Toque De Desgracia

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Lágrimas corrían por las mejillas de aquel joven, que lloraba sin consuelo alguno. Todos lo veían llorar, mas ninguno sabia el porqué de su sufrimiento, muchos pensaron que era por amor, otros que seguro tenía deudas, pero nadie se detuvo a preguntar. El sufrimiento ajeno no daña nuestra felicidad o almenos es lo que piensan muchos. Mientras me terminaba el café, en silencio, analizaba la mirada de aquel chico, era una mirada que, pese a todo su llanto se podía ver claramente que lo miraba todo, pero no observaba nada. Era una mirada tan vacía como mi taza de café.
Por un segundo observo a John, que es dueño de la cafetería, y aparte es un viejo amigo de la infancia, nos llevamos como si fuésemos hermanos y noto como en su mirada se refleja un poco de compasión por el muchacho. La duda se me clavó en la cabeza como cuando lanzas una flecha contra una diana y disimuladamente, me acerqué a la barra para preguntarle a Johnny si sabía el porqué de la aflicción del joven, a lo que entre susurros me respondió:
Si la soledad y la mala suerte tuviesen un hijo, de seguro sería ese pobre chico.
Palabras suficientes para que miles de preguntas cayeran de punta en mi mente, como una lluvia de flechas en un campo de batalla.Ya un poco más informal y con ganas de saber que era lo que sucedía con ese chico, comencé hacerle tantas preguntas a John, al punto que parecía un detective de películas taquilleras. Pasado ya un poco más de 25 minutos, Johnny me narró un poco la desafortunada vida de Paul.

El joven de apenas 28 años, vivía con su madre y sus 2 hermanos en un pueblecito llamado Reyes, a la edad de 5 años su padre murió de cirrosis hepática causada por el alcoholismo, cuando tenía 12 años uno de sus hermanos mayores, Erick de 19 se metió en un problemas con drogas, heroína y crack, murió a los 20 años por una sobredosis. Cuando cumplió 18 años, él , su madre y su hermano Chris decidieron salir de su pueblo natal y tratar de empezar una vida nueva. Llegaron aquí dispuestos a dejar atrás el pasado, Paul consiguió un buen empleo en el supermercado como cajero y su hermano, bueno Chris siempre fue un poco complejo, terminó alistándose en el ejército y a los 6 meses ya se había ido rumbo a Irak.
Todo les iba bastante bien, el dinero les alcanzaba para pagar la renta y poder vivir un poco mejor.
A los pocos meses conoció a una chica en su trabajo, muy bonita por cierto, hacían muy linda pareja, era una chica educada y tierna, se llamaba Yaqueline. Se casaron y tuvieron una niña. Todo iba relativamente bien, hasta que un día hace ya 2 años, llegaron dos oficiales a la puerta de su casa para dar la triste noticia de que Chris había caído en combate en Irak. Fue una noticia desgarradora para su madre y para él, pasado esto, Claudia, la madre de Paul y Chris, tristemente comenzó a enfermar. Su salud comenzó a deteriorarse, poco a poco y un día los médicos le dieron la mala noticia, de que tenía cáncer de pulmón y que ya estaba bastante generalizado en su cuerpo. Los problemas y la situación de su madre hicieron que el pobre chico perdiera un poco la cabeza que bastante desorientada estaba con tantas malas pasadas de la vida. Su puesto de trabajo no le daba suficiente dinero como para poder pagar todos los gastos médicos de su madre, la renta, la luz, el gas etc. Comenzó a socializar con ese tipo de personas que llevan la palabra cárcel como amuleto. Cuadraron un atraco en su propio trabajo y todo le salió bastante mal, pues lo que seria un atraco rápido se volvió un asesinato. El chico fue arrestado y condenado a 4 años de prisión por robo a mano armada. Su vida se había destruido por completo, Yaqueline solo fue una ves a prisión y fue para pedirle el
divorcio, así como que se iría de la ciudad con su novio. Paul logró salir de prisión a los 3 años de condena por buena conducta, solo que para cuando salió ya su madre había muerto y Yaqueline y su hija se habían ido de aquí. Había algo que me hacía pensar en una cosa, entiendo que el joven se sintiera muy solo, porque en verdad lo estaba, pero aún no entendía porque lloraba, como que algo no cuadraba o faltaba. Hay algo que no comprendo, le dije a Johnny, si todo ya pasó hace ya un tiempo.¿Porqué aún el joven sigue estando así hoy?
A lo que la respuesta de John me dejó de piedra.
Escuchaste hablar acerca del accidente masivo que hubo en la autopista central ayer?
Respondo un poco asombrado como el que se imagina lo que van a decir.

Si, murieron cerca de 15 personas.
Bueno, dice John apretando los puños:
En ese accidente, murió Yaqueline y su hija mientras venían de la casa de su madre. Yo me quedé sin palabras y preguntándome como es posible que una persona tenga tanto infortunio en su vida. Pobre chico, no puedo ni imaginar lo que ha pasado.
Ya llevábamos un buen rato hablando y disimuladamente giro un poco mi cabeza en dirección
a Paul, pero ya no estaba sentado ahí, parece que mientras hablaba con John no me percaté cuando se marchó. Intrigado de adonde habría ido, me levanto y me asomo en la calle para ver si lo lograba ver, pero no lo vi. Ya se estaba haciendo un poco tarde y decidí marcharme de la cafetería, me despido de John y salgo camino a mi casa. Ese mismo día ,en el boletín informativo de por la noche, salió un caso de un joven de 28 años que se había suicidado lanzándose del puente que esta dos calles más abajo de la cafetería de Johnny.
El chico fue identificado como Paul Smith, el chico de la cafetería.

Pregones De DesveloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora