This is us [Shinkami]

If We Run Away

(Este OS antes estaba publicado en mi perfil, pero he decidido añadirlo a este libro)

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Para todas aquellas personas que temen al tiempo: está bien dudar, temer, buscar un minuto de silencio y sentirse mal de vez en cuando.

Está bien parar cuando se necesita. Nadie llega a ningún lado sin tomar antes un descanso durante el camino.

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Hay una bombilla a punto de apagarse sobre sus cabezas y Kaminari la toma como una fea metáfora de sí mismo mientras estira la mano para coger las llaves que le acaba de ofrecer la vieja mujer que se encuentra al otro lado del mostrador. Está acostumbrada a clientes como él y lo sabe; a personas que aparecen de vez en cuando y simplemente se quedan una noche. A personas que llevan escrito en la cara que solo quieren un poco de paz por unas horas y que le gritan desde lo más profundo de sus ojos cansados historias de las que es mejor saber poco. Tras darle el dinero que costará su escueta estancia, se dirige a la habitación de siempre intentando no toparse con otro cliente. No es que sea alguien para juzgar a otros, pero sabe de primera mano que un hostal como aquel no puede atraer a una clientela decente.

Una vez que llega al tercer piso y anda hasta llegar a su pieza, todavía empapado por haber andado bajo la lluvia, se pregunta quién podría estar en las demás habitaciones de la planta. El chirrido de la puerta cuando la abre, que parece simular a un niño que llora, le invita hacia adentro mostrándole esa habitación que ha estado frecuentando este último año.

Kaminari siempre está huyendo. Es por eso que piensa que el resto de personas que esa noche se encuentran allí, probablemente estarán haciendo lo mismo.

Arrastra los pies y cierra la puerta a su espalda. Tampoco hay mucho espacio por el que moverse, pues en la pequeña estancia solo descansan una cama que chirría con solo mirarla y una pequeña mesita de noche que en algún momento fue blanca. A su derecha está la puerta que le lleva al baño (puerta, de hecho, que es mejor no abrir a menos que quieras ser devorado por esas cucarachas que le dieron la bienvenida la primera noche que acudió a ese lugar). Y, para finalizar, justo delante (al lado de la cama), se extiende un ventanal de cristales cubiertos con capas de polvo y arañazos. Es ahí donde se dirige a paso lento mientras se quita su chaqueta de cuero negra y la deja caer al suelo.

Afuera llueve con intensidad, pero no es inconveniente para que abra las ventanas dejando que el viento helado de la noche se cuele dentro. Kaminari suspira profundamente llenando sus pulmones y, con los ojos un poco cerrados para evitar que gotas de lluvia le estropeen la vista, observa la ciudad muy en silencio. No es el mejor lugar en el que estar, pero desde que descubrió por casualidad que tenía aquellas vistas tan espectaculares, pensó que lo primero no importaba mucho si podía quedarse de pie perdido en cada destello de la ciudad que se dibujaba en el horizonte.

Hoy, en cambio, solo se queda así unos segundos porque hace tanto frío y está tan empapado que tiene los labios morados y los dedos adormecidos. Cierra la ventana tiritando y, después, solamente se sienta en la cama ocultando el rostro entre sus manos.

Kaminari siempre está huyendo. Incluso cuando todos le ven tan sonriente y despreocupado, solo quiere echar a correr y perderse para siempre.

Hay veces en las que tiene ganas de tirarlo todo por la borda y tiene tanto miedo de ser capaz de hacerlo alguna vez. Tanto miedo de que sus inseguridades le consuman. Tanto miedo de que no sea capaz de llegar hacia donde siempre ha aspirado. Solo le queda un año para graduarse, pero siente como si todo se le hiciera cada vez más cuesta arriba y el camino a seguir estuviera plagado de dificultades que le gritan que nunca, incluso dando todo de sí, será capaz de aguantar mucho tiempo. Él, que entró en UA tras esforzarse tanto. Él, que siempre ha tenido que trabajar duro porque para lo que a otros solo es un escalón que subir, para él es una montaña que tiene que escalar incluso aunque vaya a perderse a sí mismo en el camino.