Me dejaste sola, abandonada. Sin decir ni una sola palabra.
¿Y todo para qué? ¿Para volver, tres años después, sin ningún beneficio de tus actos?¿Pidiéndome perdón?
El perdón y el arrepentimiento no me sirven. No me han servido estos últimos años y no lo harán ahora. Me he servido yo sola. Aquí eres tú el que sobra.