Capítulo 35.
Llegué a mi casa. Mis padres ya se habían ido a trabajar, ¿y mi hermano? Pues durmiendo, como de costumbre.
Fui hacía mi habitación, pero antes pasé por la de Yanjún. Y efectivamente, estaba durmiendo. Fui a mi habitación, y nada más entrar, me quité los zapatos, poniendome las zapatillas de estar por casa. Cogí la mochila de mi instituto, saqué los libros y los puse encima de mi escritorio blanco.
De repente, suena el timbre.
Abrí la puerta. Era ella, era Jennifer. Nos quedamos mirándonos a los ojos. Me estaba poniendo nerviosa.
-Hola.
-Hola.
Me miraba con odio, lo notaba. Tenía ganas de abrazarla, y sobre todo llorar, tenía ganas de soltar todo, todas las preocupaciones, todo. Pero no quería derrumbarme ahí, delante de ella.
-He venido a hablar.
-Pasa.
Pasó y se sentó en el sofá mientras yo cerraba la puerta.
-Mira, voy a ir al grano.
-Yo, lo siento Jenni. Pero es que...
-Es que nada. A mi ya me has perdido. Yo diciendote todo, diciendote que me gusta, e intentando que se fije en mí, y resulta que es que ya estais juntos.
-Pero que..
-Pero nada. Estoy harta ya, ¡que asco te lo juro!
-Jenni, tranquilizate.
-¡Pero como quieres que me tranquilice! ¡Mi mejor amiga me ha dejado totalmente en ridículo!
-Pero que...
-Mira, a mi no me vuelvas a dirigir más la palabra, Yanxi.
-Jenni tía, al menos vamos a hablar.
-No tengo nada que hablar contigo.
Dicho eso, se levantó del sofá de golpe, abrió la puerta y se fue.
De repente, viene mi hermano, frotándose los ojos del sueño.
-Joder Yanxi, que gritos. Me has despertado.
Miré a mi hermano durante unos segundos y me derrumbé. Lloré, bastante.
No quería que mi hermano me viera llorar, asi que me encerré en mi habitación, sola, con mi sentimiento de culpabilidad.
ESTÁS LEYENDO
INCOMPRENDIDOS. |Pausada|
Ngẫu nhiên-Yo...Soy así porque me siento solo. O sea, a ver. -dijo él-. No estoy con mi hermano. Yo siempre he sido un chico muy sociable y bromista, pero es que si estoy sin mi hermano estoy raro. -Pero Daniel, tienes que tener amigos, es mejor. A tu herman...