Especial

101 13 0
                                    

¿Saben lo que es vivir con depresión y ansiedad? ¿Saben lo que es sentirse presionado constantemente? ¿Mantener un perfil perfecto para tu familia que ni atención te dan? ¿Saben lo que se siente no sentir algo que te motiva a seguir?
Vivimos en un mundo donde desde pequeños nos enseñan a ser "perfectos", que tienes que escribir tal forma, no leas en voz alta porque no queda lindo, tampoco leas en voz baja porque no te escuchan ¿Y si yo no quiero que me escuchen? Que si dibujas un sol a la izquierda te dicen que te falta un padre que si dibujas nubes es porque te falta una madre.
Te analizan, te moldean como los adultos quieren que seas.
Pero aquí no existe lo perfecto, entonces ¿Que es la perfección para ellos? Sentarse derecho, leer correctamente, escribir cursiva, no te distraigas con el baile, no te distraigas con los dibujos, no te distraigas con la música si no es clásica, no te distraigas con lo que sea que de felicidad.
Los padres, hacen que el hijo sea perfecto, una imagen que ellos no pudieron ser, una imagen que sus propios padres le enseñaron en su vida y fracasaron en el proceso, así que hacen su hijo perfecto solo para complacerse y para presumir a los demás, demostrar que su hijo es mejor que el del otro, generando que el otro sea un infierno en su casa, un infierno en la escuela, un infierno en todos lados.
Solo quieren moldear a su hijo para el público porque luego se olvidan que es ser padre realmente.
Muchas veces a causa de esto, nos genera ansiedad, depresión y muchas cosas más.
A medida que fui creciendo, comencé a desarrollar un temor a la sociedad, dónde tenía miedo de que si llego a fallar sus estándares podría llegar a ser rechazado para siempre.
Cuando somos pequeños no notamos aquella presión en nosotros, ya sea adulto o nosotros mismos.
Pero nos afectar sin darnos cuenta.
Y a medida que crecemos podemos notar la falta de atención y amor que nos falta en nuestro cuerpo.
Ya sea por un dibujo que le hayas hecho a tu madre y ella no lo mira, solo dice:
"Que lindo gatito hijo".
Y tú sonríes pero por dentro estás como:
"Pero es una serpiente".
Te das cuenta que tus padres nunca te dieron atención porque no saben ni siquiera lo que dibujas.
Fui creciendo y la presión en mi fue creciendo conmigo.
A los 9 viendo los estándares de belleza, notando que no formó parte de el.
Sintiéndome mal porque no era ni inteligente ni bello para la sociedad.
A pesar que todos me decían lo contrario yo creía que no era así.
De a poco empezaba a tener más miedo sobre mi mismo y de la sociedad, ocultándome en mi ropa.
En mis libros.
En mi.
Sentía miedo de todos, un segundo de atención es un tiempo eterno de sufrimiento.
Empecé a desarrollar ansiedad.
A medida que crecía, esa ansiedad crecía conmigo.
El aire se me iba, mi entorno se volvía borroso, no lograba concentrarme en una sola voz, un ruido, no, no podía porque en ese momento todo se vuelve tan ruidoso, tan fuerte, tan abrumador que mareaba, el aire no existia en mi cuerpo, el cuerpo se cerraba aquello, eso sucedía en público.
Cuando era solo, mis lugares eran en mi habitación o más seguro el baño.
El baño sentado en la fría cerámica del suelo, ocultando mi rostro entre mis piernas, lastimando mis brazos o arracandome cabello, clavando mis uñas en todo mi cuerpo, ahogar mi llanto con una mano en mi boca.
Y lo peor de todo es...
Mientras estás teniendo un ataque de ansiedad en el baño, nadie de tu casa sabe que estás sufriendo.
Ni tus padres.
Ni hermanos.
Nadie sabe.
Solo tú y tu sufrimiento.
Porque luego de eso te lavas la cara y sales del baño como si nada.
Y nadie sabrá que estás sufriendo.
Eso es lo peor de todo porque tu cerebro es tu enemigo en esos momentos, tu cerebro te hará creer que nadie le importas, porque eres invisible para ellos, no eres las gran cosa y más pensamientos así genera tu cerebro.
Empezando una leve depresión.
Pero la depresión no necesariamente es estar deprimido todo el tiempo, llorar todo el tiempo.
No.
Es más que un berrinche porque no te hicieron caso.
Ni siquiera es eso.
Empiezas a sentirte como si fueras nada.
Tu cuerpo ya no vale tanto para ti.
Tus pensamientos.
Tus sentimientos.
Ya son nada para ti.
Porque luego de llorar por todo ese dolor que guardabas por años a causa de la sociedad, a causa de ti mismo, ya llegas a un punto donde ya no lloras por ese dolor porque ya no está ahí y no significa que sanaste, no, significa que ya no sientes algo por ti mismo.
Tus días son rutinas y aun que le agregues algo nuevo se convertirá en rutina, cambiando los horarios sigue siendo rutina porque luego ya no sabes que cambiar, solo te parece que todo es igual que antes y antes y antes.
Despiertas un día con menos ganas que el otro día y así todos los días.
Empiezas a descuidar tu cuerpo.
Ya no te importa que consumes o no consumes.
Con quién despiertas en un viernes o fin de semana en la mañana, no importa quien es y en qué cama estás.
Tu cuerpo ya no vale.
Ya es nada para ti.
Tus sentimientos ya no están.
Eso es lo peor porque estás desesperado en encontrar algo para sentir pero parece que es más difícil todos los días.
Los momentos con amigos te parece tan repitente, aún que estés riendo por 10 minutos no significa que estés feliz, solo reaccionas porque aún que no sientas algo sigues siendo humano y tienes que reaccionar a algo.
Llegas un punto donde sientes que la Mona Lisa refleja más sentimientos en su cuadro que tú.
Solo piensas que luego de eso vuelves a tu casa y te encuentras en la situaciones de siempre y sigue la maldita rutina.
Me despierto, tomo una pastilla.
Me despierto, tomo dos pastillas.
Me despierto, tres pastillas.
Mi madre oculta su dolor, mi padre es un egoísta, mis amigos ríen sin saber lo que me sucede y no saben quién soy.
Mi mejor amigo está con otra y dejó de ser mi mejor amigo.
Tengo mis drogas, mierda estoy dando todo de mí y no puedo.
Llego del instituto me encierro en mi habitación ignorando las discusiones de mis padres, ignoro todo cuando trituro la primera pastilla para aspirarla con ese billete enrollado que da la forma de un tubo, ese billete que fue en mano en mano, bolsillo en bolsillo, basura en basura, germen en germen, más contaminado y poco higiénico como si no fuera suficiente la droga que es tóxica para contaminar más mi sistema.
Tengo mucho en mí sistema pero aún no es suficiente.
Otra pastilla no me hará daño porque ya estoy dañado.
Mi mundo da vuelta, todo colorido, gracioso, sonrió al sentirme tan libre.
Bailo y aún que en mi mente creo que bailo bien bajo el efecto de la droga, sé que en realidad parezco un gusano intentando levantarse.
Pero yo estoy bien en esos momentos.
Porque para todo el mundo...
Soy perfecto.
Soy Jeon Jungkook.
Soy perfecto para todos.
Pero no para mí.
Y vuelvo acostarme a mi cama, despertarme, la cabeza darme vueltas y vueltas, salgo a la calle, las personas me miran, me juzgan con su mirada, yo lo sé, no lo dicen pero lo veo, lo siento, mi aire se va, mi cuerpo comienza a temblar, el aire se vuelve tan lejano, mi cabeza duele.
El aire ya no existe en mis pulmones.
Despierto en mi cama, miro el techo, mi cuerpo no lo siento, ya no me pertenece, no tiene valor alguno para mí, mi corazón se siente vacío, no siento tristeza pero tampoco felicidad, no siento amor, no siento dolor.
Estoy vacío.
Miro a mi costado, las pastillas tiradas en el suelo.
Miro a mi otro costado, el cajón, la droga.
Y vuelvo a la misma rutina.
Ansiedad, depresión, bipolaridad, ansiedad, depresión, bipolaridad.
Odio, vacío, amor, vacío, odio, vacío, amor, vacío, odio.....
Vuelvo a ser yo.
Vuelvo a perder mi yo.
Vuelvo a estar perdido otra vez.
Los ruidos me atormentan, el pasado me siguen, las voces me dicen hacerlo, pero otras dicen que no.
Mierda estoy tan mal.
Pero lo veo a él, los veo a ellos y vuelvo a la realidad.
Estoy solo, no hay voces, no están ellos.
La droga otra vez en mi sistema.
Estoy perdido.

❄️ Winter Bear ❄️ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora