Capítulo 2: Misteriosa y bella maestra.

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Comenzó otro día, uno normal como siempre hasta que todo cambió.

Es que lo recuerdo y siento que vuelo a otro mundo, puedo asegurarles pero comencemos desde el principio…

Salí del trabajo, hacía demasiado calor y el traje que llevaba puesto estaba matándome así que me quité el saco y me di la libertad de desabrocharme dos botones de la camisa pero me faltaba algo… frío y fresco.

Rebecca que salió conmigo insistió en que tomáramos algo. Sugirió un Starbucks. La verdad es una pena volver a casa con lo hermoso que está el día.

Tengo la suerte de tener una buena compañera, nos falta Chuck que es de nuestro grupo pero estaba lo suficientemente cansado como para hacerlo.

Bien, como decía llegamos y el lugar estaba repleto de gente pero era un ambiente tranquilo, suspiré cansado en la fila de gente que esperaba lo mismo que yo. Becky no dejó de hablar hasta que hicimos el pedido. Miré a mi alrededor por alguna razón y tomé mi celular de mis bolsillos para matar el rato revisando algunos mensajes.

Le envié un mensaje a Abby para saber cómo fue su día pero el mensaje no le llegó, hablábamos muy poco, sé que ella está aprovechando cada segundo que tiene con su familia y no la culpo.

Admito que la extraño y me molesta que no hablemos pero no quería ser egoísta, ella tiene derecho de estar con su familia… ojalá yo pudiera hacer lo mismo.

Me sentí frustrado por unos momentos pero que va, ella tiene suerte y yo no. Además ya me tocaba para hacer mi pedido y con gusto lo hice y esperé a que me den el pedido un poco ansioso.

Una vez de que recibí mi frappe buscamos un lugar para descansar, después de todo no tenía nada más qué hacer que estar en casa encerrado para amargarme.

Debería ir a visitar a mamá pero ella tampoco se preocupó por mí durante estos días, ni siquiera me envió un mensaje para saber cómo estaba pero así era ella, había épocas en las que se preocupaba por mí y en otras no significaba nada.

Me senté en una de las mesas con mi compañera que parecía emocionada al conseguir lugar frente a una ventana dejándome ver la ciudad y sentir un poco la brisa. Miré mi celular de nuevo, Kim me envió un mensaje preguntándome si el sábado quería ir a cenar que Eileen ya preguntaba por mí, me sentí contento por la relación que estaba forjando con mi sobrina. Para mi suerte ella guardó bien el secreto que llegamos tarde a la escuela.

Le contesté que con mucho gusto iría el sábado temprano para ayudarla a cocinar y aprovechar a estar en familia ya que Abby recién volvería el jueves de la otra semana.

—¿Extrañando a Abby? No sueltas ese teléfono. —se quejó.

—Un poco, la vida es triste sin mi novia.

—Que trágico eres Evans.

—Vivo de la tragedia no me molestes. —le hice un puchero.

Ella sonrió, bebió de su café helado y pestañeo varias veces algo pensativa hasta que posó sus oscuros ojos en mí. Conozco esa mirada, va a comenzar a hablar de nuevo hasta que la cabeza me duela.

—¿Qué opinas del nuevo?

—Es un buen sujeto. —me limité a contestar— Connie es algo exagerada, Chris habrá tenido sus razones para que esté con nosotros.

—El tipo es bastante simpático —agrandó sus ojos—, ya se hizo el amiguito de Julie.

—No sé qué te sorprende, Julie habla con todo el mundo.

—Ya de seguro habrá caído a sus pies. Ya sabemos que Julie es preciosa y se roba las miradas de todos. Míralo a Chuck, desde que se enteró que ella se separó salta en una pata.

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