4. Nelumbo Nucifera

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La flor de loto es un símbolo que narra las desventuras de Budda, quien sufre grandes penas a lo largo de su vida y, aun así, encuentra una maravillosa iluminación

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La flor de loto es un símbolo que narra las desventuras de Budda, quien sufre grandes penas a lo largo de su vida y, aun así, encuentra una maravillosa iluminación. Es capaz de florecer en pantanos y ser no solo pulcra, sino sumamente hermosa. Imagen de gran virtud, es un reto para el perfeccionista y una insinuación a la pureza. No cualquiera la merece o la desea, pero todos la llevan en el corazón, pues representa los altibajos que conlleva sobrevivir.

—Su majestad —obedientemente, Sakuya acudió a la corte del emperador, inclinándose ante él antes de notar que todos los consejeros comenzaban a retirarse—, ¿me mandó a llamar?

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—Su majestad —obedientemente, Sakuya acudió a la corte del emperador, inclinándose ante él antes de notar que todos los consejeros comenzaban a retirarse—, ¿me mandó a llamar?

—Sí —en su trono, el emperador parecía estar desconcertado.

—¿Sucedió algo malo? —preguntó, alzando su rostro para mirarlo mejor.

—Sakuya-hime —empezó, su padre—, de todos mis hijos e hijas, tú siempre has sido diferente en formas que no puedo comprender. Te pareces a tu madre más que a nadie, mientras todos tus hermanos y hermanas parecen haber sido criados por líderes militares.

—... no entiendo, su majestad.

—Un hombre —murmuró, antes de mirarla—. ¿Cómo supiste que bastaba un solo hombre para detener esta locura?

—... ¿se refiere a Otsutsuki-sama?

—Los clanes bandidos se unirán a nuestro país de forma pacífica —respondió, aparentemente sorprendido con sus propias palabras—. Dejarán las armas y serán ciudadanos comunes en esparcidos en nuestros pueblos. Juraron lealtad al emperador.

—¿De verdad lo hicieron?

—Una baja —respondió, en un esfuerzo de volver en sí—, y una herida superficial... Otsutsuki volvió casi intacto, parece no ser más que un rasguño —al escuchar aquello, el corazón de Sakuya se alegró rápidamente: el emperador estaba impresionado por sus resultados.

—Por supuesto —dijo, alzando su frente con orgullo—. Sabía que lo lograría.

—Hime, dímelo —exigió, curioso—. ¿Cómo supiste que él podría hacerlo?

Eternally: Sueños de MagnoliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora