Cartas de un admirador secreto

Seis meses atrás

Seis meses atrás

Existen muchos cuentos de hadas para niños, donde las princesas viven felices para siempre en un mundo de sueños. Pero lo cierto es que, dichos cuentos, nunca tuvieron finales felices, todo ese mítico idealismo creado por los seres humanos.

Una vez me dijeron ¿Crees en el amor antiguo? Yo me quede sin respuesta, no sabía que responder ante aquella pregunta, así que simplemente contente con un no lo sé, tiempo después he estado pensando en esa pregunta, y he llegado a la conclusión de que sí existe el amor a la antigua, antés las personas para poderse comunicar se enviaban cartas, los hombres  cortejaban a sus mujeres por medio de cartas, así que sí, si puedes enamorarte por medio de cartas, pero, ¿Enamorarte de una persona que no conoces? 

Sé que suena loco, pero a mí me pasó, me enamore de alguien que no conocía en persona, aunque él dice que la mayoría del tiempo cruzamos por los pasillos o en clases.

Recuerdo la primera vez que me envió su carta, su caligrafía me impresionó, al principio me había quedado impresionada al encontrarme un sobre blanco en mi loket, cuando lo tome con mis manos y lo abrí, el papel estaba impregnado de loción de fresillas.

Cuando abrí la carta y leerla me quedé en shock, en ella me escribía que desde hace mucho tiempo ha estado enamorado de mí, pero que no se atrevía a decirme por temor a ser rechazado. Al principio creí que si él en algún momento me diría quién es sin duda lo rechazaría, pero ¿ahora?. Ahora no podía hacerlo, él me ha robado el corazón por medio de sus cartas.

Sé que suena ilogicó que puedas enamorarte de alguien a quien no conoces, bueno, hay gente por internet que se conocen y se enamoran, todo es posible.

-¡Es hora de ir a la escuela!- grita mi madre.

Observó el reloj que se encuentra a un lado de mi escritorio desordenado, alcanzó a ver  la hora, y se que pronto llegará mi mejor amigo para irnos a la escuela, me levanto de la cama perezosa, me dirigo al baño, me lavo los dientes, me baño, cuando salgo de la regadera, escucho el pitido del auto de Jake.

-¡Ya llegó Jake!- vuelve a gritar mi  mamá.

Abró los ojos, corro a la cama y agarro mi celular que se encuentra cargando.

Bajo en cinco minutos

Le envió el mensaje a Jake, al instante me llega la notificación

¿Nuevamente, te quedaste dormida?

Frunzo  el ceño ante la respuesta, no le contestó, en cambio me  voy a mi armario  y me visto, agarro unos jeans azules, una camisa roja y mis tenis de colores, medio cepillo mi cabello, tomo algunos libros que se encuentran en mi escritorio, lo echó todo a la mochila, salgo de mi habitación, me dirigó por las escaleras caoba, visualizó a mi madre con una lonchera

-Nuevamente tarde- me regaña.

Le sonrió tímidamente cuando llegó a su lado, tomó la lonchera y le doy un beso en la mejilla.

-Llego al rato mamá- le dijo.

-Suerte

-Adiós Bee- gritan mis hermanos gemelos  de seis años desde el comedor.

Me hago para atrás y mirarlos desayunar su cereal favorito, les sonrió a mis hermanos -Adiós, suerte en la  escuela-

Me dirijo a la puerta, cuando la abró salgo corriendo,  me subo al carro y miró a Jake.

-Lamento la demora- dijo agitada por la corrida.

-Mañana te toca pasar por mi- dice, ruedo los ojos ante su respuesta, Jake y yo vivimos en la misma cuadra, nos conocemos desde niños, mis padres son  mejores amigos desde el colegio.