*Advertencia*
Este escrito tiene modismos Uruguayos, osea que yo uso, en sus diálogos, si no entienden algo porfavor dejénlo en los comentarios así yo puedo corregirlo. Desde ya muchísimas gracias, disfruten
<3Shea caminaba lentamente por el pavimento, arrastrando sus pasos como si sus pies estuvieran encadenados a pesadas rocas. Estaba encorvada y sus auriculares reproducían una melodía sin voz qué combinaba perfectamente con las nubes que tapaban el cielo oscuro, una situación ideada perfectamente para que ella se tomará un tiempo de paz. Sabía que lo necesitaba desde hace un tiempo, si no lo tenía, colapsaría en medio de alguna situación cotidiana con la mínima cosa que le molestara, como paso en su trabajo de medio tiempo ese mismo día.
La calle estaba vacía, desierta, como en un apocalipsis, pero ahora mismo lo único que estaba en apocalipsis era su mente. Pensaba en como su vida había acabado siendo una monotonía sofocante, en como había llegado a ser una estúpida adulta más que solo se preocupaba en satisfacer las preguntas de sus familiares en las cenas de las festividades, siendo que todas las respuestas eran mentira. Su mente estaba tan saturada, pero tan deshabilitada al mismo tiempo que resultaba hasta caótico. Se había convertido en todo lo que alguna vez había aborrecido; Lo rutinario, lo común, lo cotidiano y aburrido.Fuera de sus auriculares escucho el sonido de el motor de un auto, que iba lento a su lado. Pensó lo peor, como cualquier mujer común, pero al ojear a su costado, pudo ver a una figura que reconoció al instante. Se puso frente a la puerta del copiloto de el descapotable rojo que la seguía y este paró de repente. La vió fijo, vio a Sasha a los ojos. Pero lejos de no poder creerlo, su cerebro solo lo apartó, no estaba lista para procesar todo eso. Sasha le hizo una seña para que subiera al auto y luego de dudarlo unos segundos, no tuvo más opción. Manejaba tranquila, tan pacífica como siempre lo había sido. Ninguna de las dos podía comenzar la conversación, era un ambiente tensó, pero sereno a la vez. La música calma que sonaba desde una reproducción de Spotify las mantenía ocupades, evadiendo esa inminente charla que ya era estupido evitar.
—¿Cómo andas?— Soltó insegura Sasha, notaba que Shea tenía la mirada perdida, como si pensará intensamente en algo.
—Todo Bien en general; tengo trabajo, impuestos y estudios para mantener mi cabeza ocupada, así que todo bien— Sasha tenía claro que no podía remar una conversación tradicional con Shea en este momento. Ni en este momento ni nunca, la tradición no iba con ninguna de las dos, aunque Shea demostrara lo contrario.— Yo vine a dispersarme, este lugar me trae muy buenos recuerdos y me hace pensar en los momentos felices que pase... que pasamos. Nueva York es lindo, pero es un quilombo. Igual prefiero mucho más haya que este pueblito, los pueblitos son horribles. Estaba pensando en ir al lago ¿Te copas?— Preguntó.
— ¿Vos decis ese lago, no? — Sasha respondió de manera afirmativa, algo que Shea ya se imaginaba.
Se formó un silencio algo incómodo posterior a esa leve charla, las dos pensaban muchísimo y tenían sus buenas razones. En un momento, la morena admiro el perfil de su acompañante su por un rato y no pudo soltar el evidente "Estás re diferente".
—Ya sé, no nos vemos desde hace tiempo, teníamos 15 años cuando paso todo.— ¿Seguís pintando?— Preguntó sin pensarlo dos veces, Shea no había tenido ningún contacto con le calve desde que se había ido.
—¿Vos seguís teniendo el cuadro?— La mirada de Sasha estaba fija en el camino, no tenía las suficientes agallas como para enfrentarla cara a cara.
—Nunca me dió* para tirarlo, ni moverlo, todavia lo veo cada mañana.— A Sasha le sorprendió la respuesta, ¿Todavía seguía pensando en elle después de tantos años?
—La hice de nuevo, la renové. Le cambié varias cosas, pero sigue teniendo el mismo significado—Desde ese momento todo rastro de incomodidad o timidez entre ellas se esfumó tan rápido como el polvo, cada una ya había tanteado bien el terreno de hasta que punto podían (o deberían) llegar.
—Siempre fuiste tremenda artista—Una bomba de sinceridad salió de su boca mientras recordaba las tardes en el parque cuando se recostaban en el césped mientras Sasha pintaba y Shea leía, que para Shea, eran las mejores tardes. Sin mencionar obviamente las muestras de cariño que se daban empapadas de timidez cuando no había nadie alrededor.
Eran solo unas jóvenes experimentando el placer de el aprecio mutuo ¿Qué tenía eso de malo?
Les dos bajaron del auto y se sentaron en el césped, con vista perfecta al lago que había sido una gran parte de sus vidas. Ellas no podrían describir lo que significaba para ellas ese lago, solo lo era todo. Eran recuerdos, emociones, sensaciones, sentimientos, era amor y vida, era tragedia y desesperanza. Era toda su historia.
—Soy no binarie Shea, lo descubrí hace un tiempo.— Se sincero también ella. Ninguna de las dos se miraba, pero podían sentir que lo hacían, nisiquiera les hacía falta mirarse para saber las expresiones de la otra.
—Creo que en cierto modo lo sabía, nunca encajaste en esa etiqueta. Sabes que a mí no me importa.—Shea solo procedió a preguntarle sus pronombres, por los cuales Sasha termino respondiendo Ella o pronombres neutros.
— Despes de que te fueras mi madre me obligó a estar con el hijo de una amiga de ella a ver si se me curaba lo lesbiana—Dijo esto último haciendo comillas con los dedos.— Me pidió matrimonio Sasha, no quiero pasar el resto de mi vida con alguien que no amo— La voz de la morena termino de quebrantarse cuando algunas lágrimas comenzaron a escapar. Sasha admiro en la mano de la contraria un anillo dorado, simple, que relucia en su dedo anular, indicando que era verdad lo que decía. Shea se recostó en el pecho de su amige, que no dudo en acariciar su hombro indicando que estaba ahí para protegerla.
—¿Te acordas el día que nos descubrieron? Estábamos exactamente así. Yo estaba consolandote mientras vos te lamentabas porque tu familia no te hablaba por ser lesbiana. ¿No estás cansada de esto?—La miro a los ojos esperando una respuesta sincera, a lo que Shea respondió en modo afirmativo como algo obvio.
—Entonces escapemos. Vení a vivir conmigo a Nueva York, capaz conseguís trabajo de diseñadora, como te gusta.Podes quedarte un tiempo en mí casa hasta que consigamos un lugar más grande donde las dos podamos vivir y podríamos tener un gato, un jardín con muchas plantas y nosotras mismas podríamos pintar las paredes—Los ojos de Sasha estaban llenos de esperanza mientras hablaba, casi podía ver lo que estaba hablando.—Tuvimos que esconder nuestro amor por tanto tiempo, y ahora que podemos, ¿vamos a perder la oportunidad de poder ser nosotras?—Sasha tomo las manos de Shea con entusiasmo y muy lentamente saco el anillo de su dedo. Lo puso frente a ella y dijo; "¿Qué decis?"
Shea comenzó a reír y se abalanzó sobre su enamorada llenando de besos su cara, mientras repetía muchísimas veces la palabra si con cada beso. Las dos terminaron recostadas en el césped, mirando el cielo mientras sus manos se acariciaban mutuamente. Por primera vez, les dos estaban en su lugar favorito sin temor a ser juzgades o señalades.
Eran ellas y el lago, nada más.
*"Nunca me dió"; Sería una abreviatura de "no me dieron las agallas" o que no te animaste a hacer algo por angustia, por miedo, costumbre o vergüenza: "No me dio para hablarle porque soy muy tímida".
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❛ Rpdr One-Shots '✧
Science FictionEn este libro podrás encontrar diferentes one-shots (relatos de un solo capítulo) sobre ships de la serie RuPaul's Drag Race. Disfruta!