La Perla Negra ✧; rajila

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Manila se encontraba con su compañera Delta en una de las mesas del barco jugando cartas, una acción habitual que se realizaba en este cuando las tripulantes de La Perla Negra no tenían demasiado para hacer. Las astutas piratas habían robado algunos buques mercantes hacia unos días. Ahora, seguían en su búsqueda de tierra firme para descansar y de paso, emboscar a algún otro barco que contenía todo tipo de riquezas.
- ¡Tierra a la vista! - Gritó Carmen, la vigía del barco mientras señalaba con frenesí la arena y los árboles que se distinguían desde la lejanía. Instantáneamente todas las tripulantes salieron de los barriles en los que estaban sentadas y se apresuraron a llegar a la proa, donde pudieron observar con más detenimiento la pequeña Isla en donde se instalarían por lo menos por dos días.

-¡Genial! Yara, vamos hacía ahí- Manila le indicó a la piloto del barco.
-Como usted diga capitana- Respondió la otra, con una sonrisa en la cara mientras movía el timón en dirección a tierra firme.
Todas las tripulantes del barco estaban emocionadas por poder tocar la arena y descansar un poco. Las más curiosas querían investigar la Isla y encontrar frutas exóticas, tomar agua de coco y ver animales.
Al poner el ancla en el suelo, todas las chicas bajaron rápidamente y alguna que otra se tiró en la arena, disfrutando el contacto con tierra firme que no tenían hace días. Pero, a pesar de que se estaban divirtiendo, seguían siendo una de las bandas de piratas más temidas en el océano. Y como capitana, Manila tenía que mantenerse alerta en todo momento. Aprovecho el distraer de las otras y con ayuda de Delta escondieron lo que pudieron el barco para que no se viera mucho. La Perla Negra era un barco pirata un poco más grande que el promedio, pero a pesar de eso no perdía su agilidad y rapidez a la hora de a atacar a otros barcos.

Unos días después, Manila se encontraba en la arena, con un catalejo buscando algún barco para atacar. Hace tiempo estaban en esa Isla y necesitaban volver a ultramar lo más rápido posible, se estaban quedando sin provisiones.
A lo lejos, pudo distinguir un barco de grandes proporciones que se movía lento, de manera calmada. Su mente trabajó rápido para poder deducir que era un barco con mercancías que traía todo tipo de especias desde un país descubierto hace poco.
Toco el hombro de Alexis quien estaba a su lado, acostada en la orilla del mar mientras disfrutaba del cálido sol. La alegre chica se levantó y tomo el catalejo, observando en dirección a donde Manila había señalado.
-Mierda... Tenemos que ir rápido antes de que los perdamos de vista- Manila se paró rápidamente y se dirigió lo más rápido que pudo hacía el barco, mientras su compañera corría mientras gritaba.
-¡Chicas, chicas, todas a bordo!- Resonaba desde la orilla. Las tripulantes se apresuraron a llegar a sus puestos mientras Manila miraba su brújula.
- ¡Yara, dirígete hacía el suroeste! ¡Carmen, asegúrate de no perder el barco de vista! ¡Indiah, iza la vela lo más rápido que puedas! ¡Las demás, busquen sus espadas y las de las otras!- Ordenó Manila con liderazgo.
Mientras, ella corrió hacía el mástil e izó la tradicional bandera negra con una calavera blanca, mientras miraba hacia el frente con una sonrisa.

