Lluvia De Sangre-Hell Park (TWEELIE) (TWOMAS) Casi Terminada

Lluvia De Sangre III

Han pasado más de 2 horas que han estado allí sin decirse nada al respecto. El calor abrumador de las brasas no hacía que esto fuera más fácil para el imp. Musculos pesados y aliento regosantes de fuego y sus ansias de sangre incrementaban aún con la suya propia rodeandolo. Por mas que se hiciera miles de heridas asi mismo no dejaba sentir esta pulsaciones de rabia y poder que arremetian por cada árido de dolor y pena que daban los condenados en una demoniaca sinfonía, benditos sean los que mueren en este momento.

Ya se había abierto el torso, fracturados la mitad de sus costillas y abierto sus muñecas a la par para que la sangre saliera más rápido con sus pulsaciones llena de adrenalina. Pero ni atravesando el corazón con sus garras o con su tridente podía hacerlo parar de sus anhelos bestiales. Su carne está maldita a no morir o envejecer nunca, una de la muchas ventajas de ser un ser del averno, o desventajas depediendo de como lo vieras.

- esto apesta, hombre.... - musito para el mismo sintiendo de como las heridas autoinflingidas iban regenerado de nuevo - quisiera irme... Pero esos bastardos del consejo - un reinado no es absoluto ni eterno, incluso en la otra vida. Miembros del séquito como era leslie y los grandes señores del foso harían lo que fuera por el codiciado trono del rey como fue antaño. Donde el caos no fue divertido, la inesperada muerte de satan hizo de cada centímetro del maldito infierno sea testimonio de una enorme guerra.
Revoluciones contra revoluciones, ejércitos donde promulgaba más piedad y otros que gritaban en intensificar la maldad, tal vez fue ese día donde más fuerte empuño su arma mientras leslie, Damián y pip seguían junto a él entre los aposentos del infierno.

El imp apenas era un cachorro, pero se las arreglo junto a leslie para proteger y mantenerse a salvo de los contados demonios que entraban a su morada para obtener la cornamenta de la dominación.
Fue de un milagro del universo que los mismos ejércitos los cuales sus gritos los rodeaban de todas direcciones, fueron cesando. Los ejércitos que querían destronarlos se acabaron entre ellos. Bandos de bandos, traición sobre traiciones, la misma naturaleza de los condenados y seres del averno acabó con ellos mismos. Allí Damián pudo hacer su debut. Con un poderío inexistente y aires de superioridad tan falsos, pudo controlar a la gran mayoría, no todos pero la mayoría hordas de demonios que era ahora su gobernante.

Ya solos el alivio los invadió y Damián se derrumbó empapado de sudor, fue la primera vez para el imp ver a un demonio con tanta vulnerabilidad, ver a Damián con tanta vulnerabilidad.

Ahora que lo piensa, tal vez está aquí porque sabe cuáles son los deseos de Damián o simplemente escala para que él le deba un favor más grande. A veces se pierde tanto de sus engaños que ni cuenta se da, pero el deseo de tener un puesto más alto y convertirse en demonio es vacío sin ella a su lado, con sus manos y garras acariciando su cabello, porque ya olvidó como era ser querido y deseado a pesar de su vacío en su interior.

Pequeños sollozos comenzaron a llegar a sus oídos, lamentos se podían oler a un lado. El pequeño condenado estaba contraído en el trono, abrazándo sus piernas y con sus brazos y también enrollado su pequeña cola alrededor de sí. Intentaba llorar en silencio, pero aún con sus casi inaudibles gemidos de dolor, no lo podía esconder ante los sentidos del imp, para él, su dolor y sentimientos es como oler la jugosa carne de un animal apenas degollado y abierto para su disfrute y deleite.

Se rogaba a sí mismo de no voltear, con fuerza se mantenía cuerdo mientras sus garras atravesaban sus cien como un freno para sus pensamientos. Su inpaciencia y hambre lo carcomia entre sus entrañas y lo que le pesaba más era que el condenado a pesar de la indirecta amenaza sigue sosteniendo con calidez y firmeza su cola. Eso no ayudaba, ni un poco, no entendía su comportamiento y no por ser un condenado cualquiera no significaba que eso fuera un impedimento.
Este chico es muy estúpido o muy inocente de su entorno.