¿Por qué me siento así por ti? (InoAoi, Oneshots)

¡¡Quien Se Atreve A Tocar A Mi Reina!!

Hoy, como cualquier otro día en la asociación de los Demon Slayer, el bullicioso grupo de Tanjiro llena el ambiente con su alboroto habitual, mientras que Aoi junto a las niñas de la finca mariposa atienden a los heridos con una gran diligencia. En medio de esta actividad, a pesar de estar ocupados, Shinobu aún tiene tiempo para entretenerse molestando a Tomioka, completando el animado escenario.

Aunque hay algo diferente a lo habitual, después de todo, aquel molesto jabalí se encontraba algo calmado, buscando detalladamente a Aoi, pues, así parezca raro e incluso imposible, hace poco la chica se le había declarado y se habían vuelto pareja, claro está que cuando revelaron eso nadie les creyó, cosa que hizo que más de uno se ganara un "Ataque porcino"

Pero si de por sí esto ya es sorprendente, hay un pequeño secreto por parte de Inosuke y es que en este poco tiempo que se la han pasado juntos, ella se había convertido en su lugar favorito, le encanta todo aquello relacionado con ella, así esto incluyeran sus ocasionales peleas con resultados favorables para el cazador.

Dejando esto de lado, el chico siguió buscando a su tan preciada chica mariposa, así logrando verla a la lejanía, cosa que claramente lo entusiasmo, aunque no se notaba por su máscara, el único problema de esto fue que también alcanzo a ver a otro cazador junto a ella, siendo atendido por sus heridas, observando detenidamente como ella parecía divertirse conversando con él, cosa que hizo que le doliera un poco el pecho, siendo un sentimiento nuevo y diferente para Inosuke.

Mientras más veía aquella escena, más "dolor" sentía, pero es imposible que el autoproclamado rey de la montaña se deje ganar de un "plebeyo". ¿No es así? Sobre todo, sabiendo que ella siempre parece estar algo enojada con él, mientras que con el otro cazador no paraba de sonreír — ¿Será que estos son los celos de los que habla Gompanchiro? — meditó un poco, cosa rara viniendo de él.

Aun así, tiene ganas de simplemente aparecer y golpear a aquel cazador, tal como demonio que busca con que alimentarse, pero así pensara eso, sabía que la pequeña, pero enojona chica lo regañaría y no es como si le tuviera miedo, pero cuando ella se enoja fácilmente se enfrentaría a un demonio y pobre de él si es que sobrevive.

Con eso en mente solo suspiro y se resignó a seguir observando desde lejos, deseando que ella terminara rápido y así poder "reclamar" a la dueña de su corazón.

Aun así, la vida a veces es dramática, más si es un fanfic, así que cuando Aoi por fin termino de sanar sus heridas, el cazador aprovecho para decirle algo que disgusto a la chica o al menos eso se notó por su expresión y por si esto fuera poco la tomo de su brazo y la tiro hacia él, haciendo que involuntariamente la chica juntara sus labios con el cazador.

Viendo esto, al rey de la montaña se le fue toda la paciencia y razonamiento, preparándose para lanzarse contra el pobre cazador que en definitiva moriría de alguna forma el día de hoy, pero antes de hacer eso vio como Aoi le lanzo una fuerte cachetada, mientras parecía aplicarle algo a las heridas del cazador asiéndolo gritar de dolor, cosa que desconcertó un poco a Inosuke.

Así que aprovechando que la chica mariposa luego de eso se fue, entro lentamente a la habitación, pobre de aquel chico que se metió con la mujer de un cazador lo suficientemente fuerte como para enfrentarse a varias lunas superiores junto a los pilares.

En otra parte

Aoi había salido del lugar claramente enojada, se notaba en toda su esencia que en cualquier momento le aplicaría algún veneno al cazador, pero por encima de eso, estaba triste, no porque le dieran un beso, sino por quien se lo dio.

- Maldito... se robó mi primer beso – exclamo con algo de tristeza - Tanto que lo guarde para dárselo a Inosuke – terminó de hablar decepcionada de lo que acaba de pasar, aparte de lamentarse de no haber sido más precavida.

Haciendo que todos a su alrededor al verla sintieran miedo de acercarse, pues se nota que su actitud en este momento no es la mejor y no sería bueno molestarla aún más, no por nada es la mano derecha de Shinobu.

Devuelta con Inosuke

El cazador herido no tardó en darse cuenta como algo casi parecido a un demonio que se dirigía a él con intenciones asesinas, tratando de cubrirse como pueda, cosa que claramente no alcanzó.

- ¡¡ATAQUE PORCINO!! - gritó aquella cosa antes de darle un golpe de lleno lanzando al cazador por la ventana estrellándose contra el árbol más cercano.

- ¿⁣¿Qué mier...? — trató de hablar el cazador, no terminando, porque Inosuke lo cogió del cuello y lo subió lentamente, mientras que por su nariz expulsaba humo, haciéndole dar un escalofrío al cazador

Aunque claramente al ser uno de los candidatos como próximo pilar, trato de controlarse, más no pudo hacerlo completamente, así que le dio una pequeña prueba de su fuerza, acertando unos cuantos golpes que no llegarán a provocar alguna herida externa, pero si un dolor insoportable, ya luego de esto simplemente lo lanzó lejos llevándose unos cuantos árboles en el camino.

Ya con esto, dando a Inosuke como ganador, retirándose rápidamente a buscar a su amada reina, claramente no contando con que habían 2 personas a los lejos que miraban con algo de lástima a aquel pobre cazador, aunque sin saber exactamente qué pasó para llegar a ese punto.

Shinobu — nee~nee Tomioka~san — comentó aquel pequeño mosquito que siempre molesta al azabache — ¿Qué crees que debemos hacer con Inosuke? - dijo mientras picoteaba la espalda del pilar del agua.

Tomioka solamente la miró con desinterés y siguió su camino sin prestarle más atención a la chica, teniendo el presentimiento de que aquel cazador iba a ser envenenado. ¿Por qué habrá tenido esa sensación?

Shinobu - ¿No vas a contestarme? – cuestionó la pilar mientras varias venas se formaban en su frente - Por eso todos te odian – terminó con su típica frase tratando de llamar la atención del azabache.

Tomioka — A mí nadie me odia —respondió sin más, casi por monotonía, mientras trataba de alejar a la chica que ahora picoteaba su mejilla, tal como un mosquito, digno del pilar del insecto, pero a quien engaña, le encantaba la idea de tenerla cerca, aparte siempre podía demostrarle en privado que nadie lo odia.

Por ahora, simplemente espera que el jabalí tenga una buena excusa para haber hecho eso.

Fin