Introducción

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Cartas de un admirador

Suspiro cuando llegó a la mitad de la pista de baile, las luces me encandilan un poco, así que parpadeo varias veces, aliso mi vestido azúl, y muevo mi cabello negro sobre mis hombros.

A decir verdad, me encuentro nerviosa, hoy lo conocería, sonrío al pensar cómo podría ser su aspecto: ¿Alto? ¿Gordo? ¿Flaco?, eliminó aquellos pensamientos, será como es, suspiro nuevamente, escuchó cómo han cambiado de canción, una más tranquila, pronto la pista comienza a llenarse de parejas.

Él prometió venir; pienso mientras observó la hora en el reloj que se encuentra en una de las paredes del gimnasio.

-Él vendrá, lo planeamos- susurro.

Levantó la mirada a la esfera plateada que se encuentra frente a mi, las luces cambiarón y la canción pronto terminaría, él debería de presentarse en cualquier momento, lo sabía, era el momento, el día y el lugar donde nos habiamos citado.

Llevaba recibiendo más de un año cartas por parte de mi admirador secreto, y ansiaba conocerlo, bajo la mirada de la esfera y comienzo a buscarlo entre la multitud, se que sera un caso perdido buscarlo, realmente no conocía de su aspecto, pero, aún así me había enamorado de él por medio de aquellas cartas.

Hace dos días, recibí su última cara, él me prometió que sería la última, suspire nerviosa, él aun no llegaba y la canción había terminado.

¿Qué pensarían de mí las parejas? ¿Me vería como una chica patética en medio de la pista de baile? ¿Me tendrierán lastima?, me regaño al pensar aquello.

El D.J cambió de música, ahora se reproducía una de los años 80s, me encogí de hombros, él llegaba tarde por cinco minutos.

-Tal vez no vendrá- dijo a la nada nuevamente.

Con la frente en alto, comienzó a caminar a la barra de bebidas, cuando me detiene un carraspeo detrás de mí.

-Lamento haberla hecho esperar señorita- dice una voz aterciopelada.

Mi corazón da un brinco, y al instante comienza a latir freneticamente, mis manos comienzan a sudar ¨Es él¨ piensó.

Me giro con una sonrisa enorme, la cual es borrada de mi rostro al ver quién era mi admirador secreto, ¡no podía ser él!

Continuara...

Cartas de un admirador secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora