CAPÍTULO 1 LA INFANCIA DE YUUL LÉTENITE (parte 1)

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Nuestra historia se desarrolla en un mundo completamente diferente al nuestro, en este lugar existía la magia, pero muy pocos podían hacer uso de ella, sólo los que poseían “sangre azul”, es decir la realeza, podía manejarla. Esto se debía a que muchos siglos atrás un rey se encontró con un anciano, en esa época, el mundo estaba hecho un caos, por todos lados había guerras, muertes, desastres naturales inexplicables, dragones incendiando aldeas, comiendo pueblos enteros, el mundo estaba casi destruído, este anciano estaba muriendo y el rey por caridad y buena voluntad lo ayudó, lo alimentó y lo vistió, cuando el anciano logró recuperarse se mostró como un Dios y le dijo, “Lo que has hecho se te beneficiará cumpliéndote un deseo, no importa lo que pidas, se cumplirá” el rey atónito le contesto, “Me gustaría tener la fuerza suficiente para poder salvar a mi reino y acabar con toda esta masacre” el Dios le contestó, “Se te entregará magia, úsala sabiamente”. Después de ello el anciano desapareció, el rey ideó una estrategia para acabar con todo el mal, apareció en medio de toda la guerra y con un poco de magia lo detuvo todo, todos los que se encontraban de observadores se impactaron y acabaron con las guerras por temor a que el rey les hiciera algo, poco a poco el mundo volvió a tomar paz y el linaje de magia pasó de reino en reino por los compromisos con reinos vecinos, y fue pasando de generación en generación, sólo que no todos los hijos obtenían los poderes, y por supuesto ninguno era igual, todos eran diferentes. Así fueron pasando los siglos hasta que la magia se volvió parte de la vida diaria, y los sueños se volvieron una realidad. El mundo era gobernado por reinos, en uno de estos nació una pequeña niña, blanca como la nieve con un cabello rubio muy bonito, desde que nació su vida fue muy agradable, fue hija única, y nació con el “don” de infiltrarse en los sueños de las personas y ver el futuro en sueños, por ello fue nombrada el Oraculo de Trampste. Cuando cumplió 3 años, le presentaron a un joven, como era muy pequeña no entendía aún, pero ese joven cambiaría su vida para siempre.

A pesar de poseer “sangre azul” era muy bondadosa y humilde, ayudaba a cada persona que podía, su educación fue muy completa, como princesa de Trampste, debía saber todo acerca de esté, ser inteligente y culta era muy importante para sus padres. Sabía mucho de todo tipo de tema desde pequeña, su padre estaba muy orgulloso de ella, y cada que podía la presumía con sus amigos.

El día de su doceavo cumpleaños todos los habitantes de Trampste celebraron, aunque estaban muy tristes, ese día entregarían a su princesa a un hombre llamado Icaboth, un noble muy creído, pero si la princesa y él se casaban lograrían hacer una alianza con su reino. La fiesta fue muy divertida, todos se estaban “divirtiendo” o eso era lo que pensaba ella, no tenía ni idea de lo que iba a suceder.

Llegada la noche su padre hablo frente a todo su pueblo:
- Buenas noches pueblo de Trampste, hoy nos despediremos de nuestra querida princesa.. EL ORACULO DE TRAMPSTE, ella cambiara de hogar, ahora será princesa de MORKETS RIGE, se irá para acostumbrarse a vivir allá, ya que cuando nuestra princesa llegue a los 21 años contraerá matrimonio con Icaboth, este noble caballero…

Yuul quedó asombrada, a ella nunca le había pasado por su cabeza casarse, se levantó de su asiento y se dirigió al rey

-¡Pero padre!, ¡yo no quiero casarme, no me casaré!

-¡No te puedes negar!, como princesa de Trampste es tu deber, ¿te eduqué como princesa o no?
Es deber de la princesa ver por el bien de su pueblo

-¿Ver por el bien de mi pueblo? ¿Qué bien le hago al casarme? Al hacer eso solo verán a su princesa atada a un hombre el cual no ama

-Aún no lo amas, pero estoy seguro de que lo harás, recuerda tu madre y yo nos casamos porque nuestros padres también arreglaron nuestro matrimonio, y ahora nos amamos mucho, lo mismo ocurrirá contigo.

Ahora ya no hablaban, ambos estaban gritando

-¿Cómo puedes estar tan seguro de ello? Yo no quiero casarme, y si es deber de una princesa ¡entonces prefiero dejar de serlo!

-¡Yuul pero que estás diciendo, retráctate en este momento!

-¡No lo haré!, no quiero casarme, ¿porque soy la única que debe casarse por que su padre lo ordena?

-No eres la única, a todas las princesas de todos los reinos también les arreglan sus matrimonios y ellas no se niegan

-¿Y acaso soy igual que ellas? ¡No!, debe de existir alguna clase de persona a la cual no le arreglen el matrimonio ¿no?

-Pues solo a las ladronas, pero ese no es el caso, yo te eduque como princesa no como ladrona, ¿eres una princesa o una ladrona?

-¡Pues tal vez debería ser una ladrona!

-¡No me respondas así Yuul Létenite!

Nunca se les había visto discutir así, ella siempre hacía lo que su padre le decía, siempre fue muy obediente, era la primera vez que le levantó la voz a su padre. Todos quedaron atónitos ante la discusión que se estaba llevando a cabo en plena cena, el rey se percató de ello.

-¡Esta discusión la concluiremos ahora Yuul!
Perdón por la actitud que acaban de observar de mi querida hija.

Yuul muy enojada volteo a ver a todos y se retiró de la mesa, miro a Icaboth antes de irse y este tenía una pequeña sonrisa, esta la enfureció más y se retiró aun más rápido. La fiesta continuo, pero sin la presencia de su princesa, todo se escuchaba muy tenso, risas fingidas, ya casi no había conversaciones largas, debido a esto, la fiesta terminó muy pronto, Yuul comenzó a empacar, no para irse a vivir con Icaboth, sino para escaparse, como era una princesa no tenía ni la más mínima idea de cómo hacerlo, pero no pensaba casarse, cuando salió de su cuarto ya estaba su padre en la puerta.

-Yuul me alegra que lograras hacer tus maletas, te irás ahora mismo, me alegra que me entendieras.

-¡Yo no me pienso casar!
¿Por qué tomaste esta decisión tu solo?
¿Por qué no me consultaste?
¿Por qué no pediste mi opinión acerca de esto?

-¡Porque soy el rey no debo de pedir opiniones a nadie más que a mi consejero real!, ¿por qué me haces esto, acaso no vez que es difícil para mí dejar ir a la única hija que tengo?

-¿Difícil dices?, ¿y yo qué?, me vas a decir que para mí es muy fácil ¿no?, no cabe duda de que eres un rey, ¡egocéntrico y egoísta!, no me casaré, no me ataré a ese hombre, ¡ni si quiera lo conozco, es la primera vez que lo veo!

Al rey le dolía lo que su hija le estaba diciendo, pero no podía dejar de discutir con ella, era la última vez que la vería después de mucho tiempo, tal vez no era una muy buena despedida, pero era mejor que no hablarle.

-No es la primera vez que lo vez, lo viste cuando tú tenías 3 años, el vino con su padre y arreglamos el matrimonio, el en ese entonces tenía 13 años, cuando lo viste tus ojos te brillaron, por eso deduje que era el hombre correcto para ti.

-

-¿¡Es encerio?! ¡Lo dedujiste sólo porque me brillaron los ojos a los 3 años!!
¡Por Dios Padre! ¡Tenía 3 años! ¡Seguro a esa edad mis ojos brillaban por todo!
¡No saques conclusiones que no conoces!
¡Yo no me quiero casar con él!
Padre, por favor, ¡No me ates a un hombre que no amo!
No me abandones en este momento, no dejes que me lleve ese hombre,
tiene algo extraño, vi sus sueños, y no son muy lindos…
Padre por favor cree en mí

El tiempo se estaba acabando, ya era hora de partir, y el rey lo sabía, pero aún no lograba convencer a su hija, si no lo lograba tendría que llevársela a la fuerza.

-¡Te casaras con él!, ya no hay vuelta atrás, lo siento, siempre serás mi pequeña princesa rebelde.

En ese momento uno de los guardias golpeo a Yuul para desmayarla…

-Lo siento princesa…

La Ladrona de SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora