi celular y marque lo más rápido que pude a el primer contacto.

-Hola Vegeta. - se escuchó su voz al otro lado de la línea.

- Bulma, necesito tu ayuda, porfavor alista unas mantas, ropa para un adulto y una cama, voy para el refugio llegaré en unos 10 minutos.

- Enseguida lo haré cariño, acá te espero.

- Gracias, ya llegaré. - corte la llamada.

Nos dirigimos a el refugio de la familia Brief, la familia de Bulma, mi actual pareja, cuentan con un refugio para familias de escasos recursos para que vengan y reciban atención.

Al llegar Bulma nos estaba esperando en la puerta, yo llevaba en mis brazos a el bebé.

- Vengan por aquí.

Entramos y el ambiente se tornó cálido, entonces fuimos a la sala, donde recosté a la criatura para que descansará cómodamente.

- Bienvenido a el refugio de Corporación Cápsula señor, acá estará muy bien cuidado con nosotros, así que se le asignará una habitación para usted, allí hay una cama, baño, ropa limpia y sábanas para que pueda estar cómodo. - hablo amablemente la chica.

-¿Y que pasará con ella? - el vagabundo estaba preocupando por el bebé.

- no se preocupe, la vamos a revisar bien y uno de los colaboradores se encargará de ponerla cómoda.

- Está bien, por favor cuídela.

- Venga conmigo señor. - un joven amablemente se llevó al hombre a su nueva habitación.

- Por favor Rem, tratalo bien si necesita algo que puedan dárselo.

- Claro que sí señorita, yo me encargo de su atención.

Al volver, la vista a su pareja se sorprendió al ver que tenía a un bebé en el sofá.

- Es una niña - Vegeta veía detalladamente a la bebé. - es muy hermosa.

- Pobrecita, no entiendo porque su madre la dejo así en la calle. - sonaba muy triste, ella se sentó al otro lado del sofá.- tienes razón es muy hermosa está princesita, pediré que la bañen y cambien para que esté más cómoda. - tomo el teléfono que estaba en la sala y llamo a el personal, al terminar de solicitar el apoyo se sorprendió por lo que dijo el peli-flama.

- ¿Que crees que pase si nos la quedamos?

¡CONTINUARÁ!

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