Los dos barcos quedaron pegados con tanta rapidez las otras chicas no tuvieron tiempo de procesar nada cuando ya tenían a varias de las pitatas de La Perla Negra balanceándose entre cuerdas para llegar al otro barco.
-Parece que tenemos compañía- Escuchó decir Manila, mientras estaba parada en el centro de su barco, viendo cómo empezaba la acción. No tubo que guiar su vista hacia la hablante para saber de quién se trataba, había reconocido esa voz al instante. En el otro barco se encontraba la ex pirata y ahora navegante y descubridora Raja Gemini. En un instante todo se paró. Podía escuchar y ver de reojo a sus piratas atando a los navegantes del otro barco a los mástiles de este, pero toda su atención se había concentrado en Raja, quien la miraba a los ojos, quieta, desde el centro del otro barco. De repente salió de su trance cuando Stacy tomo las manos de Raja y las ató, como a todas las demás. Manila pasó al otro barco y vió que ya estaba todo controlado. Todas las navegantes del barco mercante estaban atadas a los mástiles y varias tripulantes de la Perla Negra habían comenzado a sacar suministros y especias de la bodega. Luego de haberla vaciado y llevarla toda a su barco, liberaron a una de las tripulantes más debiles y Manila les indicó que vuelvan nuevamente a su barco, ya era hora de irse. Pero antes, Manila libero a Raja y la tomó de su brazo, para llevarla consigo. Todo indicaba que era un secuestro, algo bastante común entre las bandas de piratas, pero no muy propio en la capitana.
-Vamonos Yara, terminamos con esto- Le comentó a la piloto haciéndole saber que tenían que seguir su camino.
Manila se dirigió con Raja a su pequeña habitación dentro del barco, donde podrían tener privacidad. Manila cerró la puerta y quedó frente a ella. La miró sería, mientras la otra intentaba disimular su incomodidad mientras se tocaba el cuello con su mano.
-¿Donde mierda has estado estos 3 años Raja? ¿¡DONDE!?- Protestó mientras la señalaba con un dedo.
-¡PENSABA QUE ESTABAS MUERTA RAJA! ¿TU SABES CUANTAS NOCHES LLORÉ POR TI?-Las lágrimas se comenzaban a acumular en los ojos de las dos, Manila movía las manos con fuerza mientras hablaba.
-Casi lo hacen Manila. Tuve que unirme a ellos para que no lo hagan- Respondió preocupada, poniendo sus manos en las mejillas de la otra.
-Ese día en el que nos atraparon y me llevaron, el día en el que tu te quedaste en Filipinas visitando a tu madre, no tuve más opción, sabes cuánto amo está embarcación, son como mí familia. Por eso termine ahí, con esa junta de estúpidas de la alta sociedad- Raja limpiaba delicadamente cada gota salada que caía por las mejillas de Manila.
-Podrías haberm- digo, habernos buscado- Dijo todavía con un poco de rencor recorriendo su sangre. Manila se había pasado tres años enteros pensando que Raja era una traidora o que la habían matado, por eso su nombre era prohibido decir su en La Perla Negra.
Las dos se quedaron mirándose por unos segundos, era extenso el tiempo por el que no se habían visto.
-No tienes idea cuánto te extrañé- Dijo Manila entre lágrimas de felicidad, para luego pasar sus brazos por el cuello de Raja y unir sus labios en un tierno y nostálgico beso. Ninguna podía vivir sin la otra.
—Prometeme que no volverás a irte así—
—Te lo prometo amor—
Las dos chicas salieron de la puerta camarote hacía la superficie del barco tomadas de la mano. Apenas lo hicieron, todas las miradas de las piratas se dirigieron a ellas.
—¿Volvió?—Preguntó Delta, quien conocía muy bien a Raja, ya que era una de las tripulantes más viejas en la embarcación.
—Violví—Afirmó Raja con una sonrisa.
En un segundo, todas las piratas comenzaron a gritar y saltar de la emoción por todo el barco, mientras las dos protagonistas sonreían. Manila subió sus todavía manos unidas y la tomó de la cintura, solo para darle un profundo beso entre risas.



Espero que hayan disfrutado muchísimo la historia, porque para mí fue algo muy divertido de hacer. Tuve que investigar un montón sobren piratas y como se formaban sus barcos, sus herramientas, todo. Pero la pasé muy bien haciéndolo y eso es lo que importa.
Les dejo por aquí un vídeo informativo sobre la homosexualidad en ultramar camaradas! https://youtu.be/pLPpNOJS0PQ
Ten un buen día¡!

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