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Me aferre a sus brazos mientras sus manos se desplazaban por el interior de mi camisa y exploraban mi piel desnuda e hipersensible por su caluroso tacto que ardía en contacto con mi piel. Sus manos se deslizaban arriba y hacia abajo por toda mi espalda hasta llegar a la cinturilla de mis vaqueros. Sus labios seguían sobre los míos y su lengua se adentraba cada vez mas en mi boca, reclamando todo mi ser como si le perteneciera. Un leve gemido escapo de mi boca cuando sus manos se posaron sobre mis caderas y me empujaron mas hacia abajo, hacia su erección que se encontraba apretujada debajo de la tela de su pantalón. Mecí las caderas de atrás hacia adelante, notando como nuestras dos erecciones, duras como una piedra se rozaban entre si a través de la tela gruesa de nuestros pantalones. Mis manos siguieron explorando su cuerpo, tan familiar como lo recordaba y arrastre mis manos de nuevo hacia su pelo el cual tenia tantas ganas de acariciar desde que nos habíamos separados. Su aliento olía a menta fresca y sus labios sabían dulces y pude decir con seguridad que era uno de mis sabores favoritos.

- No sabes lo mucho que anhelaba tenerte de nuevo solo para mi – susurro apartándose únicamente lo suficiente de mis labios para poder hablar – te quiero Jude – admitió con voz ronca y seductora.

¿Qué?

Me quede como de piedra durante unos instantes procesando lo que había salido de sus labios. y sin apenas darme cuenta había creído lo que me había dicho y me di por enterado de lo mucho que quería volver a oír esas palabras cargadas de tantas emociones reconfortantes que hicieron que mi cuerpo se sintiera mas liviano, reparado sobre todo la herida de mi pecho que parecía cerrarse poco a poco. Sanando como cualquier herida que uno pudiera hacerse en el cuerpo y sin darme cuenta había comenzado a llorar.

- Oh Jude. Ven aquí – dijo atrayéndome hacia el.

Oculte el rostro por debajo de su barbilla. En su cuello. Y aspire su fragancia casi cítrica mientras dejaba salir todas las lágrimas que tenia acumuladas en los ojos. Solloce mientras me aferraba a la tela de su camiseta y el me acariciaba la espalda en un gesto bastante motivador y que me dio un poco de fuerzas para levantar la vista y mirarlo a sus increíbles ojos dorados que me observaban con admiración y amor ¿Cómo podía no resistirme a el? parecía que con esas palabras había borrado los últimos días de mi memoria y el sufrimiento jamás hubiera existido. Pero las secuelas del dolor de mi pecho aun estaban presentes ahí, listas para causar daño en cuento hubiera la ocasión de hacerlo por lo que no pude disfrutar por completo de la felicidad que estaba sintiendo. Quería decirle lo mucho que lo quería, pero simplemente algo me lo impedía. Al tratar de hacerlo, se formaba un gran nudo en mi garganta y las palabras no salían. Entonces comprendí que aun necesitaba mi tiempo. Tiempo para poder sanar y volver a confiar en el y en nuestra relación.

- No tienes por qué decírmelo ahora mismo Jude. Hare lo que sea necesario para que esto vuelva a funcionar – su mano se levanto hasta pasarla por mi pelo y acariciar el lóbulo de mi oreja con los dedos – eres el único que necesito en mi vida Jude. Probare lo mucho que te quiero cada día hasta que vuelvas a confiar en mi. Esta vez no te dejare ir Jude.

Le sonreí débilmente. Grabando cada una de sus frases prometedoras en mi memoria. ¿Quería volver a intentarlo? ¿Podría hacerlo después de todo lo que ocurrió? Seguí escrutando sus ojos en busca de respuestas y vi en ellos la seguridad y la honestidad que necesitaba para creerle. No me dejaría ir y no quería irme a menos de que me diera una razón para hacerlo. Volví a acercarme a el y pegar mis labios con los suyos. Esta vez con cariño pero con algo mas de sensualidad mientras mis manos automáticamente descendían hasta el botón de su pantalón y lo desabrochaban. Benjamín me miro con los ojos bien abiertos para luego detener mis movimientos.

- ¿estas seguro de esto Jude? – pregunto con la respiración acelerada y las pupilas completamente dilatadas.

Mi excitación estaba en aumento y mi cuerpo se estaba acelerando como el motor de una motocicleta. Asentí frenéticamente y el pareció dudar durante unos instantes hasta que me toco zafarme del agarre de sus manos y bajar la bragueta del pantalón con un movimiento rápido. Mis dedos rozaron la dureza de su miembro bajo la tela del bóxer lo que hizo que mi vientre se contrajera de deseo. Me mordí y el labio y lentamente fui introduciendo el dedo medio bajo el elástico del bóxer y fui tirando de el hacia abajo hasta que pude ver el vello púbico y por fin liberar su virilidad que a punto hacia mi en cuanto estuvo completamente al descubierto. Con mi mano temblando, lo agarre firmemente y comencé a masajearlo de arriba hacia abajo a un ritmo lento, disfrutando de tocar la suavidad de su parte intima contra mi mano. Benjamín hecho la cabeza hacia atrás con un grave gruñido brotando de su garganta. Me ruborice y con la mano que tenia libre, lo tome del cuello y lo obligue a acercarse a mi para que me besara. Esta vez, mi lengua había sido la que entro en su boca y se encontró con la suya mientras saboreaba cada rincón de su boca y mi mano seguía dándole placer.

THE COLLISIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora